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Margarita Cadenas: “Para un cineasta su cámara es su arma”

La cineasta venezolana Margarita Cadenas, que presenta esta semana su documental 'Mujeres del caos venezolano' en España, se somete al carrusel de preguntas de este diario

Elvira Palomo
La cineasta venezolana Margarita Cadenas.
La cineasta venezolana Margarita Cadenas.Alex Onciu

La intención de la cineasta Margarita Cadenas no era hacer una película política, pero su documental Mujeres del Caos venezolano habla por sí mismo. Las voces de Kim, María José, Eva, Luisa y Olga, muestran en primera persona lo que es vivir en la Venezuela actual. Una enfermera frustrada por la falta de medicinas en el hospital infantil; una comunicadora preocupada por conseguir pañales para sus hijos, que compra en el mercado negro al doble del precio por la escasez; una desempleada que se levanta a las 4.00 para conseguir un número que le permita acceder al supermercado para comprar lo que haya ese día en los anaqueles; una exfuncionaria policial cuyo nieto, el diputado Rosmit Mantilla, estuvo dos años encarcelado, y una madre que llora el asesinato de su hijo por las huestes de la Operación de Liberación y Protección del Pueblo (OLP) que puso en marcha en 2015 Nicolás Maduro. Después de disparar, reconocieron que no era la persona que buscaban. Olga sigue reclamando justicia. Cinco mujeres, cinco testimonios que reflejan los grandes temas que afectan a su país: Salud, escasez, injusticia, miedo y presos políticos.

El documental, que presenta esta semana en Madrid, ha sido reconocido en festivales internacionales de derechos humanos y forma parte de la selección oficial de los César 2019. Su crudeza ha emocionado a los venezolanos en el exilio, pero también ha generado un gran debate. La han acusado de hacer propaganda en contra del régimen de Maduro, ha recibido insultos en algunas presentaciones y amenazas, pero no le importa. Lo volvería hacer. Aunque vive fuera desde hace años, la frustración le movió a hacer lo que mejor sabe: “Para un cineasta su cámara es su arma”. Pese al éxito internacional no ha estrenado en Venezuela. Un embajador se ha ofrecido a proyectar la cinta, pero la cineasta teme por las protagonistas a las que se refiere -con cariño y admiración por su coraje-, como “mis mujeres”.

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Usted ha hecho películas ¿Qué le mueve a hacer este documental?

La conciencia. Hasta ahora había hecho películas de aventuras y documentales, pero en 2016 empieza la crisis, los chats de la familia pidiendo medicinas... dije ‘tengo que hacer algo’. Conseguí el apoyo de dos mujeres maravillosas, que hicieron de mecenas y pudimos arrancar este proyecto (que se grabó casi de forma clandestina). Después de haber trabajado en cine, en publicidad... tomé conciencia del arma que tenía en las manos.

¿Por qué protagonizado por mujeres?

La mujer en la sociedad venezolana, a pesar de ser un país machista, no es la mujer que está en el hogar confinada, ha sido siempre muy activa, trabajadora. La madre tiene un papel importante, es una sociedad matriarcal.

¿Cómo define su película?

Mi película no es política, es humanista, intimista, es una inmersión en la vida de los venezolanos de todos los días. Por eso se vuelve en una película que genera muchísimo debate.

¿Qué significa para usted ser cineasta?

Yo no me veo nada más como cineasta, siento que siendo cineasta, teniendo la oportunidad de contar una realidad, se volvió un acto de responsabilidad. Antes no lo sentía así.

De niña quería ser...

Mis amigas soñaban con casarse, yo recorrer el mundo (risas).

¿Hay alguna película que le hubiera gustado hacer?

Cuando tenía 21 años estuve en Cannes (Francia), allí vi Fitzcarraldo una película de Werner Herzog, con Klaus Kinski, ambientada en el Amazonas y pensé si algún día hago cine me gustaría hacer una película como esta, salvando las distancias... El Amazonas y los indígenas han estado muy presentes en mi obra.

¿Cuál es el espectador perfecto?

El espectador perfecto es el que entra en la vida de la película y se deja llevar durante una hora y media y vive y sufre lo que sufren o lo que viven los personajes que está viendo. El cine es una magia, porque cuando entras en una sala de cine te entregas, estás en un sitio oscuro, oyes, ves y estás tú con lo que está pasando en la película, por eso la experiencia cinematográfica es la experiencia más envolvente.

¿Algún personaje de ficción con el que se identifica?

¡Cantidades! Depende de la etapa de la vida en la que uno esté. A veces puede ser romántico, a veces revolucionario… Evidentemente siempre me he sentido muy identificada con las mujeres que luchan por su lugar en la sociedad o de su trabajo. Zero Dark Thirty, el personaje de Maya, interpretado por Jessica Chastain. Es una película masculina, pero está vista a través de los ojos de una mujer, con sus fallas, debilidades, problemáticas, dificultades. El final de la película ella sola consigo misma, es desgarrador.

¿Con quién le gustaría sentarse en una fiesta?

Con Terrence Malick porque admiro muchísimo su filmografía, su manera de filmar, también tiene esa relación con la naturaleza, su película La delgada línea roja es de una poesía y de una dureza muy grande. Para mí es un gran poeta cinematográfica y me pasaría toda la noche preguntándole.

¿Algo que le quite el sueño?

Venezuela. Tenemos a unas personas al frente del país que están actuando como terroristas, están dispuestos a inmolarse y que se muera todo el mundo, antes de cambiar. Es preocupante porque ya no sabemos… Venezuela arrancó un proceso, estamos en una línea que es muy difícil volver atrás, pero ¿qué va a resultar de esto? Nadie sabe…

¿Cómo ve el futuro de Venezuela?

Creo que tenemos una nueva opción, hay gente que lo llama esperanza, yo lo llamo opción: por primera vez tenemos la posibilidad de que algo cambie. ¿Cuál es el resultado? No lo sé… Después de los muertos en las protestas de 2017 hizo que durante todo el 2018 en Venezuela se vivió una depresión colectiva.

¿Qué le diría a Nicolás Maduro?

Si realmente amas a Venezuela, si algún día te encontraras con tu propia conciencia, vete. Es hora de que Venezuela renazca, déjala vivir, no la mates. Lo que estás haciendo es destruir Venezuela y matando a los venezolanos.

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Sobre la firma

Elvira Palomo
Es redactora en la sección de Internacional. Licenciada en Periodismo y máster en Comunicación Política. Comenzó su carrera en la agencia Efe para la que fue corresponsal en Washington. Comenzó a colaborar con EL PAÍS en Montevideo. Ha trabajado como periodista multimedia en la BBC, en la mesa de edición de AFP para América y en Univision Noticias.

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