Los Celtics reeditarán su histórico duelo con el Real Madrid
El equipo de la NBA, 27 años después del partido que enfrentó a Fernando Martín y Petrovic con Bird y Ainge, visita de nuevo la cancha del campeón de Europa
Madrid volverá a ser escenario de un duelo histórico, el que enfrentará a los equipos que dominan el palmarés en la NBA y en Europa, los Boston Celtics y el Real Madrid. El partido se celebrará el 8 de octubre en el Barclaycard Center de Madrid. Los Celtics, el equipo más laureado en la historia de la NBA con 17 anillos en su poder, uno más que los Lakers, se medirán al Real Madrid, el equipo que cuenta con más Copas de Europa, nueve, tras la que conquistó en el Barclaycard el pasado mes de mayo al vencer al Fenerbahçe en la semifinal y al Olympiacos en la final.
El Madrid de Sergio Llull, Rudy Fernández, Sergio Rodríguez, Felipe Reyes y compañía se medirá al equipo en el que destacan Avery Bradley, Marcus Smart e Iasiah Thomas.
Los dos equipos ya coincidieron en 1988, en un partido en el que Fernando Martín, el primer jugador español en jugar en la NBA, y Drazen Petrovic, los dos líderes entonces del Madrid, se enfrentaron a los Celtics que lideraban grandes estrellas como Larry Bird y Danny Ainge. El que entonces fuera base del equipo de Boston es ahora su presidente de Operaciones.
“Guardo unos recuerdos inolvidables del partido que jugamos en 1988 y estoy seguro de que nuestros jugadores de ahora disfrutarán de esta experiencia única”, afirma Ainge. “Los Celtics son uno de los equipos más prestigiosos del mundo, un club con una gran tradición. Será un honor jugar contra los Celtics como campeones de Europa y estamos seguros de que ofreceremos un gran show y brindaremos un partido emocionante a todo los aficionados”, promete Rudy Fernández. Las entradas para el partido se podrán adquirir a partir del 17 de julio en ticketmaster.es.
Esta temporada, los Celtics se clasificaron en la séptima posición de la Conferencia Este, con 40 victorias y 42 derrotas. El equipo que dirige Brandon Stevens perdió en la primera ronda de los playoffs ante Cleveland por 4-0.
Crónica del partido de 1988
El Real Madrid se ganó el respeto de la NBA
El Real Madrid se ganó el respeto de la NBA y la consideración de los Celtics de Boston, por lo que un encuentro de dos instituciones tan orgullosas, tan cargadas de historia, resultó más emotivo de lo esperado. ¿Hay tanta diferencia entre la NBA, lo mejor de la NBA, y lo mejor del baloncesto europeo? Puede decirse que la distancia entre la NBA y Europa se estrecha. Lo mejor queda aún lejos, por supuesto.
El Madrid echó mano de su orgullo para intentar que existiera un partido. Y lo consiguió: llegó hasta el cuarto cuarto -suena raro, ¿verdad?-, hasta su último aliento. Consiguió que miles de telespectadores norteamericanos, que vieron en directo el partido por la ABC, no cambiasen de canal. Consiguió que los Celtics tuviesen que emplear el quinteto estelar en el último período. Fue más que suficiente. Irreprochable.
Porque existía temor a que las cosas no llegaran tan lejos, sobre todo cuando, al principio, dio la impresión de que el ambicioso Petrovic estaba dispuesto a demostrarles algo a los de la NBA y utilizar el encuentro como plataforma para exhibirse. Petrovic terminó gustando a los Celtics, pero en algunos momentos disgustó a sus propios compañeros, sobre todo a Fernando Martín, que en más de una ocasión descargó su paciencia mirando al techo. El Madrid empleó a ocho jugadores y éstos tuvieron el mérito de no ofrecer fisuras. Los Celtics gozaban de cierta superioridad porque disponían de diez a pleno rendimiento. Lo curioso es que, para el público, ha nacido una nueva estrella local, un jugador catalán, por más señas, llamado Cargol. “Muy bueno ese chico alto, realmente bueno”, decía el sabio Red Auerbach, el presidente de los Celtics y el entrenador más laureado en la historia del baloncesto profesional.
Los Celtics dominaron el primer cuarto por 24-29, es decir cinco tantos de ventaja, y sobre todo el segundo, que terminó 47-61 (nueve de ventaja en este período). Por un momento, lograron tomar velocidad en sus acciones y amenazar con dar por terminado el asunto. Llegaba el supuestamente definitivo tercer cuarto y los Celtics saltaban a la cancha con su quinteto estelar Ya está, iban a machacar. En una de las primeras jugadas, Petrovic rozó el rizo de su individualismo y se paró en un contraataque para lanzar un triple cuando un compañero estaba más cerca de la canasta y en mejor posición Petrovic falló y algún compañero creyó que había colmado su paciencia.
Lolo Sainz no sentó a Petrovic en el banquillo. Su ambición se encauzó hacia un juego más colectivo, aprovechando la furia defensiva de Llorente y Cargol y que el dúo Fernando Martín-Romay aguantaba en la zona. Fue entonces cuando empezó a funcionar el juego exterior madridista -no tanto el interior porque posiblemente era pedir mucho-, y los Celtics se encontraban ante el imprevisto de que el Madrid reducía distancias precisamente en el tercer cuarto. El público empezó a vibrar, algunos empezaron a soñar, quizás, y el choque recobró mucha emoción, mucha emotividad, un sentido agónico fuera de programa. A falta de un minuto, la diferencia era -de seis tantos. Al final del tercer cuarto, el partido quedaba 77-85. ¡El Madrid había ganado el parcial del tercer cuarto! Miles de americanos tenían motivos para seguir viendo la ABC, ese exótico Celtics-Madrid en un lejano punto de Europa llamado Madrid, justo el mismo nombre que una ciudad estadounidense del Estado de Iowa.
Al último período, Bird no tuvo más remedio que emplearse y dos triples suyos sirvieron para marcar una distancia casi definitiva. El público se quedó un tanto, frío, tratando de encontrar alguna razón visible para explicarse que el marcador se hubiese ensanchado así, como si no hubiera pasado nada. Pero es que los, Celtics, cuya forma de jugar no es espectacular, suelen ganar así.., haciendo las cosas bien cuando el otro equipo las hace mal -el Madrid falló hasta 16 tiros libres- Pero lo que no pudieron los Celtics fue doblegar el orgullo madridista.
REAL MADRID, 96; CELTICS, 111
Real Madrid: Petrovic (20), Biriukov (18), Rogers (14), Fernando Martín (14), Romay (4), Antonio Martín (5), Llorente (4), Cargol (15) y Villalobos (2).
Celtics: Johnson (10), Ainge (11), Larry Bird (29), McHale (13), Parish (10), Shaw (6), Paxson (7), Lewis (6), Lohaus (7), Acress (8), Whatley (2), Grandison (2), Rivas (0 y Paddio (0).
Partido disputado el 24 de octubre de 1988 en Madrid.
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