Alberto de Mónaco se va de fiesta
Diez años después de hacerse con las riendas del pequeño Principado, el hijo de Raniero y Grace lo celebra en las calles por todo lo alto
Fue el 6 de abril de hace 10 años cuando Alberto de Mónaco se convertía en el Monseñor del Principado, pero ha esperado a la llegada del verano para celebrar tan redondo aniversario. Y es que todo lo que sucede en este pequeño Estado tiene una visión promocional. Con las calles llenas de turistas, curiosos y con los habituales residentes, el Principado se va este fin de semana de fiesta para conmemorar a su singular príncipe y a su no menos peculiar familia.
El año 2014 acabó con la mejor noticia para Alberto y los ciudadanos monegascos. Charlene daba a luz a sus mellizos y la continuidad quedaba garantizada no solo para la familia Grimaldi sino también para este Estado, siempre en el punto de mira de Francia. Vivir allí supone gozar de unos generosos beneficios fiscales. Según datos 2013, el Principado cuenta con una población de 37.000 personas de 120 nacionalidades, de los cuales solo alrededor de 8.000 tienen un pasaporte de Mónaco. Las empresas allí instaladas dan trabajo a 42.000 personas. Los monegascos no pagan impuestos directos sobre la renta, con la excepción de los franceses y los estadounidenses. Eso sí, en este pequeño territorio se pagan alquileres exorbitantes, y es que el espacio escasea.
El Principado se ha construido una reputación internacional gracias a su mediática familia principesca y su dulce política para las grandes fortunas. Alberto, al igual que su padre, intenta explotar hasta el último metro cuadrado del Estado. El gran proyecto que tiene entre manos para los próximos años es construir una península artificial sobre el Mediterráneo para que en ella puedan vivir 3.000 personas.
El frenesí constructivo comenzó con el príncipe Raniero, padre del actual gobernante, a finales de los años cincuenta, lo que le valió el título de “príncipe constructor”. Pero el Principado apuesta por crecer 350.000 metros cuadrados más para construir grandes torres de lujo y atraer a residentes internacionales ricos. Actualmente en construcción, su edificio más alto es la Torre Odéon, de 170 metros y 49 plantas; también es uno de los más criticados por tapar edificios clásicos de la belle époque.
Aunque estos días ha habido alguna convocatoria, la gran celebración se llevará a cabo hoy en la plaza situada frente al palacio en el que habitan los Grimaldi. Para la ocasión se espera que los príncipes salgan al balcón y luego a las calles para compartir un gran fougasse, un típico postre mediterráneo. En las fiestas también participará el cómico francés Gad Elmaleh, pareja de Carlota de Mónaco, que realizará un espectáculo a beneficio del proyecto que lidera Estefanía de Mónaco para combatir el sida. Y el domingo Alberto y Charlene han organizado un concierto gratuito donde el británico Robbie Williams será el gran invitado. Una de las contadas ocasiones en las que Alberto y Charlene se dejarán ver, porque lo que no ha cambiado en Mónaco es el singular matrimonio de sus príncipes.
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