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La senda de las empresas verdes

El programa Ecoeficiencia impulsa un modelo de producción sostenible

Roberto Mielgo, director gerente de Shuton, una mediana empresa de Álava —82 trabajadores—, cuenta orgulloso como en los Premios Europeos de Medio Ambiente, su firma quedó tan sólo por detrás del gigante Sener en los ámbitos de Euskadi y España. Obtuvo dos accésits en la categoría Proceso para el Desarrollo Sostenible, por haber sabido adaptar la compañía a unos estándares de sostenibilidad, un reconocimiento a años de esfuerzo en el terreno. El convencimiento de que otra forma de producción es posible animaron a la compañía a sumarse al programa Ecoeficiencia en la Empresa Vasca impulsado por el departamento de Medio Ambiente.

El proyecto, cuyo primer balance se hizo público la semana pasada, ha conseguido que más de 500 empresas vascas trabajen con el objetivo de desarrollar un modelo de producción sustentado en los pilares de ecoeficiencia, innovación y sostenibilidad. Una meta que en el caso de Shuton llevan tiempo persiguiendo.

La compañía, radicada en Goiain y especializada en la fabricación de husillos a bolas de precisión un componente para máquina herramienta, se ha servido a lo largo del primer año de vida del proyecto de varias de las medidas propuestas desde el Ejecutivo vasco. Shuton ha participado en talleres de formación específicos para trabajadores sobre medio ambiente, se ha beneficiado de ayudas para la inversión en “activos ecoeficientes” y ha aprovechado el potencial de Ihobe, Sociedad de Gestión Ambiental, en materia de asesoramiento, enumera el director gerente de la compañía y antiguo responsable de Medio Ambiente de la misma.

“Lo primero que hicimos fue utilizar el servicio que nos ofrecía este programa para presentarnos a los premios europeos de Medio Ambiente”, recuerda Mielgo. Luego vinieron los cursos y otra serie de recursos, como el asesoramiento para el cambio de maquinaria de la compañía, el proceso de renovación que precisamente les llevó a hacerse con el galardón. “Cuando una empresa piensa en realizar alguna inversión, hay un listado de las soluciones que puedes encontrar en el mercado que medioambientalmente tienen menos impacto”, explica.

500 compañías participan en el proyecto del Gobierno vasco

Las 500 empresas que han participado en el programa —en total, 36.000 trabajadores y una facturación de 39.000 millones de euros— han adoptado 350 medidas medioambientales. La mayoría de ellas están relacionadas con la implantación de técnicas más limpias y reutilización de residuos, que han permitido un ahorro de 62.000 toneladas de materias primas, valorizar 83.000 toneladas de residuos no peligrosos, y reducir el consumo de agua en unos 70.000 metros cúbicos.

La compañía alavesa, en concreto, como detalla su responsable, ha conseguido por su parte reducir de forma significativa la cantidad de residuos que genera. Si en 2000 años antes de iniciar su proceso de transformación tecnológica generaba 25 toneladas de lodos oleosos de rectificado, ahora la cifra se ha reducido a 10 toneladas “contando todo tipo de residuos y con una producción que dobla la que teníamos entonces”, tal y como apostilla Mielgo.

Shuton, según cuenta su responsable, además ha registrado un descenso significativo de agua y energía por “cambios en los hábitos del personal”. De ahí la importancia de la formación de los empleados y de los talleres en los que ha participado la compañía, defiende el director gerente de la firma.

“Tú puedes invertir y poner las mejores tecnologías, los máximos recursos, pero es muy importante contar con gente concienciada. Con gente que cuando se tomen determinadas decisiones remen a favor, las entiendan y empujen la empresa en el sentido de mejorar nuestro comportamiento”, puntualiza el responsable de la firma alavesa, que exporta el 95% de lo que produce y cuenta entre sus principales mercados Asia.

Los primeros pasos que Shuton recorrió por la senda de una producción sostenible se remontan a los años 90, cuando también de la mano de Ihobe, y un estudio que ésta impulsó, detectaron en que áreas la empresa podía mejorar en lo que a medio ambiente se refiere.

Luego llegaron los pasos para conseguir el certificado ISO 14.001. Para ello, la compañía impulsó junto a otras empresas relacionadas con el sector de la máquina herramienta un taller para conseguir su objetivo, que acabo llegando en 2005. “A partir de ahí la empresa empezó a dar pasos mejorando su sistema productivo y reduciendo los residuos generados para terminar implantando un modelo de gestión medioambiental”, resume Mielgo, “porque claramente esas mejorar no se circunscriben al ámbito empresarial, trascienden a la sociedad. Contaminar menos o utilizar menos recursos es una mejora para todos”.

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