El Campeonato de España necesita cambios
Iturrizaga triunfa sin jugar con casi ningún favorito, mientras Vega arrasa el femenino
El triunfo de Eduardo Iturrizaga en el Campeonato de España Absoluto, que terminó el martes en Linares (Jaén), es inapelable y muy merecido con las normas actuales. Pero estas chirrían: el nuevo campeón, de 31 años, 5º cabeza de serie, venezolano de origen, solo jugó con uno de los favoritos en nueve rondas. La Federación Española de Ajedrez (FEDA) anunciará cambios a fin de año.
“Sí, hay que cambiar algo”, admite Ramón Padullés, director técnico de la FEDA, en conversación con EL PAÍS. Y ya está en ello: “He hablado con los diez primeros clasificados para recabar ideas y opiniones. Me ...
El triunfo de Eduardo Iturrizaga en el Campeonato de España Absoluto, que terminó el martes en Linares (Jaén), es inapelable y muy merecido con las normas actuales. Pero estas chirrían: el nuevo campeón, de 31 años, 5º cabeza de serie, venezolano de origen, solo jugó con uno de los favoritos en nueve rondas. La Federación Española de Ajedrez (FEDA) anunciará cambios a fin de año.
“Sí, hay que cambiar algo”, admite Ramón Padullés, director técnico de la FEDA, en conversación con EL PAÍS. Y ya está en ello: “He hablado con los diez primeros clasificados para recabar ideas y opiniones. Me falta contrastarlas con más gente. Haremos una evaluación y presentaremos el nuevo planteamiento hacia noviembre o diciembre”.
Iturrizaga, tetracampeón de Venezuela, invicto en este torneo (ganó seis partidas y empató tres) jugó de manera impecable la última ronda para vencer con las piezas negras a Paolo Ladrón de Guevara, que tiene 180 puntos Elo menos que él. Su triunfo -también ganó el Campeonato de España de partidas rápidas- llega un mes después de imponerse en el Iberoamericano por internet, y en clara progresión positiva. El nuevo campeón ha anunciado que su objetivo es llegar a los 2.700 puntos Elo (con lo que ha subido en Linares debe estar por los 2.613), que le situarían entre los 40 primeros del mundo. El mejor español ahora es Paco Vallejo, 37º con 2.700,6.
Vallejo fue precisamente uno de los protagonistas de la extraña última ronda del martes. Con siete jugadores empatados en el primer puesto, seis de ellos se enfrentaron entre sí, e Iturrizaga se vio favorecido en el emparejamiento. Vallejo aceptó, con negras, tras solo 18 movimientos, el empate en una posición algo peor para él que le ofreció Iván Salgado, 6º cabeza de serie.
Este periódico ha preguntado a Salgado, residente en Bulgaria, por qué ofreció tablas cuando podía ser campeón de España por 3ª vez (lo fue en 2013 y 2017). Su muy detallada explicación se resume así: “No entendía bien ese tipo de posición y no sabía cómo progresar. El problema era que si yo no acertaba con el mejor plan, podía quedar peor fácilmente. Me fastidió mucho no encontrarlo durante la partida. Y luego, en el hotel, estuve analizando esa posición durante horas, y por fin encontré un plan decente. Fue un aspecto técnico, más que mental. Viéndolo con perspectiva, simplemente tenía que hacer jugadas y que no pasara nada, pero no estoy acostumbrado a actuar así”.
Mucho más dramático fue lo que le ocurrió a Jaime Santos Latasa, 4º cabeza de serie, de 25 años, quien desde niño ha perdido medallas en Mundiales, Europeos y Campeonatos de España por no controlar la tensión nerviosa en momentos decisivos. Este martes logró una posición ganadora frente a David Antón, 3º de la lista inicial, pero la malogró con tiempo de sobra y tuvo que conformarse con el empate. La otra partida decisiva fue trepidante: el popular comentarista Pepe Cuenca volvió a rozar el título pero no pudo pasar de las tablas frente a Miguel Santos.
El Campeonato de España, como todos los torneos abiertos de ajedrez, se disputa por el sistema suizo, cuyo principio básico es que tiene a enfrentar cada día a los jugadores con la misma o similar puntuación a partir de la 2ª ronda. En la 1ª, se parte la lista por la mitad, de tal modo que, si son cien participantes, el primer cabeza de serie juega con el 51, el 2 con el 52, etcétera. Tiene grandes ventajas: permite agrupar a muchos jugadores (171 en este caso) en solo nueve días; y que un aficionado pueda enfrentarse a profesionales de muy alto nivel. Pero a veces ocurre lo que motiva esta crónica: el vencedor es muy legítimo, pero no tiene el mérito de haberse enfrentado a los demás favoritos en un sistema de liga. Ese riesgo es particularmente importante en un campeonato nacional, y de ahí que la FEDA deba tomar cartas en el asunto.
Bien distinta es la situación de las mujeres (una por cada diez hombres en ajedrez). La FEDA decidió eliminar hace años el Campeonato específico femenino, a pesar de que en los Europeos y Mundiales sí lo hay. La campeona de España es la mujer mejor clasificada en el Absoluto. Ante la ausencia de Ana Matnadze, la canaria Sabrina Vega, 20ª en el escalafón inicial, ha logrado imponerse en las tres modalidades (partidas lentas, rápidas y relámpago). El martes terminó la 16ª, y cerca estuvo de quedar más arriba porque el domingo rozó la victoria frente a Antón, quien finalmente arrancó medio punto. Vega, de 34 años, subcampeona de Europa en 2016 y heptacampeona de España de partidas lentas, fue madre por primera vez hace tres meses.
Desde la desaparición del legendario torneo de élite mundial Ciudad de Linares (la última edición fue en 2010), por la gravísima crisis económica de la comarca tras el cierre de la fábrica Santana-Motor, esa ciudad jienense acoge cada año varios Campeonatos de España, en diferentes categorías y modalidades. Así mantiene su imagen de capital del ajedrez, que además produce ingresos veraniegos y alivia un poco la dramática situación financiera. Este año hubo un pequeño susto en forma de varios casos positivos de covid al inicio del torneo; casi todos asintomáticos, en menores no vacunados. Tomadas las medidas precisas de envío a domicilios o confinamiento en el legendario hotel Aníbal, donde se retiró Gari Kaspárov en 2005, el problema no pasó a mayores.
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