Protesta ante la sede de Bankia en Valencia al grito de “arbitraje, maquillaje”
Decenas de afectados por las preferentes se concentran para exigir la devolución de su dinero El banco tendrá que devolver 6.600 euros a una afectada por las preferentes
Decenas de personas afectadas por participaciones preferentes y deuda subordinada de Bankia se han congregado en la mañana de este jueves frente a la sede de la entidad en Valencia, donde se presentan los resultados del primer semestre del año, al grito de "no hay pan para tanto chorizo", "ahí está la cueva de Alí Babá" o "arbitraje, maquillaje".
Acompañados de un chorizo gigante y con caretas del presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, los manifestantes han criticado duramente la gestión de la entidad y han reclamado que se les devuelva "hasta el último euro".
Por su parte, la coordinadora de Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros) en la Comunidad Valenciana, Lorena García, ha señalado que con esta concentración se pone fin de momento a la campaña "toque a la banca" durante el periodo de verano y ha insistido en que los procesos de arbitraje "no son una solución".
A su juicio, con los beneficios declarados por la entidad en el primer semestre debería "pagarse a los ahorradores afectados, que no son inversores".
Condena a Bankia
Este mismo día, el juzgado de Primera Instancia número 1 de Valencia ha condenado a Bankia a devolver 6.600 euros a una mujer de 60 años que compró participaciones preferentes sin que la entidad le ofreciera una información "clara, correcta, precisa, suficiente y entregada a tiempo para evitar su incorrecta interpretación", según consta en la sentencia facilitada por la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), entidad que ha representado a la mujer.
Viuda desde muy joven, la mujer puso en un fondo de inversión el dinero que obtuvo de la liquidación de su floristería y de algunas cosas de su marido. En marzo de 2012 recibió una carta de la entidad en la que se hablaba de participaciones preferentes y deuda subordinada perpetua, y a continuación empezó a recibir llamadas telefónicas para canjear sus preferentes por acciones, pero ella no quiso. Ante su actitud, la directora le dijo que o firmaba el canje, o perdía su dinero. Y a partir de entonces ni percibió intereses ni recuperó el dinero.
Según recoge la resolución judicial, la mujer es una "consumidora" y con un perfil "minorista" sin conocimientos financieros que, por su edad, formación, perfil económico modesto y conservador, "no era una persona a la que fuera dirigido este producto financiero complejo" y que, además, había confiado en la entidad bancaria demandada para depositar su dinero, "pero nunca en productos de alto riesgo como el presente en que no sólo llega a no percibir interés sino a perder su capital"
Avacu sigue recibiendo consultas de consumidores relativas a estos productos y ha atendido en los primeros seis meses del año a más de 1.200 personas afectadas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.