Memorias, muñecas de madera y otro Morientes

11/05 Lunes

Lunes de calma chicha. Ser aficionado deportivo multidisciplinar puede resultar agotador ante la avalancha de importantes acontecimientos que se dirimen en esta época del año, donde se resuelven ligas domésticas y europeas de fútbol, se pelea en la NBA por sobrevivir en los playoffs, llega la Final a Cuatro de la Euroliga de baloncesto, se disputa el Giro, se prepara Roland Garros y se sigue corriendo en bólidos F1 (bueno, llamar bólido al McLaren de este año quizás sea exagerar un poco) y motos de pequeña y gran cilindrada. Por eso se agradece que al menos por un día a la semana puedas dedicarte a otra cosa, mirar hacia otro lado y abandonar ese absorbente universo con la tranquilidad que no te vas a perder nada sustancioso más allá de un bla, bla, bla que llene el vacío competitivo.

Es el momento de ponerte al día con Mad Men, o leer por fin ese artículo pendiente donde se explica desde la ciencia la creencia popular de que las mujeres se acuerdan de casi todo y los hombres de casi nada. Así como otros aspectos que nos diferencian a los dos sexos se justifican a partir de particularidades biológicas de nuestros respectivos cerebros, según los expertos en este caso lo que parece influir decisivamente es la educación. Como sé, por experiencia propia, que a veces esta circunstancia es motivo de crítica hacia nosotros, sugiero memorizar esta frase del sicólogo Sergio García Serrano y soltarla para zanjar discusiones: “Los hombres tenemos un sistema atencional unívoco, nos centramos en una cosa y luego pasamos a otra. Por el contrario, las mujeres tienen una memoria más circular, más emocional y engloban lo que sucedió y en qué contexto”. Pues eso. Y sobre todo, que quede claro que no es por falta de interés (salvo que estemos viendo algún partido por la tele).

Existe otra posibilidad en este lunes de bajo perfil deportivo. Puedes aprovecharlo para interesarte por la campaña electoral. Pero esto ya es para los más masoquistas.

12/05 Martes

El Barça estará en Berlín el 6 de junio como no podía ser de otra forma. La eliminatoria frente al Bayern era mitad fútbol, mitad asunto froidiano por la presencia de Guardiola en el banquillo rival, por lo que lo que ha ocurrido se ha explicado desde lo futbolístico hasta lo psicoanalítico. Al final, el gran protagonista ha sido una vez más Messi, goleando en la ida y asistiendo en la vuelta, lo que no deja de ser una paradoja pues nadie aporta menos al debate extrafutbolístico que el argentino. A partir del primer gol de Neymar, que ha cerrado definitivamente el debate, las miradas se han girado hacia Madrid y lo que pueda hacer mañana los Ancelotti, al que le supongo regando cada dos horas la flor que dicen que tiene en salvase la parte.

Por la NBA se complican las cosas para los ‘brothers’. Pau sigue lesionado, su equipo pierde y Marc sufrió en sus carnes el vendaval Stephen Curry, que se cargó a su equipo como corresponde a un MVP y les hizo un roto a los Grizzlies, recuperando el factor campo. Pero no sólo de playoffs se está hablando estos días, sino de la cada día más frecuente táctica de cometer falta, intencionadamente y con un simple abrazo, a los jugadores con peores porcentajes en los tiros libres. Shaquille O´Neil tuvo el honor de haber sido el primer objetivo, de ahí que se denominara ‘Hack-a-Shaq’ pero la proliferación de muñecas de madera ha posibilitado el ‘Hack-a-Howard’, a DeAndre Jordan o a Josh Smith. Esta madrugada, a Jordan, jugador de los Clippers, le han forzado a lanzar ¡28 tiros libres en la primera parte! la mayoría provocados por esta táctica. Y claro, el debate está abierto y discuten detractores y defensores. Yo no lo tengo claro, y mi mayor crítica es que hacen aún más largos unos partidos que con un millón de tiempos muertos, se acercan cada vez más a las tres horas. Pero por otro lado tengo que reconocer que me divierte verles tirar esas pedradas que ponen a prueba aros y tableros.

13/05 Miércoles

Escrito hace justo siete días en este diario después de disputarse los dos partidos de ida. “Con su 3-0 los azulgranas tienen pie y tres cuartos en la final de Berlín, y un clásico en la cumbre europea parece más cerca que nunca. Salvo que Morata tenga que pedir perdón por meter más goles el próximo miércoles”. De verdad que me molesta ser un visionario. Aunque sospecho que esta posibilidad, la de que Morata hiciera ‘un Morientes’, se nos había pasado a muchos por la cabeza. El caso es que el Madrid está eliminado, la temporada se va a saldar en blanco y conociendo como se las gasta el Presidente/Director deportivo, rodará alguna cabeza y se gastarán otros cuantos milloncejos en lo que él llama renovar la ilusión del madridismo. La suya, su cabeza, está asegurada, claro, aunque sea responsable directo de la confección de una plantilla que después de una montaña de dinero invertido, se lesiona Modric y se queda en calzoncillos.

El Madrid llevaba tieso desde hace meses, agarrados mucho más a su espíritu que a su juego, y finalmente en cuatro días el andamiaje se ha venido abajo. Me gustaría pensar que ahora se abre un proceso de reflexión, que se analizarán las razones de este año tan poco fructífero, que cada una de las partes hará autocrítica y no se volverán a cometer los mismos errores. Me gustaría, pero estoy prácticamente convencido que este no será el camino. Nunca lo ha sido con Florentino al mando, y no hay razón para pensar que de repente, cambie de forma de actuar.

Y mira que yo pensaba que el día no podía ir a peor una vez vista la foto del trío lalalá en bicicleta. Escucho a Angels Barceló en la SER y concuerdo con ella en que creen que somos idiotas. O ellos, o sus asesores. Porque solo creyéndonos tontos, pueden llegar a pensar que nos vamos a tragar la pantomima. Y encima en Madrid, donde andar en bici se considera deporte de riesgo. Menos mal que luego he visto otra foto ciclista que me ha cambiado el humor. No, no ha sido la de Monago haciendo ‘spinning’, otra cumbre de la tontería que les invade durante la campaña electoral, sino la de Alberto Contador con la ‘maglia’ rosa del Giro italiano. Queda mucha tela que cortar, pero esto promete. Así es la vida. Unos te irritan y otros te la alegran.