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HUELGA GENERAL

Los trabajadores de la industria catalana secundan el paro

CC OO y UGT cifran el seguimiento de la huelga a las 11.30 horas en el 82% Salvo algunos sabotajes, el transporte público funciona con servicios mínimos Las entradas a la ciudad de Barcelona sufren colas de hasta seis kilómetros

Quema de neumáticos en la entrada de Mercabana en la Zona Franca de Barcelona.
Quema de neumáticos en la entrada de Mercabana en la Zona Franca de Barcelona.TEJEDERAS

“¡Tengo el mismo derecho a ir a trabajar que vosotros a hacer huelga!”, gritaba una trabajadora. “Sí”, le han respondido, “todos tenemos los mismos derechos; pero, si no hacemos huelga, pronto no tendremos ninguno”. “Nosotros estamos palmando 120 euros por los derechos de todos”, han añadido. El sector industrial del área metropolitana de Barcelona y la zona petroquímica de Tarragona ha arrancado el día con una actividad mínima, ya que sus trabajadores se han sumado a la huelga general que han convocado las principales organizaciones sindicales. El paro ha sido masivo en las grandes empresas, sobre todo las del metal, como Nissan, Seat, Ficosa y Valeo, que mantienen totalmente paralizada la actividad. El otro sector que ha apoyado mayoritariamente la huelga ha sido el del transporte. Salvo algunos sabotajes, este funciona con servicios mínimos.

Si la noche ha transcurrido tranquila, a las 7.30 horas, en las decenas de rotondas que rodean los polígonos industriales, han comenzado a vivirse momentos de tensión entre los piquetes y los conductores que se dirigían a su lugar de trabajo en distintos puntos del área metropolitana. La tensión en el entorno de Seat ha obligado a cinco patrullas de Mossos a intervenir en varias ocasiones cuando piquetes y trabajadores han llegado a las manos. Unos y otros se han enzarzado en la clásica discusión de las huelgas entre los derechos de unos (a hacer huelga) y los de otros (a trabajar).

Los servicios mínimos

Transporte urbano e interurbano. Renfe, Ferrocarriles de la Generalitat, el metro y los autobuses de Barcelona funcionarán en un 33% del servicio en horas punta: de 6.30 a 9.30 de la mañana y de 17 a 21 horas. El bus al aeropuerto funcionará con la mitad de frecuencia.

Transporte de mercancías. El transporte de mercancías imprescindibles para abastecer los establecimientos sanitarios y las farmacias funcionará como en un día festivo.

Asistencia sanitaria, tanto en centros públicos como privados. Se garantiza el servicio normal en urgencias y unidades especiales. Se realizarán también las operaciones que no se pueden aplazar y los tratamientos de quimioterapia. Además se garantiza la atención a los pacientes.

Educación. Los centros de educación infantil y primaria (3 a 12 años) habrá un integrante del equipo directivo y un maestro por cada seis aulas, mientras que en las guarderías trabajará una persona de dirección y un tercio de la plantilla.

Atención a emergencias. Los centros de atención y gestión de llamadas de urgencias y de emergencias como las sanitarias, de policía, bomberos o violencia de género se dotará del servicio necesario para prestar servicio.

Administración. Se ha dictado un mínimo de tres persona por cada centro de hasta 100 trabajadores y de cuatro a partir de estos empleados.

El paro en Seat, la primera empresa industrial de la zona, ha sido masivo. “Aquí no ha entrado ni el gato”, ha manifestado gráficamente el presidente del comité de empresa, Matías Carnero (UGT), en Martorell. El paro en la planta de automóviles arrastra a todo el polígono Norte, puesto que las industrias que abastecen a la compañía automovilística trabajan just in time. Prueba de ello es que, además de estar vacíos los aparcamientos de los trabajadores, no había ni un solo camión.

La industria era clave para los sindicatos, dado su peso en la economía catalana, de cerca del 28% del producto interior bruto (PIB). Además del sector automovilístico, también han parado las industrias que atraviesan conflictos o acaban de salir de ellos, como Yamaha, Derbi y Panrico. El representante de CC OO en Derbi, Fernando Cornejo, ha explicado que el polígono de Martorelles (Vallès Oriental) está “completamente paralizado”. Solamente ha habido problemas en Coca-Cola, “donde los empleados obligados a trabajar han tenido que entrar escoltados por la policía”, ha explicado Cornejo, igual que ha ocurrido en el centro de El Corte Inglés de Montornès. El polígono industrial del SIM Vallès, en Santa Perpètua de Mogoda, también ha quedado bloqueado. En Mercabarna, el mercado del pescado y el de la carne han estado cerrados toda la noche.

