Samanta Schweblin gana el National Book Award de traducción por ‘Siete casas vacías’
La autora argentina y su traductora, la estadounidense Megan McDowell, triunfan en uno de los premios más prestigiosos de la literatura en inglés con una colección de cuentos que se ha convertido ya en un clásico latinoamericano de este siglo
La escritora argentina Samanta Schweblin (Buenos Aires, 44 años) ha ganado el National Book Award, uno de los más prestigiosos de Estados Unidos y de la literatura en inglés, por la traducción de su colección de relatos Siete Casas Vacías. Publicado hace apenas un mes en Estados Unidos en su versión en inglés a cargo de la traductora Megan McDowell, el libro de Schweblin ha sido elegido este miércoles por la noche como la gran novedad editorial de EE UU entre las traducciones de este año. El tamaño de su ...
La escritora argentina Samanta Schweblin (Buenos Aires, 44 años) ha ganado el National Book Award, uno de los más prestigiosos de Estados Unidos y de la literatura en inglés, por la traducción de su colección de relatos Siete Casas Vacías. Publicado hace apenas un mes en Estados Unidos en su versión en inglés a cargo de la traductora Megan McDowell, el libro de Schweblin ha sido elegido este miércoles por la noche como la gran novedad editorial de EE UU entre las traducciones de este año. El tamaño de su triunfo se puede medir con un antecedente: el único argentino que había ganado este premio fue Julio Cortázar con la traducción de Rayuela en 1967.
Siete Casas Vacías fue publicado por primera vez en 2015 por la editorial española Páginas de Espuma tras ganar el IV Premio de Narrativa Internacional Ribera del Duero. Con 27 ediciones en siete años, la colección de relatos en la que Schweblin lleva al límite sus exploraciones alrededor de la violencia afectiva, la pérdida de seres queridos y la enfermedad se ha convertido ya en una referencia de la narrativa latinoamericana enfocada en el terror del día a día y lo paranormal. “Es un libro anticipatorio de ciertas narrativas de lo inusual y de las perspectivas literarias que ahora se están difundiendo en otras voces. Entre todas ellas, una de las primeras fue Samanta”, dice a EL PAÍS Juan Casamayor, editor de Páginas de Espuma. “En todo este ámbito del fantástico, desde la inquietud y el desasosiego de Samanta a la oscuridad y el terror de Mariana Enríquez, creo que Siete Casas Vacías se ha convertido en un clásico del cuento de este primer cuarto de siglo, sin duda”, afirma el editor, que también confirma que están preparando la vigesimoctava edición del libro en España.
“Soy escritora de cuentos breves, así que también voy a ser breve en lo que diga”, bromeó Schweblin el miércoles por la noche durante la premiación en Nueva York. “Soy una persona privilegiada por tener un montón de personas que en todos estos años han sido de gran sostén: así que les quiero agradecer a ellos, a mi pareja, a mi familia, a algunas maestras muy especiales que tuve en mi vida, a muchos amigos muy especiales, a Megan, mi traductora; a mis editores, a Páginas de Espuma que fue la primera en publicar este libro en español; a mis actuales editores, a la National Book Foundation”, agradeció la escritora argentina, que vive en Berlín desde 2012.
Es su segundo premio de este año tras recibir en Chile el pasado septiembre el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso por su trayectoria. En un podio especialmente competitivo, Schweblin se ha convertido en una de las autoras argentinas más premiadas de su generación desde que se llevara el del Fondo Nacional de las Artes de Argentina en 2001 por su primera colección de cuentos, el Núcleo del disturbio, cuando tenía 24 años. También se ha alzado con el Casa de las Américas de Cuba en 2008, el Juan Rulfo de cuento en 2012, el Tigre Juan de España en 2015, y el premio Shirley Jackson de 2018 por su novela corta Distancia de rescate. Un año antes, la misma novela fue finalista del Man Booker de Reino Unido.
“Los escritores son personas que luchan con las palabras; lo mismo que los traductores. Siempre digo que cualquier acto de comunicación es una traducción. Y he aprendido mucho de los actos de comunicación de los escritores y de las traducciones”, dijo la traductora Megan McDowell, que compartirá con la autora el premio de 10.000 dólares que otorga la Fundación Nacional del Libro de EE UU. Su trabajo merece una mención aparte: traductora de otras estrellas de la literatura del cono sur de América como Mariana Enríquez, Alejandro Zambra, Lina Meruane o Carlos Busqued, McDowell lleva cinco años seguidos en las listas cortas de los premios más prestigiosos a la traducción desde el español.
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