Petro nombra en Ambiente, su cartera predilecta, a la primera ministra indígena de Colombia

El presidente Gustavo Petro ha designado a la primera ministra indígena en la historia de Colombia. La espera por conocer el nombre de la sucesora a partir de marzo de la saliente ministra de Ambiente, Susana Muhamad, acabó este miércoles cuando se confirmó el nombre de Lena Estrada Añokaz, del pueblo Uitoto Mekana, para una cartera a la que el mandatario de izquierdas siempre ha privilegiado. La designada pertenece al Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), uno de los partidos de la variopinta coalición de Gobierno, y llega en un año clave para la diplomacia ambiental, con una cumbre de presidentes amazónicos en Colombia y la enorme Conferencia de cambio climático de la ONU en Belém do Pará, en Brasil, ambas citas en el segundo semestre del 2025.

Estrada agradeció públicamente a Petro tan pronto se conoció la publicación de su hoja de vida en la página de la Presidencia, el paso previo para un nombramiento. “Desde la Amazonía hasta las negociaciones globales sobre Crisis Climática, defendió una visión integral de la Justicia Ambiental”, le escribió al mandatario. “Hoy, ese camino se fortalece al frente del Ministerio de Ambiente. Seguiremos protegiendo a quienes defienden la vida”, prometió.

La crisis climática que atraviesa el planeta ha colocado a las carteras de Medio Ambiente en el centro de la agenda política, y Petro ha abrazado esa causa con más fervor que la mayoría de los presidentes. Bajo la batuta de Muhamad, el Ministerio colombiano elevó su perfil en los últimos dos años y medio, al punto que ella llegó a ser considerada su potencial heredera. Pero la todavía funcionaria selló su suerte al plantarse delante de las cámaras en aquel Consejo de Ministros de la discordia, emitido en televisión nacional a comienzos de mes. En su carta de renuncia, sin embargo, recordó que las inconclusas negociaciones diplomáticas de la COP16 de biodiversidad, que presidió el año pasado en Cali, se retomaban entre el 25 y el 28 de febrero en Roma. Por eso le planteó al presidente que su dimisión podía hacerse efectiva a partir del 3 de marzo, como acabará por ocurrir, y esta semana cierra su labor como una suerte de embajadora ambientalista del mandatario.

Algunas organizaciones indígenas ya habían asomado el nombre de Lena Estrada Añokaz tan pronto se conoció la renuncia irrevocable de Muhamad. “Nos dirigimos a usted para expresar nuestro respaldo incondicional a la hermana Lena Estrada”, que nació en La Chorrera, en el corazón del Amazonas, escribía en un mensaje público al presidente el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), el pasado 13 de febrero. “Con ella, deseamos acompañarlo en esta recta final desde el Ministerio de Ambiente. Lena es una destacada líder de nuestros Pueblos Indígenas, quien ha jugado un papel crucial en la organización y el fortalecimiento de nuestro movimiento”, apuntaban al postularla. Destacaban, además de su formación académica, su participación en espacios internacionales como las Conferencias de las Partes (COP), en defensa de los derechos de los pueblos indígenas y la protección del medio ambiente. Es politóloga de la Universidad Nacional, máster en Sostenibilidad, Tecnología y Humanismo por la Universidad Politécnica de Cataluña y doctora en Sostenibilidad por la misma institución.

La ministra designada viene de dirigir la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores, la dependencia encargada de seleccionar y capacitar a los aspirantes para la carrera diplomática y consular. A ese cargo llegó cuando el anterior canciller, Luis Gilberto Murillo, se propuso democratizar la inclusión de los pueblos étnicos en la Cancillería. Desde el comienzo de su mandato, Petro había llevado a líderes indígenas a posiciones destacadas. Nombró a Leonor Zabaleta (Arahuaca) como embajadora ante la ONU, a Patricia Tobón Yagarí (Embera) al frente de la Unidad de Víctimas. Con Murillo alcanzaron una mayor representación en la Cancillería. Estrada salió de la Academia después de que Laura Sarabia relevó a Murillo, y ahora se sentará al lado de ella en los Consejos de Ministros.

El excanciller Murillo la involucró en temas estratégicamente claves para el país, como la COP16 de biodiversidad de Cali, la gran vitrina internacional del Gobierno Petro, lo que permitió una participación activa de los pueblos indígenas, señalan fuentes diplomáticas. En Cali, bajo el lema de “paz con la naturaleza”, Colombia impulsó varios acuerdos. Entre ellos, el referente a la participación de grupos indígenas y comunidades locales como asesores permanentes de la Convención de Diversidad Biológica de la ONU (CDB). Estrada también hizo parte de la delegación colombiana que participó en la COP29 de cambio climático en Bakú (Azerbaiyán), que precede a la COP30 de finales de año en Belém do Pará, en pleno amazonas brasileño.

Su currículo es excelente, conoce las relaciones exteriores y su presencia en la COP30 tendrá un valor simbólico, como lo tiene la de su colega brasileña, Marina Silva, otra ministra amazónica, valora Manuel Rodríguez Becerra, el primer ministro de Ambiente de Colombia. “No conocemos aún su capacidad de gerencia. Susana deja unos buenos resultados, como la disminución muy sustantiva de la deforestación, que ha retrocedido un 40% en el periodo acumulado de Petro”, a pesar del aumento del año pasado, matiza el reconocido académico. Su primer reto es que la pérdida de bosques vuelva a bajar este 2025. “Tiene una gran oportunidad para que los resguardos indígenas hagan parte muy central del Ministerio”, apuntilla.

“Espero que esté comprometida con el Sistema Nacional Ambiental, que saque lo mejor del equipo técnico, que no pretenda meterse en las decisiones de las ciudades, de las regiones, sino que lidere la política pública”, opina la congresista Julia Miranda, durante 17 años directora de Parques Nacionales. “Me parece absolutamente gratificante, e inédito, ver que hay una nueva generación muy preparada, sólida, proveniente de comunidades indígenas y amazónicas, que empieza a entrar en estos círculos de la toma de decisiones del país”, celebra Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS). Apunta que no la ha conocido en la institucionalidad ambiental, un sector en el que la curva de aprendizaje a veces cuesta. Entre sus desafíos más urgentes, incluye los mecanismos de regulación de los mercados de carbono y su vínculo con los territorios étnicos, la reglamentación de las autoridades indígenas en sus territorios y dejar el mecanismo de implementación del Plan Nacional de Biodiversidad que se anunció en Cali. Destaca su pasado en el servicio diplomático como una ventaja de cara a la Conferencia de Belém. Su llegada, además, coincide con el periodo del antropólogo colombo-estadounidense Martin von Hildebrand como secretario general de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). Un 2025 con acento en el llamado pulmón del mundo.