Los sindicatos UGT y CC OO han cifrado a las 11.30 la participación de la huelga en el 82% de los trabajadores. En el transporte, aseguran, el seguimiento es del 100%, en la industria del 95% y en la educación del 75%. Los dos grandes sindicatos también recuerdan que aproximadamente el 10% de los trabajadores "se han visto obligados a trabajar" para dar cumplimiento a los servicios mínimos. La patronal Pimec, sin embargo, ha rebajado esas cifras de participación. La organización calcula que han secundado la huelga el 24,3% de los trabajadores catalanes; concretamente, el 64,7% los empleados de las grandes empresas, el 20,3% de las medianas, el 14% de las pequeñas y el 7,8% de las microempresas, el 7,8%. Por otra parte, la Confederación de Trabajadores Autónomos informa de que casi la mitad de este sector secunda la huelga: taxi, transporte, agricultores y "buena parte del comercio".

El seguimiento de la huelga en las Administraciones públicas ha sido del 78%, según los sindicatos, aunque el Departamento de Gobernación ha recortado ese porcentaje al 12,76% de su plantilla. La Generalitat también ha rebajado la participación en la huelga del profesorado hasta el 16,26% del personal docente y ha afirmado que el 93% de los centros públicos y privados han abierto "sin problemas".

En Tarragona, el seguimiento de la huelga en la industria petroquímica está siendo masivo. “El seguimiento es del 100%, solo se cubren los servicios mínimos para garantizar la seguridad y preservar el medio ambiente”, ha asegurado Vicenç Moya, secretario general del sector químico de CC OO en Tarragona. Los piquetes informativos están instalados desde las cinco de la madrugada en los principales accesos a las fábricas. Desde esa hora un centenar de personas bloquean la entrada de las refinerías de Repsol y Dow Chemical del polígono Norte, informa Mercè Pérez. El seguimiento también es total en las nucleares de Ascó y Vandellòs, según  CC OO.

Los 'mossos' han tenido que intervenir en Seat cuando los piquetes y algunos trabajadores han llegado a las manos

Mientras tanto, en las cocheras de TMB, en Barcelona, los conductores que habían de cubrir los servicios mínimos han podido entrar sin problemas a trabajar y han salido los primeros autobuses. El piquete ha tenido tres cometidos, a cuál más importante: uno, evitar que entrara algún trabajador sin el papel que le acredita como cumplidor de servicios mínimos; dos, controlar que solo salieran los vehículos pactados con la empresa, y tres, encender una gran fogata para dar épica al piquete. Este cometido ha sido de los más complicados, y es que todos los conductores querían poner de su parte. Se ha visto de todo: desde viajes en furgoneta para aportar a la fogata un minúsculo palé hasta el que tiró de clásico para gritar: "¡Más madera!". A los gritos de "¡esquirol!" y otros insultos irreproducibles un conductor añadió una mezcla entre esquirol y asqueroso: "¡Esquiroso!".

El tráfico para acceder a la capital catalana es mucho más denso de lo habitual, con colas de hasta seis kilómetros en los accesos del sur. Según ha explicado el Servicio Catalán de Tráfico, los piquetes han quemado neumáticos o han lanzado clavos en la carretera para parar el tráfico. Por el sur, la B23 ha estado cortada desde las siete de la mañana, lo cual ha provocado esas retenciones, mientras que la entrada por Bellvitge sigue con un carril cortado. Por el norte, hay dos carriles cortados en el nudo de la Trinitat que han causado colas y lo mismo sucede en la entrada por la plaza de las Glòries, que ha estado cortado en los dos sentidos de la marcha.

