Aoyama, el último campeón del mundo en 250
El japonés se lleva el mundial en una frenética carrera. Barberá gana en Cheste y se lleva el subcampeonato
El español Héctor Barberá (Aprilia) se adjudicó la victoria en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana de 250 c.c., que se disputó hoy en el circuito de Cheste y en el que el japonés Hiroshi Aoyama se proclamó campeón del mundo por primera vez en su carrera deportiva. Aoyama y Simoncelli se jugaban el título mundial y mientras el italiano necesitaba la victoria y al japonés le bastaba con sumar cinco puntos, los dos salieron dispuestos a demostrar el porqué de su situación en la tabla de puntos. Pero como no podía ser de otra forma el más rápido en el momento de la salida fue el local Héctor Barberá (Aprilia), que se llevó tras su estela a casi todos los favoritos de la cilindrada menos a Marco Simoncelli, que salió mal desde el mejor sitio de la formación de salida y a Álvaro Bautista (Aprilia), quien casi como siempre lo hizo muy rezagado.
Barberá, con muy buen ritmo a lo largo de todos los entrenamientos, comenzó a tirar con fuerza al frente de la carrera en tanto que Simoncelli, al que sólo le valía la victoria, intentó dar buena cuenta de todos sus rivales cuanto antes, lo que le permitió colocarse tercero, tras Barberá y Aoyama, en la sexta vuelta, en la que ya se produjeron los primeros "roces" entre los candidatos al título mundial. Simoncelli y Aoyama no se "cortaron" ni un ápice en su pelea y por ello que se prodigasen algunos adelantamientos al límite, lo que a la postre forzó el error de Hiroshi Aoyama, quien salió recto a final de recta, en el mismo sitio que ayer tuvo su accidente el castellonense Álex Debón (Aprilia), que ni siquiera pudo disputar la carrera, pero en el caso del nipón logró evitar la caída.
Aoayama necesitaba cinco puntos y regresó a la pista en undécimo lugar, precisamente la plaza que le otorgaba esos puntos, lo que ya le valía, pero poco a poco el japonés intentó recuperar terreno para garantizarse el título de la mejor manera posible, mientras que por delante Marco Simoncelli se iba quedando solo. Pasado el ecuador de la carrera sólo Héctor Barberá fue capaz de aguantar el ritmo de Simoncelli, quien iba lanzado hacia la victoria, pero su moto no dejaba de darle "trallazos" en la parte trasera en la segunda curva del circuito sin que el italiano "cortase" en lo más mínimo. Así fue como acabó llegando el error en el vigésimo primer giro, cuando tras el "trallazo" de su Gilera Marco Simoncelli continuó tirando con fuerza y en la siguiente curva repitió por enésima vez su fallo habitual de toda la temporada y perdió adherencia en la rueda delantera de su Gilera para acabar por los suelos.
En su caso ni siquiera pudo continuar, lo que le alejó definitivamente de la lucha por el título mundial y, además, con la victoria de Héctor Barberá, quien se quedó solo en cabeza al frente de la carrera, perdió el subcampeonato frente al español. Barberá sólo tuvo que mantener su ritmo hasta el final, evitando que Álvaro Bautista (Aprilia), quien a pesar de los errores consiguió remontar posiciones, no le alcanzase, como así fue por escasamente tres décimas de segundo.
La tercera plaza en el podio de Valencia acabó, precisamente, en manos del compañero de equipo de Hiroshi Aoyama, el italiano Raffaele de Rosa (Honda), mientras que el nipón entró en meta en la séptima posición y se proclamó campeón del mundo. Héctor Faubel (Honda), que había realizado unos muy buenos entrenamientos no pudo refrendar su actuación en la carrera, en la que acabó rodando por los suelos en el octavo giro, en tanto que Axel Pons (Aprilia) no terminó por problemas mecánicos.
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