Desde el corazón del terror
Primera secuencia de este tremendo filme sobre el terrorismo que es Paradise now: una muchacha palestina pasa la frontera. Se detiene, su bolso es inspeccionado: ella, impertérrita, mira de frente a los ojos del soldado israelí que escudriña en sus cosas.
Otro momento del mismo filme: un maestro de escuela, que es además adiestrador de terroristas suicidas, recomienda a uno de los dos protagonistas, dispuesto a inmolarse por la causa: "Mira siempre a los ojos de tu enemigo. Porque tú eres el dueño de su vida: cuando quieras, lo harás saltar por los aires".
Dicho un poco simplemente, todo lo que Paradise now cuenta, que no es poco, por lo demás, cabe entre estas dos miradas. Porque de lo que va esta película tajante como un bisturí es justamente cuál debe ser la actitud que debe asumir cada palestino frente a la ocupación de su territorio.
PARADISE NOW
Dirección: Hany Abu-Assad. Intérpretes: Kais Nashef, Ali Suliman, Lubna Azabal, Amer Hlehel, Hiam Abass. Género: drama, Palestina-Francia-Israel-Holanda, 2004. Duración: 90 minutos.
Y en las dos posturas extremas (hay una tercera, la colaboración con Israel: aquí tiene mucha importancia argumental, pero ningún personaje la representa) se resume una polémica que tiene ya décadas, y que amenaza con prolongarse eternamente.
Todos los puntos de vista
Consciente de ello, Hany Abu-Assad organiza su discurso sin ningún apriorismo: de hecho, en él tienen cabida todos los puntos de vista, el de los terroristas, el de los pacifistas (lo es la muchacha del comienzo); pero también las diferencias entre palestinos ricos y pobres, la vida cotidiana en una inmensa cárcel en la que no se vislumbran esperanzas, las razones por las cuales cualquier muchacho palestino puede acabar en las redes de Hamas, de la Yihad, de cualquiera de las organizaciones que practican el terror.
Es, lo puede adivinar el lector sin dificultad, una película incómoda.
Lo es para quienes sancionan la práctica de la muerte indiscriminada sin pararse en ninguna otra consideración; lo es, igualmente, para quien sólo desea que haya cada vez más aspirantes a mártires, porque no es sólo su punto de vista el que aquí se ilustra; y lo es, sin duda alguna, también para muchos partidarios de Israel que se niegan a aceptar que quienes asesinan pueden tener también sus razones... Un filme, por cierto, de coproducción israelí que no deja indiferente a nadie, y por ello mismo, necesario y estimulante.
Babelia
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