“Ya hemos reclamado por vía judicial intereses de deuda a la Generalitat”
El rector de la Universitat de València Esteban Morcillo anuncia que se presentará a la reelección
Tras obtener un 90% de apoyo en su último informe de gestión ante el claustro de la Universitat de València y conseguir aprobar los presupuestos del año 2014 con una reducción del 1%, el rector Esteban Morcillo ha manifestado su intención de presentarse a la reelección para un segundo mandato. Catedrático de Farmacología en la Facultad de Medicina, se considera respaldado por la comunidad universitaria, por un lado, y por otro, no le parece dramática la posibilidad de una eventual derrota ante otro candidato. Su conversación cordial e incansable retrata a alguien que sabe disfrutar de la vida, cualidad sin duda útil cuando se han tenido que gestionar cuatro de años de recortes, subidas de tasas, restricción de becas y recursos judiciales del Ministerio de Hacienda a las propias contrataciones.
Pregunta. Ha sido usted el rector de la crisis económica. ¿Ha pensado en algún momento en dimitir?
Respuesta. Para ser precisos, en 2010 la Generalitat cumplió en sus pagos mensuales e incluso se recibió la anualidad de la deuda antigua, anterior a 2008, y la universidad comenzó con un balance económico positivo. En agosto de 2011 comenzaron los impagos de la Generalitat y los atrasos, de manera que a fecha de hoy hemos acumulado tres meses de desfase, lo que supone 66 millones de euros de deuda reciente. La deuda antigua asciende a 246 millones, aunque la parte comprometida a pagar hasta 2022 aún no la podemos reclamar.
P. Se entiende que para un rector hay un límite de impagos soportable.
R. Hay una línea roja que un rector no quiere cruzar como, por ejemplo, llegar a rescindir contratos de profesores, como ha sucedido en alguna universidad catalana. En la Universitat de València hemos hecho esfuerzos por optimizar los recursos docentes. Pero estamos ya en el hueso.
P. De momento han podido asumir la reducción de un 0'5% en el presupuesto autonómico de 2014 para las universidades.
R. El ajuste presupuestario está en el borde del precipicio, pero no hemos caído en el precipicio.
P. Para reducir la subvención a las universidades se ha argumentado que recaudarían más por la subida de las tasas. ¿Lo han notado?
“Hemos hecho esfuerzos por optimizar los recursos. Pero estamos ya en el hueso”
R. No existe tal incremento. En la Universitat de València lo tenemos demostrado con dos millones de euros menos de recaudación este curso.
P. ¿En qué punto sitúa el límite del ajuste presupuestario?
R. Si el ajuste presupuestario hubiese llegado a una disminución del 5% yo hubiera presentado mi dimisión, porque en ese caso la subvención ordinaria de la Generalitat caería por debajo del capítulo 1 [el que corresponde al personal] y eso es inasumible, porque habría que despedir a contratados laborales, ningún rector lo hubiera aceptado. Hay que entender este planteamiento en el contexto de un recorte para las universidades catalanas superior al 10%.
P. ¿Ha llegado a decir a la consejera de Educación que si no podía pagar la nómina dimitiría?
R. Si. Es una obligación, si no puedes pagar la nónima has de dimitir.
“Si el ajuste hubiese llegado a una disminución del 5%, hubiera dimitido”
P. Eso ¿ha estado a punto de suceder?
R. El momento más grave fue en el mes de abril. Tanto la Universidad de Alicante como la de Valencia tuvimos dos o tres días de retraso en el pago de la nómina. Pero el nuevo consejero de Hacienda ha cumplido el compromiso de mantener la subvención mensual e intentar conseguir algo más para pagar las dos pagas extraordinarias. También dijo que no podría pagar nada de la deuda antigua, histórica.
P. ¿Podría ser una de las últimas decisiones de su mandato presentar el contencioso para cobrar una parte de esa deuda, como han anunciado?
R. La Universitat de València ya ha presentado un recurso contencioso administrativo a la Generalitat para reclamar los intereses de deuda que hemos tenido que satisfacer por no haber podido pagar a empresas a su debido tiempo, con los fondos propios de la universidad.
P. ¿Cuánto suponía?
R. Un poco más de siete millones de euros, acumulados en los últimos años por ese tipo de pagos.
P. ¿Y algún otro?
R. El siguiente será el correspondiente a la anualidad de la deuda de 2013.
P. ¿Ese recurso entraría dentro de este mandato?
R. Creo que en este no, porque son varios los meses que hay que dar de respuesta a los requerimientos previos antes de proceder por la vía judicial. En nuestro caso siempre las vías de diálogo con la Consejería de Educación y la de Hacienda se han mantenido abiertas, a pesar de los desencuentros y discrepancias en las subidas de tasas o, ahora, con la creación de universidades privadas.
P. Eso se ha dicho de usted: dialogante pero poco reivindicativo. En el claustro constituyente de esta misma semana se lo recordaban los representantes de los alumnos.
R. Desde el claustro y desde el Consejo de Gobierno nos hemos posicionado con claridad y contundencia frente a políticas hechas desde el Gobierno central o autonómico, frente a decretos, a la LOMCE, al informe de los expertos, el decreto Wert, o el cierre de RTVV. Hemos respaldado a la Plataforma de Apoyo a la Universidad Pública, donde están los sindicatos y los estudiantes. Una reivindicación más intensa como la de ir con la pancarta, para un rector tiene que ser fruto de un acuerdo de claustro o de consejo de gobierno. Si llega un momento en el cual hay un acuerdo del claustro que pide que se haga una manifestación, el rector tendrá que elegir entre irse a su casa o estar al frente de la manifestación.
P. ¿Son conscientes de la deriva en la calidad de la docencia que se va a producir con los límites de la tasa de reposición de profesorado y las dificultades para crear banquillo de profesores nuevos?
R. Somos conscientes y estamos preocupados. La magnífica universidad pública que hemos alcanzado en docencia e investigación es fruto de una consolidación y del fin de la precarización de las plantillas que se produjo décadas atrás. Pero ahora todo apunta a que el sistema se ha parado, justo en un momento en que se cruzan dos problemas. Por un lado, el envejecimiento reconocido de las plantillas, donde la edad media del profesorado está bien por encima de los 50 años, al menos en la Universitat de València. Por otro, la plantilla se encuentra con muchos jóvenes investigadores y docentes con magníficos currículos a los que no podemos ofrecer una carrera profesional.
P. ¿Usted es vocal primero de la CRUE. ¿Qué piensan hacer?
R. Lo grave es que la política de las universidades la esté marcando el Ministerio de Hacienda. Lo que pedimos con urgencia es más autonomía universitaria, de forma que la subvención ordinaria a las universidades se mantenga, como mínimo, por encima de la línea roja del capítulo 1, y que las universidades puedan administrar esa asignación para decidir sobre sus políticas de profesorado.
P. ¿Dónde lo piden? ¿Han tenido receptividad?
R. Lo hemos pedido desde la ejecutiva de la CRUE en el último consejo de universidades, del pasado 11 de diciembre. Al menos hay voluntad de diálogo: se ha creado un grupo de trabajo entre la CRUE y el Ministerio de Educación para ver si somos capaces de implementar medidas como son la llamada tasa de reposición dinámica o la posibilidad de administrar la masa salarial por parte de la propia universidad.
El tema del profesorado fue considerado en el Consejo de Universidades como el más acuciante que tenemos en el sistema universitario actual porque tres años de diezmar el profesorado son inasumibles. Si de las plazas de personal que se está jubilando y amortizando solo se repone el 10% solo existe una palabra: diezmar.
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