Las críticas de teatro de la semana: una sátira corrosiva de Manuel Fraga (y la política española) y la Guerra Civil contada por los nietos
Los expertos de ‘Babelia’ reseñan los estrenos recientes más destacados
En Iribarne, título que alude al segundo apellido de Manuel Fraga, Esther Carrodeguas, dramaturga, periodista y actriz rianxeira, parodia la vida política española durante el amplio lapso temporal que va del desarrollismo de los años sesenta, cuando el político irrumpe en la escena pública, hasta su retirada, en 2005. La función dura tres horas, una por cada acto. El primero, el más burlón, gira en torno a la época franquista. En el segundo, la autora y Xavier Castiñeira, director de escena, encuentran un tono mucho más eficaz para el mensaje corrosivo que desean transmitir: la parodia de trazo grueso del primer acto deja paso ahora al cabaret político. La tercera parte es un texto periodístico de los que entremezclan información con opinión, lastrado por el tono suficiente que adopta Carrodeguas en el papel de narradora.
Por la casa de la familia Castells corría una caja con un título sobrio y descriptivo: Papeles de la guerra. Este espectáculo es solo una parte de un proyecto más grande, que también incluye una vertiente editorial: se han publicado un libro y una caja (o libro de artista) que recoge los dibujos, diarios y cartas que escribió Pepe Castells desde el frente. Como miles de jóvenes, el abuelo fue reclutado por el ejército republicano cuando tenía 19 años. Su memoria ha permanecido, como en tantas familias, congelada hasta ahora.
Iribarne
Papers de la guerra
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