El jefe de Al Qaeda en España pertenece a una secta radical
Documentos secretos de EE UU acreditan su relación con Anatema y Exilio
El sirio-español Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah, uno de los fundadores de Al Qaeda en España, condenado a 12 años, es miembro del movimiento Takfir Wal Hijra (Anatema y Exilio), la secta más extremista y clandestina del islamismo radical, según documentos secretos del Departamento de Defensa de EE UU a los que ha tenido acceso EL PAÍS. El nombre de Barakat Yarkas, de 44 años, aparece en las fichas secretas de varios presos de Guantánamo con los que mantuvo relación y en varias se le define como takfir, un selecto y siniestro club del odio al que pertenecían Mohamed Atta, el jefe de los suicidas del 11-S, y varios de los autores materiales del 11-M. Abu Dahdah permanece preso desde su detención en 2001 y su condena acaba de ser rebajada ocho meses, por lo que saldrá en libertad a finales de 2012. "La rebaja es por su absolución en un procedimiento de blanqueo", explica su abogado, Jacobo Teijelo.
La ficha secreta del preso jordano Abu Anas, de 49 años, que trabajó en Londres para el clérigo radical Abu Qutada y que fue reclamado por la justicia española, recoge varias citas sobre el sirio-español Abu Dahdah, en las que se le define como takfir, una secta nacida en Egipto en 1969, que ahora permite a sus miembros vestir ropa occidental, beber alcohol, fumar, comer carne de cerdo y hasta vender droga y robar con tal de lograr su objetivo principal: mimetizarse en las filas del "enemigo".
Según el expediente del recluso Abu Anas, fechado el 15 de mayo de 2005, este pidió a Abu Dahdah que entregara dinero y financiara al imán de la mezquita Al Rahmed de Alicante, Jamal Issa Mohamed Shatat. "Shatat y Yarkas (Abu Dahdah) están afiliados al grupo extremista Takfir Wal Hijra", dice el informe redactado por militares norteamericanos en Guantánamo y firmado por el general Jay W. Hood. El preso jordano, el imán de Alicante y el propio Abu Dahdah tenían estrecha relación con el clérigo palestino Abu Qutada, residente en Londres e icono de los suicidas del 11-S. El sirio-español, Marisa, su esposa madrileña, y sus hijos siempre que visitaban la capital británica se alojaban en el domicilio de Qutada, el barbudo y grueso imán que dirigía la revista Al Ansar del Grupo Islámico Armado argelino y que redactó una fetua en la que aplaudía el asesinato de mujeres y niños en favor de la yihad. "Qutada es uno de los más extremistas takfiris entre los yihadistas", dice el documento secreto. Hoy, al igual que Abu Dahdah, está en prisión.
Abu Dahdah niega ser miembro del Takfir Wal Hijra, pero fue él quien desde la prisión en la que permanecía como preso preventivo aseguró tras los atentados del 11-M en 2004 que los autores del ataque eran takfiris. Una acertada interpretación que nadie había hecho.
Tres años después, el jefe de Al Qaeda en España compareció como testigo durante el juicio del 11-M y reiteró su opinión. Explicó al tribunal que el atentado podría haber sido ejecutado por los seguidores de la corriente Takfir Wal Hijra, "que hacen una interpretación prohibida del islam". Barakat dijo entonces que no tenía datos para avalar esa hipótesis y aseguró que no mantenía "ninguna relación con seguidores de esa corriente". La causa por la que fue condenado a 12 años demostró, en cambio, su estrecha relación en Londres con Abu Qutada, el principal referente de los takfiris en Europa.
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