El consumo eléctrico ha caído el 22% respecto a un día laborable y el 10% en relación al domingo

El aeropuerto de El Prat empieza a registrar ya las primeras complicaciones. Entre las seis y las nueve de la mañana se han producido una veintena de cancelaciones y ahora los vuelos llevan un retraso medio de unos 20 minutos. Los sindicatos atribuyen esas suspensiones a que las compañías programaron más vuelos de los que correspondían a los servicios mínimos. Previamente, AENA ya había cancelado 120 operaciones.

Los primeros datos de consumo eléctrico que manejan los sindicatos indican que este ha sido incluso el 10% inferior al de un domingo. A las seis de la mañana era de 19.793 megavatios, cuando el domingo a la misma hora era de 22.239. En comparación con el jueves pasado, el consumo ha caído el 22%.

A las 5.30 los líderes de los sindicatos CC OO, UGT y USOC han acudido a un piquete en la estación de Ferrocarrils de la Generalitat en la plaza de Catalunya, acompañados de los dirigentes de ICV, Joan Herrera, y ERC, Oriol Junqueras. El secretario general de CC OO, Joan Carles Gallego, ha asegurado que "Cataluña está paralizada" y el de UGT, Josep Maria Álvarez, ha destacado el seguimiento masivo en la industria. Ambos han recordado que los servicios mínimos se están cumpliendo a rajatabla. La secretaria general de USOC, Antònia Gil, ha hecho un llamamiento a participar en las manifestaciones de la tarde contra "la peor reforma laboral de la democracia".

El piquete al que han acudido sindicatos y partidos de izquierda en el transporte, simbólico por el amplio respaldo que obtienen siempre en este sector, ha coincido con la salida de varios grupos de jóvenes de las discotecas del centro de la ciudad. Con el metro y los Ferrocarrils todavía cerrados por los servicios mínimos, estos han tenido que aguardar en la puerta. Alguno de esos jóvenes, en estado de embriaguez, ha empezado a gritar de forma muy animada indistintamente contra los sindicatos y la patronal, lo que las organizaciones han intentado acallar, sin demasiado éxito, con música y los silbatos.

Los sindicatos ya califican de "éxito" la convocatoria, mientras que las patronales la consideran una irresponsabilidad,  alertan de las pérdidas económicas que puede causar y cuestionan la mala imagen que puede dar de España. La patronal Pimec ha organizado un dispositivo para informar a las empresas sobre la huelga, así como para recopilar las incidencias y afectaciones que se vayan produciendo a lo largo de la jornada.

Tibio seguimiento en el comercio

A partir de las 9.30, un grupo de piquetes se ha concentrado delante del edificio de El Corte Inglés bloqueando la entrada e impidiendo el acceso de público al establecimiento. Minutos después de las 10.00, una avalancha de manifestantes se ha precipitado ante una de las puertas del recinto, que acababa de abrirse al público. “Menos policía, más educación”, se oía entre la multitud. Pocos se decidían, sin embargo, a entrar al almacén. “¿Se puede entrar?”, preguntaba algún turista desconcertado.

El pequeño comercio ha afrontado la jornada de parón de forma tibia y con ‘normalidad’. El número de tiendas cerradas a primera hora era prácticamente el mismo que el de las que mantenían sus persianas abiertas. Las tiendas pequeñas son las que mayoritariamente han secundado la huelga frente a las grandes marcas, que únicamente cerraban sus puertas cuando los piquetes se instalaban frente a ellas con banderas y pegatinas de rechazo a la reforma laboral. “No me puedo permitir cerrar y perder un día de ventas mientras los grandes permanecen abiertos”, aseguraba el dueño de una zapatería en Portal del Ángel. No obstante, muchos locales de barrio mantenían sus persianas a medio abrir mientras sus trabajadores informaban a clientes despistados por el ambiente de que se podía acceder a ellos pero que adoptaban esa postura “por pura seguridad”.

En el céntrico mercado de la Boquería, los puestos con actividad no superaban el 50% y se informaba de que el horario será el de todos los días; sin embargo, los consumidores eran en su mayoría turistas ajenos a las protestas. Una trabajadora de un puesto de frutas aseguraba estar “en desacuerdo con la reforma” pero parar un día “supone comer un día menos”. “Hemos abierto con normalidad y sin incidentes, y respetándonos entre los que hemos querido estar y los que han decidido cerrar”. Sin embargo, el mercado de Santa Caterina permanecía totalmente desierto y sin poder acceder a su interior.

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