Bildu logra una victoria arrolladora en Guipúzcoa
Los 119.084 sufragios y 22 junteros de la coalición superan con creces el techo de los independentistas
Las urnas proyectaron ayer a Bildu como la formación triunfadora de las elecciones. Sin asomo a discusión alguna, la coalición integrada por la izquierda abertzale seguidora de Batasuna, Eusko Alkartasuna (EA) y Alternatiba se erigió en la fuerza más votada, con mucho margen de ventaja sobre el PNV, que ha presidido la Diputación durante los últimos 20 años y ahora podría perderla tras el espectacular repunte del equipo liderado en estos comicios por el periodista Martín Garitano. Los socialistas, que ganaron hace cuatro años, experimentan un sonado retroceso, y pasan a ser la tercera fuerza, aunque podrían tener la llave de la gobernabilidad durante el próximo mandato. Partidos minoritarios como EB y Hamaikabat, los grandes perdedores ayer, desaparecen de las Juntas Generales. En menor medida, también dan un paso atrás el PP y Aralar, que pierden representación.
El rechazo de Bildu a varios proyectos puede complicar su opción de gobierno
El PNV ha pagado una cara factura y necesita del PSE para tener el poder
EB y Hamaikabat desaparecen de las Juntas y Aralar y PP pierden fuerza
El efecto Bildu es una realidad incontestable en Guipúzcoa. Con 119.084 sufragios a las Juntas Generales y 22 procuradores-junteros, esta coalición se queda a solamente cuatro escaños de la mayoría absoluta, algo que solo había conseguido el PNV en 2003 cuando concurrió coaligado con EA. Es el mejor rendimiento electoral obtenido por la izquierda abertzale desde la restauración democrática. Logró un hito en la cita foral de 1991, cuando fue la primera fuerza en esta provincia y sacó 12 asientos en las Juntas. Ha mejorado incluso el techo de votos de 1999, cuando sumó 105.033 votos. Con el 60% de los votos escrutados, Bildu ya había superado los 73.000 votos nulos que se atribuyó en 2007, cuando la justicia anuló la lista de los radicales.
El discurso cambiante del PNV ha pagado una factura muy cara en este territorio. Aunque repitió el número de papeletas de hace cuatro años, en sus pronósticos no estaba en sus cálculos verse a tanta distancia de la izquierda abertzale. Su estrategia inicial, cuando todo apuntaba a que Batasuna no iba a poder presentar ninguna marca electoral, puso el aspirador sobre el electorado más soberanista. El presidente del PNV guipuzcoano, Joseba Egibar, ideó la campaña Batu Gaitezen como una estrategia para aglutinar a los votantes independentistas. En cuanto el Tribunal Constitucional dio luz verde a Bildu, el candidato peneuvista, Markel Olano, cambió por completo su discurso para posicionarse en el "cauce central" del nacionalismo guipuzcoano. Finalmente, en las urnas les han apoyado, como de costumbre, los nacionalistas moderados. El PNV contará esta próxima legislatura con 14 junteros, uno menos que hasta ahora. Su respaldo electoral cae en casi cuatro puntos.
Los socialistas, que venían de ganar en 2007 con un colchón de 5.000 votos sobre el PNV, encajaron esta vez una derrota indiscutible. Es el partido que más retrocedió. El desgaste producido por la crisis, la polarización de la campaña en las siglas de Bildu, ha constituido una rémora para el partido que presentaba a Miguel Buen. Una bajada de 12 puntos -del 29% al 17% de los votos emitidos- es una caída muy considerable, máxime cuando en las últimas citas electorales la marca socialista no hizo sino subir poco a poco. En esta ocasión, siguiendo la tónica del partido de Patxi López en el conjunto del País Vasco, el PSE pierde en Guipúzcoa cinco de los 15 escaños que tenía en el anterior mandato.
La irrupción tan aplastante de Bildu provoca una simplificación del panorama político en esta provincia. De siete partidos con presencia en el hemiciclo foral, la próxima legislatura solo habrá sitio para cinco, dos de los cuales, el PP y Aralar, van a tener un peso poco relevante.
El programa de Bildu, que se presentó como la "palanca del cambio", contrario a la construcción de proyectos que otros partidos considera estratégicos y necesarios, como el tren de alta velocidad, el puerto exterior de Pasaia, la incineradora o la ampliación del aeropuerto de Hondarribia, puede constituir el principal obtáculo para que la coalición dirigida por Garitano se pueda postular como el próximo responsable de la Diputación guipuzcoana.
Sólo un acuerdo poselectoral entre el PNV y el PSE impediría que el periodista de Gara sea investido como diputado general. Nada más conocerse los resultados, esta coalición exhibió su capacidad para gestionar esta institución.
Un exultante Garitano exige la "legalización" de Sortu
Martín Garitano, cabeza de lista de Bildu en Guipúzcoa, aprovechó su intervención ante miles de seguidores de la izquierda abertzale reunidos en el frontón Atano III de San Sebastián, cuartel general de esta formación, para exigir la legalización de Sortu. A este lugar, teñido de verde, el color que ha distinguido a Bildu, se acercaron altos representantes de la izquierda abertzale radical, como Rufi Etxeberria y Joseba Permach, que no dudaron en fundirse en un abrazo con Pello Urizar y Oskar Matute.
En sus declaraciones, Garitano pidió casi a medianoche a sus adversarios políticos, en alusión al PNV y al PSE, que actúen ahora "con deportividad" y reconozcan la victoria holgada conseguida por Bildu.
El candidato a diputado general de Guipúzcoa anunció que actuará con "responsabilidad política" para continuar impulsando el "proceso que ya está en marcha" a favor de la paz y la normalización en Euskadi. Añadió que trabajará desde las instituciones para trabajar "con humildad" por "una democracia real". Abrirá una ronda de contactos con el resto de formaciones para tratar de formar gobierno foral. También reconoció que no entraba en sus pronósticos obtener un resultado tan favorable. "No esperábamos estar tan contentos". Es la primera fuerza en ediles en Euskadi y la segunda en voitos.
Los partidos pequeños como Hamaikabat y EB admitieron que cosecharon unos desastrosos resultados. La primera formación se reunirá hoy para analizarlos en profundizar en ellos y tomar medidas. El líder de EB, Mikel Arana, indicó que "hay que ir a la refundación" de esta formación política tras los "muy malos" resultados.
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