El Canódromo no será el Centro de Arte Contemporáneo de Barcelona
El Macba busca ocupar espacio del CCCB, se ampliará al FAD y se le rescindirá el contrato al director Moritz Küng
Mucha espera y pocas nueces.El edificio del Canódromo no acogerá, finalmente, el Centro de Arte Contemporáneo. Los representantes de la comisión delegada del Macba, Jaume Ciurana, teniente de alcalde de Cultura; Ferran Mascarell, consejero de Cultura, y Bartomeu Marí, director del Macba, han comparecido ante la prensa para dar a conocer las decisiones sobre el futuro de este equipamiento cultural, “fruto de meses de conversaciones y de dos informes técnicos”.
Ciurana insistió en “la necesidad de reforzar el Macba como apuesta de ciudad y país, y como punta de lanza del sistema del arte contemporáneo, que pasa por una mayor visibilidad de la colección y de los programa educativos y públicos, así como por la resolución de un problema endémico que es nuestra capacidad de patrimonialización”. “La colección del Macba debe tener una relevancia y visibilidad mayores, sin fagocitar las exposiciones temporales”, aseguró Marí, abriendo la veda a posibles colaboraciones con el cercano CCCB, que podría ceder una parte de sus espacios expositivos al museo.
“La relación entre el Macba y el CCCB mejora a nivel de gestión buscando todo el ahorro posible, a través de la coproducción proyectos”, señaló Marí en este sentido, confirmando, además, la voluntad de ampliar el Macba también al edificio del FAD.
Pero antes de llegar al tema clave de la reunión de ayer, el Centro de Arte Contemporáneo, los políticos quisieron dilucidar la relación patrimonial entre el Macba y el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). “Se habló de un conflicto que nunca ha existido y ahora se ha concretado la idea de considerar los fondos de los dos museos como una única colección al servicio del ciudadano. Es una política que no afecta a la identidad de los centros, sino que se enmarca en un plan de colaboración e intercambio”, explicó Mascarell. Según el consejero, la relación se extiende a otros sectores e instituciones, como la Filmoteca y los ámbitos escénicos y universitarios. “Un ecosistema se compone de muchas voces y la relación entre todas hace que el sistema funcione”, aseguraron al unísono.
Finalmente se anunció la decisión sobre el Centro de Arte, la misma que este diario adelantó el domingo: ubicarlo en los 500 metros cuadrados de la planta baja de la Fabra i Coats, un edificio con tres plantas más que le permitirían crecer con el tiempo hasta los 2.400 metros cuadrados expositivos. Pero tanto, la actividad de la Fabra i Coats, como la de La Virreina, será programada por una mesa gestionada por el Macba, lo que pone las bases del “pensamiento único” que tanto preocupa a artistas, galeristas y comisarios. No hay que olvidar que el Macba, desde 2009, ha reducido un 18% su dotación económica y el número de visitantes en 50.000.
Küng tras ganar el concurso ha padecido una situación totalmente surrealista estos últimos dos años
Según Ciurana, acabar las obras del Canódromo, que será entregado a Barcelona Activa, una de las nuevas entidades destinadas a potenciar las industrias culturales, no requiere más que de 700.000 euros. Por su parte, Mascarell confirmó que tiene un presupuesto de un millón de euros para repartir entre los nueve centros de arte contemporáneo de Cataluña.
A Moritz Küng, director elegido del Canódromo, se le propondrá la rescisión del contrato y una indemnización pactada, “ya que el presupuesto ordinario del Canódromo, tal como lo planteó, es inviable mientras estamos intentando crear un modelo sostenible y coherente”, concluyó Mascarell. Consultado por este diario, Küng, que tras ganar el concurso ha padecido una situación totalmente surrealista estos últimos dos años, indicó ayer que espera consultar con sus asesores legales antes de tomar una decisión sobre cuál será su respuesta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.