Un instituto fantasma en Loeches

A comienzos del pasado verano, el alcalde de Loeches (8.200 habitantes), Antonio Notario (PP), visitó las clases de sexto de primaria del colegio Duque de Alba y Conde Duque de Olivares y preguntó a los niños: “¿Qué queréis?”. “Un instituto”, respondieron. El alcalde afirmó: “Pues tendréis un instituto”. Pero apenas unos meses antes, en abril, el Ayuntamiento había aprobado una modificación urbanística que dejó en el limbo el desarrollo del terreno sobre el que se debía construir ese centro educativo. De ahí que María Ángeles, madre de uno de los casi cien niños que deberían poder entrar en el instituto en septiembre, afirme: “Hemos sido engañados por el alcalde. Nos ha tomado del pelo”.

El regidor había asegurado que la construcción del instituto se iniciaría en enero de 2015, con la idea de inaugurarlo en septiembre. En octubre pasado, el Ayuntamiento colgó en su página de Facebook un vídeo en el que el número dos del Gobierno regional, Salvador Victoria, confirmaba “la ampliación de la oferta educativa” en Loeches. Entre los nuevos centros aprobados por la Comunidad, Victoria mencionaba el instituto de este municipio del este de la región, “con una sección bilingüe de 270 plazas”. Además, el Portal de Contratación Pública del Gobierno regional reflejaba la construcción de “nueve unidades y tres aulas polivalentes en el IES Loeches”, con fecha del 22 de octubre de 2014.

El Supremo anuló en 2012 el plan urbanístico del desarrollo

Alarmados porque los días pasaban sin noticias de esta obra, los padres empezaron a indagar. En febrero pasado celebraron una asamblea durante la que la concejal socialista Ana Manzano les suministró un acta del pleno municipal celebrado en abril de 2014, en el que se registró la votación de “la modificación de las normas subsidiarias del sector 2”, donde se encuentra la parcela en la que el alcalde dijo que se construiría el instituto. Se aprobó, con nueve votos del PP y cuatro abstenciones (tres del PSOE y una de IU), la suspensión de “la realización de actos de construcción y de edificación” por el período de un año.

El problema venía de atrás. En diciembre de 2012, el Tribunal Supremo había anulado el Plan Parcial del Ayuntamiento que incrementaba el número de viviendas a construir sobre ese terreno, lo que obligaba a realizar un nuevo planteamiento urbanístico. Sin embargo, desde la sentencia del Supremo, el Ayuntamiento no había presentado ninguno. Además, un ciudadano denunció ante la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo un presunto delito de prevaricación y otro contra la ordenación del territorio precisamente por ese terreno.

Según el alcalde, el instituto no se ha podido construir aún “porque dos vecinos (uno particular y otro una empresa) interpusieron procesos judiciales, basándose en que la normativa urbanística dice que en todos los suelos que estén en proceso de modificación se suspende su uso”. “Los recursos de los vecinos están motivados por un interés político para que no construya el instituto antes de las elecciones”, afirma Notario.

 La modificación era necesaria para ajustar el Plan Urbanístico que el Supremo había declarado nulo. Sin embargo, el regidor afirma que “sí pueden disponer del suelo porque ya está desarrollado”. Ante la decisión del juzgado que ha aceptado la paralización cautelar del uso del terreno, Notario sostiene que es una “cuestión de interpretación”.

Notario también apunta que “no prometió” que construiría el instituto, sino que cuando fue a los colegios a hablar con los niños, él “informó que la Comunidad sí va hacer el centro educativo”. El alcalde asegura que “lo importante es que ya existe el instituto, aunque todavía no físicamente, y que los niños tienen una plaza reservada allí”.

Mientras tanto, los chavales que tenían que pasar al instituto fantasma de Loeches ya se han inscrito en él. Pero nadie sabe dónde realizaron el bachillerato el próximo curso.