El bombero que prendió fuego a Viña del Mar
Francisco Mondaca, de 22 años, lanzó artefactos incendiarios por distintas rutas de la región costera, los que causaron 137 muertes
La mañana del pasado viernes 2 de febrero Francisco Mondaca se detuvo en una bencinera ubicada en la ruta 68, que une Valparaíso con Santiago, para comprar un paquete de cigarrillos. El joven de 22 años condujo unos siete kilómetros para hacerse con el tabaco, a pesar de no fumar. Cerca del mediodía el sol del verano se resentía y el viento soplaba fuerte. Mondaca, técnico electrónico y voluntario del Cuerpo de Bomberos, regresó ...
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La mañana del pasado viernes 2 de febrero Francisco Mondaca se detuvo en una bencinera ubicada en la ruta 68, que une Valparaíso con Santiago, para comprar un paquete de cigarrillos. El joven de 22 años condujo unos siete kilómetros para hacerse con el tabaco, a pesar de no fumar. Cerca del mediodía el sol del verano se resentía y el viento soplaba fuerte. Mondaca, técnico electrónico y voluntario del Cuerpo de Bomberos, regresó a su coche blanco con la cajetilla. Era el último elemento que le faltaba para confeccionar artefactos incendiarios y prender fuego en la reserva natural Lago Peñuelas. Un fuego que, alimentado por el pastizal seco y avivado por las condiciones climáticas, se expandió en tiempo récord por la región de Valparaíso, arrasando con caminos, cerros, casas y 137 vidas.
Un par de días antes de la catástrofe, Mondaca se encontró caminando por la calle con su amigo Franco Pinto, de 31 años. Pinto había sido conductor de buses en Viña del Mar y entonces era brigadista de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) que, entre otras funciones, previene y combate los fuegos, por lo que habían coincidido en algunas emergencias. Cuando se toparon en Placilla, el municipio donde viven ambos, el brigadista le comentó al bombero que el 2 de febrero iba a “estar bueno” para prender fuego, particularmente en la Reserva Forestal Lago Peñuelas y la ruta conocida como Camino Viejo a Santiago. Así lo relató Mondaca en su declaración ante la justicia, según los documentos a los que accedió La Tercera. La Fiscalía regional de Valparaíso los imputó a ambos por el delito de incendio con resultado de muerte y los dejó en prisión preventiva.
En diciembre de 2022, Mondaca ingresó como voluntario a la 13° Compañía de Bomberos de Valparaíso “George Mustakis Dragonas”, en Placilla. Como todos los que quieren pertenecer a la institución mejor evaluada en Chile, tuvo que demostrar que no tenía antecedentes penales y gozaba de una salud compatible con el servicio. Además, por requisito del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, debió presentar los resultados del Test de Personalidad Multifásico de Minnesota (MMPI), someterse a un examen médico y realizar la capacitación académica por seis meses –seis ramos de 12 horas cada uno–. “Cada postulante debe costearse el test psicológico, pasa por un tema individual”, señala a EL PAÍS el Comandante de Bomberos de Valparaíso, Vicente Maggiolo. “Un psicólogo del Cuerpo de Bomberos revisa el certificado del MMPI que trae cada persona y puede comunicarse si lo ve necesario con el psicólogo que le realizó el test”, añade.
Mondaca, que ejercía de inspector de material menor en su compañía de bomberos, utilizó una caja de fósforos, hilo de volantín y cigarrillos para elaborar los dispositivos incendiarios que, según su declaración, su amigo Pinto le enseñó a confeccionar. Dentro del coche envolvió los cigarros en hilo y fósforos. “Los succionaba una sola vez para encenderlos y los lanzaba a través del vidrio del copiloto”, describió. Tras arrojar los primeros llamó a Pinto para informarle de que el trabajo ya estaba hecho. Esa fue la última vez que se contactaron. Luego, el voluntario expulsó otros artefactos más por distintas rutas y, cuando visualizó el humo, retomó la vía principal y condujo a gran velocidad hasta el cuartel de la 13° Compañía de Bomberos de Valparaíso. Su cuartel.
Durante meses, detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Medioambientales y Patrimonio Cultural (Bidema) de la Policía de Investigaciones (PDI) y el fiscal Osvaldo Ossandón, trabajaron en conjunto y arduamente para dar con él o los responsables de los incendios más letales de la historia de Chile. Finalmente dieron con Mondaca, a quien esposaron dentro del que hasta entonces fue su cuartel, ante los ojos incrédulos de sus compañeros de servicio. Aún conservaba en su habitación los artefactos incendiarios que no utilizó, y en su coche guardaba más de siete bengalas artesanales, además de fuegos artificiales.
Este lunes el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, compuesto de 16 compañías, que agrupan a más de un millar de voluntarios, decidió suspender las postulaciones en curso. El comandante Maggiolo explica que junto a un equipo profesional de salud se van a tomar un tiempo para revisar qué le falta al examen psicológico que permitió que una persona como Mondaca ingresara a las filas de la institución. Reconoce que los primeros días quedaron completamente noqueados con la noticia, pero que ahora es tiempo de levantar la vista. Esta misma mañana se produjo una emergencia incendiaria en Valparaíso a la que acudieron rápidamente los voluntarios. ”No hemos fallado en 170 años y tenemos más de 1.000 bomberos que no se merecen ser cuestionados por este tipo”, apunta.
Mondaca fue expulsado inmediatamente del Cuerpo de Bomberos y Pinto también está fuera de la Conaf. Según la versión del causante de los incendios, el autor intelectual fue el brigadista, quien le había dicho unos meses atrás que se ganaba mejor en la temporada de incendios por las horas extras. La frase deja entrever que ese fue el móvil de la fatal tragedia que destruyó más de 130 vidas y dejó unos 16.000 afectados.
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