El Gobierno destinará 76,4 millones de euros a la protección del sector cultural
El Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto con un paquete de medidas de “ayuda extraordinaria” y un apoyo a créditos blandos de hasta 780 millones a través de la Sociedad de Garantía Recíproca
Siete semanas después de la declaración del estado de alarma, y tras una fuerte presión de los trabajadores y empresas dedicadas a la cultura, llegan las primeras ayudas destinadas a “garantizar la supervivencia de las estructuras culturales”. La inversión de la partida de “ayudas extraordinarias” ascenderá a 76,4 millones de euros. El Ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, se mostró en la rueda de prensa posterior al Consejo “muy satisfecho con este decreto” y aseguró que “llega en el mom...
Siete semanas después de la declaración del estado de alarma, y tras una fuerte presión de los trabajadores y empresas dedicadas a la cultura, llegan las primeras ayudas destinadas a “garantizar la supervivencia de las estructuras culturales”. La inversión de la partida de “ayudas extraordinarias” ascenderá a 76,4 millones de euros. El Ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, se mostró en la rueda de prensa posterior al Consejo “muy satisfecho con este decreto” y aseguró que “llega en el momento oportuno”. Uribes reconoció que la cultura “es un sector especialmente dañado porque depende del público”.
La medida más urgente que propone la norma es la inyección inmediata de capital. El texto reconoce que las medidas tomadas por el ministerio hasta el momento “no han resultado tan eficaces como cabría haber esperado, por no garantizar el acceso a la financiación y liquidez necesarios”. Se destinan 16,25 millones de euros para préstamos a las pequeñas y medianas empresas del sector, que se otorgarán desde una sociedad de garantía recíproca, CREA SGR, entidad mediadora de créditos que antes se dedicaba al audiovisual y que ahora servirá como engranaje para todo el sector cultural. Además, se incluyen 3,75 millones de euros para pagar el coste de apertura de los préstamos. En total, la suma asciende a 20 millones de euros para que CREA SGR pueda habilitar hasta 780 millones, distribuidos en seis líneas: audiovisual, artes escénicas, industria musical, industria del libro, bellas artes y otras empresas del sector. Cada línea recibirá una aportación de 40 millones de euros como mínimo.
Tal y como adelantó EL PAÍS, el préstamo de dinero público no estaba llegado a las empresas culturales, porque estas son insolventes a ojos de los bancos y en el mejor de los casos concedían los créditos al 3%, el doble de lo recomendado por el Gobierno. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, reconoció al sector en sus reuniones telemáticas “un mal endémico”. Según el Directorio Central de Empresas, el número de compañías culturales asciende a 122.673.
El ministerio reconoce con estas medidas que la cultura está entre los sectores económicos “especialmente afectados” por la pandemia. El conjunto de los espacios culturales y escénicos “se ha visto absolutamente paralizado, lo que ha abocado a sus profesionales a una drástica pérdida de ingresos y a una situación crítica, dada su fragilidad estructural”, explica el texto. Cultura asume que las particularidades del sector exigen medidas que complementen las de carácter general. “Estas singularidades hacían muchas veces ineficaces las previsiones generalistas, tanto para la protección de trabajadores como para las empresas, especialmente autónomos y pymes, que, a la pérdida de liquidez, sumaban la falta de acceso adecuado a la financiación”, se puede leer en la exposición de motivos del real decreto, en cuyo impulso ha desempeñado un importante papel la vicepresidenta Carmen Calvo, según fuentes de la industria cinematográfica. Por primera vez, además, Cultura señala que la crisis provocada por la covid-19 afecta, “de manera muy relevante a las mujeres del sector cultural”.
Para las artes escénicas y de la música se aprueban 28,2 millones de euros en ayudas extraordinarias. Jesús Cimarro, presidente de FAETEDA, patronal del sector, considera que son “unas primeras medidas de choque favorables”. “La suma económica es muy buen dato, tanto para las empresas como para los trabajadores”, apunta. “Deberían haberse implementado antes, pero bienvenidas sean. Hay propuestas que no están, como la prolongación de los ERTE hasta que se llegue a la normalidad de la actividad. Es fundamental que se baje el IVA de las entradas y de los cachés para reactivarnos”, reclama Cimarro. El ministro de Cultura avanzó en la rueda de prensa que están trabajando con el Ministerio de Consumo para resolver la cancelación de los festivales de música y la devolución del precio de las entradas adquiridas: “El cliente tendrá la última palabra, pero trataremos de proteger al sector”, explicó Uribes.
