Carla Quílez, protagonista de ‘La Maternal’: “Ojalá pusieran mi embarazo en todos los institutos”

La primera vez que leyeron el guion de La Maternal, los padres de Carla Quílez se echaron a llorar. “Pero no por la emoción de imaginarnos a Carla como protagonista, sino por lo que iba a contar en esa película. Era mucho más que por su embarazo. Yo también he sentido esos prejuicios sociales hacia las mujeres de los que habla la película”, explica la madre de esta actriz y bailarina del barrio del Guinardó (Barcelona), Eva, que ahora combina su trabajo de administrativa de logística en un laboratorio con el de ser tutora legal de la carrera artística de su hija. La misma que, como Ángela Cervantes (la madre de Carla en la ficción), le ponía Tu calorro en casa para cantar y bailar juntas Estopa. Ambas nos reciben en un bar de Sants, cerca de la estación del AVE, antes de marcharse a Madrid para recoger el premio que el programa Días de cine otorga a Carla. Otro más en un año redondo.

Acaba de aterrizar en el cine y ya está preparando una serie para una plataforma pero Quílez lleva meses acumulando reconocimientos. A sus 14 años, se ha hecho con la Concha de Plata ex aequo a la mejor interpretación en el festival de San Sebastián por ponerse en la piel de Carla, la niña embarazada protagonista del segundo filme de Pilar Palomero. No ha podido estar nominada a los Goya (los menores de 16 no entran en la selección), pero entregará un premio en la gala y este domingo sabrá si se hace con el Gaudí al mejor intérprete revelación, al que está nominada, en los premios de la Academia del Cine catalán. “Todavía no sé qué diré si gano. Prefiero no pensarlo e improvisar algo. El domingo ya veremos. Con esto de los premios prefiero ir paso a paso. Ya pensaré en ello cuando toque; si no, se me va la cabeza”.

Pregunta. Triunfa como actriz, pero siempre dice que ha nacido para bailar.

Respuesta. Yo empecé a hacer fútbol en el último curso del parvulario, pero me aburría porque todas mis amigas hacían ballet y yo solo podía jugar contra las niñas de otros colegios del barrio. El resto de madres recomendó a la mía que me apuntara a una academia de baile a la que iban casi todas. Empecé con ballet, hice contemporáneo, ballet con claqué, contemporáneo de nuevo y ahora estoy con la danza urbana y el hip hop. Bailar es mi vía de escape, si estoy ansiosa, bailo y se me pasa. Nunca me cansa. Ya se lo decía a Pilar (Palomero) en los castings: yo bailo 24 horas al día, siete días a la semana.

P. A través de sus vídeos bailando en Instagram la descubrió Irene Roqué, la directora de casting de La Maternal. ¿Está muy pendiente de sus redes?

R. Qué va, son una herramienta más. Yo las tengo muy integradas en mi vida, pero no me paso el día dentro, obsesionada. Subo un vídeo y sigo haciendo lo que tenga que hacer. Ahora tengo que hacer más promo de los proyectos que sacar mi vida. Es más profesional.

P. Sigue estudiando en el instituto público de su barrio, ¿cómo es lo de combinar alfombras rojas con las clases de tercero de ESO?

R. Muy brusco. Cuando te vas a Madrid y empiezas a hacer cosas ahí, todo es un poco más especial, más libre. Luego vuelves al instituto y te lamentas porque te toca volver a estudiar. Pero sé que es lo que tengo hacer. Eso lo tengo claro. Mis compañeros lo llevan fenomenal. Me dicen: “Te conocimos sin ser nadie y ahora eres famosa”.

P. ¿Sabían que protagonizaba una peli mientras rodaba?

R. De mis amigos, solo dos o tres sabían que me había presentado a un casting. Después de rodarla y pasado un tiempo, en clase, hice una presentación contándoles de lo que iba y qué hacía en la peli, como que me verían embarazada.

P. ¿Cómo llevó lo de verse así?

R. Me chocó al inicio, pero me lo tomé con mucha normalidad. Tuve dos tipos de barrigas. Había una de espuma y otra de silicona, y la de silicona pesaba literalmente dos o tres kilos. Como un bebé. Cuando me la pusieron y me la pegaron, me dije: ‘¿Pero qué es esto?’. Era muy real, hasta tenía el ombligo marcado. No me veía así para nada. Era como si no supiera dónde me estaba metiendo. Entonces vino mi hermano mayor al rodaje, me vio y se quedó muy tocado por la imagen. Recuerdo que se iba y me decía: “Yo así no te quiero ver, eh”. Pero pensé que si me habían escogido para esto es porque me veían con capacidad de hacerlo. Lo llevé bien menos cuando rodé en mi barrio.

P. ¿Qué pasó?

R. Una parte se rodó en el Guinardó y allí noté las mismas miradas que en la película con mi personaje. Llevaba la barriga de silicona pegada y cuando, entre tomas, tenía que pasar por un colegio privado de esos que van niños de parvulitos hasta bachillerato, lo pasaba fatal. Me escondía la barriga con el albornoz.

En el colegio nunca me habían dado una charla de educación sexual tal cual sobre esto. O sea, siempre se te lo explicaban por encima, no le ponían importancia. Me ayudó mucho hablar con otras madres adolescentes en el rodaje

P. En la película, Carla se inicia en el sexo como si fuese un juego, sin saber las consecuencias de lo que está haciendo. ¿Falta información sexual en su generación?

R. Yo ya sabía algo, pero en el colegio nunca me habían dado una charla de educación sexual tal cual sobre esto. O sea, siempre se te lo explicaban por encima, no le ponían importancia. Me ayudó mucho hablar con otras madres adolescentes en el rodaje y el apoyo de mi madre, Pilar [Palomero] e Irene [Roqué, directora de reparto]. Cuando rodábamos, a veces nos decíamos bromeando: “¿Y si la película la pusieran en los institutos?”. Yo siempre pensaba: “Ojalá pusieran mi embarazo”. Pero no por el hecho de que yo saliera en una peli, sino porque es un tema que a nuestra edad choca y se debe contar más.

R. ¿A sus amigos les ha chocado?

P. Sí, mucho. Cuando hice la presentación en clase, hubo caras y comentarios de todo tipo, pero porque nunca lo habían visto tan de cerca. Ahora ya lo tienen asumido.

P. ¿Había visto Las niñas, la primera película de Pilar Palomero, cuando la contactaron para el reparto de La Maternal?

R. Sí, por los Goya. En mi casa, mi padre y mi tía son fanáticos desde siempre y desde pequeña veo la gala. Me encanta.

P. Pero no ha podido estar nominada por su edad.

R. Sí, pero tengo el honor de entregar un premio. Como estaba en el programa Got Talent [donde Quílez ha bailado en equipo con Quality Dance Estudio], llamaron a mi madre, que estaba en casa de Olga Hueso, la actriz que hace de asistenta social de La Maternal. Era el presidente de la academia [Fernando Méndez-Leite] diciendo que quería que estuviera en la gala.

P. En el año pasado vio la gala desde el sofá y este año entrega premio sobre el escenario.

R. Es todo muy loco, la primera serie que vi fue La casa de papel, me encantó. Y ahora justo pude conocer a Jaime Lorente en la presentación de los Gaudí. Solo pienso que si en los Goya me encuentro a Miguel Herranz y lo conozco, yo, ya, lo habré bordado.