Metro achaca el desplome de viajeros de enero a las últimas huelgas

El número de usuarios de Metro de Madrid, y en general de todos los medios de transporte público, cae sin freno desde que arrancó la crisis en 2008. Pero en enero el descenso ha sido dramático. Madrid perdió un 9,9% de usuarios ese mes respecto a enero de 2012, muy por encima de los autobuses urbanos, con un 3,3% menos. Se quedó en 45 millones de trayectos. Solo un mes antes, en diciembre, la bajada fue de menos de un 2% (55,3 millones).

Metro achaca ese descenso a los motivos de siempre —una bajada generalizada y en picado de la actividad económica y del empleo, que sitúan la pérdida media de los metros españoles en el 7%— pero también a las huelgas que ha sufrido Madrid desde el verano y que sumaron cinco jornadas en diciembre y otras dos en enero. Según un portavoz de la empresa pública, ese tipo de protestas desestabilizan la demanda y hacen que los usuarios recelen del transporte público. O, dicho de otro modo, las huelgas “hicieron que muchos ciudadanos dejaran de utilizar el transporte público, como consecuencia de los perjuicios graves que estaban ocasionando los paros de los sindicatos al reivindicar sus demandas salariales”, según explicó ayer el viceconsejero de Transportes, Borja Carabante.

La última protesta convocada tuvo lugar el 5 de enero, el día de la Cabalgata de Reyes de Madrid. La empresa pública fijó unos servicios mínimos que suponían una oferta del 90% de los trenes y que los trabajadores acabaron respetando pese a que amenazaron con no hacerlo. Tras esa jornada, febrero fue un mes de pausa, pero las protestas regresan en marzo, en mitad de la negociación del nuevo convenio y con una visita ilustre a las puertas, la de los evaluadores del Comité Olímpico Internacional (COI).

Los miembros del COI llegan el 18 de marzo a Madrid y, si las negociaciones no lo impiden, a partir del día 19 su visita coincide con tres jornadas de paros parciales en Metro de Madrid y en los autobuses urbanos de la EMT. En el caso de Metro, los trabajadores protestan por el nuevo convenio, para el que Metro ha propuesto recortar un 10% de media los sueldos o despedir a 720 empleados (algo menos de una décima parte de la plantilla). Los trabajadores de la EMT se movilizarán contra la eliminación de la paga extraordinaria del pasado diciembre que afecta a todos los empleados públicos españoles. En ambos casos, son paros parciales de tres horas distribuidas en horarios distintos cada día.

Los sindicatos de Metro han convocado además manifestaciones en el centro de Madrid y en el distrito de San Blas. Una de ellas, prevista el 20 de marzo, termina junto al Estadio de La Peineta, en la estación de Metro de Estadio Olímpico. En principio, no se cruzarán con los representantes del COI. La manifestación está convocada hasta las 13.00 y los visitantes olímpicos llegarán a La Peineta después de comer.

Queda al menos un intento para frenar las protestas el próximo jueves, cuando los sindicatos y Metro se reúnen de nuevo a negociar. Hay un precedente olímpico con final feliz. En 2009, con motivo de una visita de evaluación para la candidatura de los juegos de 2016, las centrales también convocaron paros durante el examen olímpico, que finalmente fueron suspendidos durante la negociación.