Las producciones audiovisuales no tienen inyección económica directa, pero a las productoras ahora se les adelantará hasta el 50% de la ayuda de proyecto. También se amplían los plazos para el cumplimiento de las obligaciones de las películas beneficiarias por las subvenciones ya aprobadas antes de la covid-19. Y una importante medida reclamada desde hace años por la industria audiovisual: se incrementan los incentivos fiscales a la producción extranjera y nacional y pasan al 30% en el primer millón de euros. Esto se ha hecho al modificar la Ley del Impuesto sobre Sociedades. Por último, se adapta “transitoriamente” la definición de “estreno comercial” de las películas hasta que las salas vuelvan a exhibir: se considerarán estrenos, de forma temporal, los realizados en streaming por plataformas audiovisuales o en canales de televisión, aunque solo hasta el 31 de agosto. Así podrán acceder a las ayudas del cine. No todo el mundo está contento. Pilar Benito, presidente de AEC, la Asociación Estatal de Cine, que agrupa a los productores, reconoce un sabor “agridulce”. “Se flexibilizan los plazos, algo de agradecer. Pero hemos peleado mucho por abrir las ventanas de estreno, y ponen de fecha tope el 31 de agosto. ¿Y qué pasará el 1 de septiembre si no sabemos cómo funcionará la desescalada”. Benito también apunta al aumento de los incentivos fiscales: “Es una buena medida a futuro, pero, hoy, ¿cómo vas a captar a inversores por los incentivos fiscales? La industria sabe que eso se hace a final de año, y no veo claro que esto ocurra en 2020. Y por otro lado, ¿va a haber rodajes extranjeros en España estos próximos meses? En el caso de las productoras españolas tenemos rodajes parados... y ahí no hay ayuda. Me preocupa que desaparezca el tejido industrial, que se hunda el sector por no sacar adelante las películas a estrenar este año o a punto de acabarse”. La productora lamenta que no se hayan escuchado algunas peticiones. “Por una vez, estábamos todo el audiovisual español de acuerdo. Y cuando nos reunimos con la ministra de Hacienda, nos dijo: ‘Pedidme cosas para no morir’. No sé si nos han hecho caso”.
Las salas de exhibición cinematográfica sí disfrutarán de ayudas directas, con un total de 13,2 millones de euros. La escala de aportación máxima está determinada por el número de pantallas que disponga cada sala y varía desde los 8.000 euros para salas con una pantalla a los 32.000 euros para salas con más de ocho pantallas. Borja de Benito, portavoz de FECE, la patronal de las salas que agrupa a más del 80% de los cines, y que días pasados calcularon el lucro cesante en 100 millones de euros, explica: “Es la primera vez que recibimos ayudas de este tipo, así que la valoración es muy positiva. Entendemos que es un primer paquete de medidas, porque nos enfrentamos a un futuro muy incierto, y con grandes dificultades. Sabemos que nos va a costar mucho recuperar el nivel de venta de entradas de antes de la crisis. Estas ayudas apoyan nuestros esfuerzos por implementar el protocolo sanitario necesario para abrir las salas, y para realizar campañas que incentiven la asistencia a los cines. Sufriremos un poco, pero tras el paso del Gobierno, es el turno de que las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos apoyen también a la Cultura en general, y a las salas en particular, en, por ejemplo, el pago del impuesto del IBI”.
Salvar al trabajador
El sector del libro también tendrá ayudas extraordinarias para las librerías independientes, con un importe de cinco millones de euros. Nunca se había aprobado una cantidad tan alta destinada a las librerías, aunque no se ha incluido un capítulo de compra de libros para bibliotecas, como había reclamado el sector. Fuentes de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) aseguran que es un “paso efectivo” y va a ayudar. “Es para estar contento”, añaden. A esas medidas se suma además un incentivo fiscal para aquellos que ejerzan el mecenazgo: aumentan las ventajas fiscales en un 5% en el IRPF para los ciudadanos que decidan financiar los proyectos culturales.
Los trabajadores del sector que por su intermitencia laboral habían quedado sin amparo tendrán ahora respuesta en el régimen general de la Seguridad Social. De esta manera, se habilita “un acceso extraordinario a la prestación por desempleo”. Esta medida ha sido muy solicitada por el sector, ya que la mayor parte de los trabajadores no se beneficiaban de las ayudas a los autónomos, porque su labor no entra la volatilidad laboral sino la intermitencia. Teniendo en cuenta los días trabajados en el ejercicio anterior, si han cotizado de 20 a 54, recibirán una prestación de 120 días. A partir de 55 se pasa a 180 días de ayuda. “Estamos un poquito más tranquilos. Por lo menos hoy ha habido empatía con el sector. El ministro ha nombrado dos veces el Estatuto del Artista. Llevamos semanas aguantando y podemos respirar. Todavía queda esperar a que se publique el BOE para ver cómo se aplica. Ha costado mucho y el sector estaba tiritando de frío. Es una valoración positiva porque el ministro ha cambiado la mirada”, explicaba ayer por la tarde Iñaki Guevara, secretario general de la Unión de Actores y Actrices.
CON INFORMACIÓN DE GREGORIO BELINCHÓN