Raúl Entrerríos: “Hacer piña es más importante que el juego”
El capitán de la selección española analiza el sello coral del equipo y analiza a Suecia, rival en la final del Europeo
Raúl Entrerríos (Gijón, 36 años) tiene esa mirada panorámica que le permite poner cada cosa en su sitio. Es la perspectiva de capitán adquirida como octavo jugador con más internacionalidades del balonmano español (240), las mismas que sumó su hermano Alberto, ya retirado, y por detrás de figuras como Barrufet (282) u Hombrados (262). Con la medalla que se cuelgue en Zagreb tras la final de este Europeo frente a Suecia (20.30, La 1) podrá decir que ha vivido más de la mitad de los éxitos de España en este deporte: oro y bronce mundial (2005 y 2011), bronce en los Juegos de Pekín 2008 y las dos platas y el bronce en Europeos (2006, 2016 y 2014). Sabe el central, por tanto, de la importancia de haber fundido a Francia, la campeona mundial que tantas glorias le había negado, en una semifinal donde le tocó brillar con seis tantos, el máximo realizador sin contar los 7m. Antes destacaron otros, señal inequívoca de esta España solidaria sin individualismos.
Pregunta. ¿Cómo se trabaja el protagonismo coral?
Respuesta. Primando al equipo por encima de todo. Somos conscientes de que todos tenemos que sumar, que una vez destaca uno en el aspecto goleador u otro se sacrifica más en lo defensivo. Es lo que hace grande a un equipo y es lo que hemos hecho siempre. Saldrá mejor o peor, pero demuestra unión y sacrificio en cada acción.
P. ¿Qué se hizo esta vez para ganar a Francia que no se hubiera hecho antes?
R. La energía no fue diferente a la de otros enfrentamientos. Fue un partido muy completo. Luchamos cada balón y cada posesión con todo el corazón, tuvimos mucha cabeza en determinados momentos, en el ataque posicional, madurando muchísimo las opciones ofensivas, con paciencia cuando la teníamos que tener. En defensa estuvimos inconmensurables desde el minuto uno y fue clave para la victoria.
La maldición de las finales europeas
España ha disputado cuatro finales del Campeonato de Europa de balonmano, y ha perdido las cuatro.
1996, decepción en casa. España celebró el Europeo que no pudo conquistar. En la final, la selección cayó ante Rusia por 22-23. Talant Dujshebaev fue elegido el mejor jugador del torneo. Ese mismo año, el equipo nacional fue medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta.
1998, ni con Xepkin. Dos años después, otra plata europea, esta vez en el Europeo jugado en Italia. En la final se impuso Suecia por 23-25. Los nacionalizados Dujshebaev y Xepkin estuvieron en el equipo ideal.
2006, ante Karabatic. Francia ganó el Europeo de Suiza gracias al liderazgo de Karabatic, mejor jugador del campeonato. España perdió por 23-31.
2016, esta vez Alemania. El conjunto alemán desdibujó a España en la final: 24-17. España perdió su cuarta final, ante cuatro equipos diferentes.
P. El balonmano español no pasa por su mejor momento económico y hay talentos fugados a otras Ligas. Al mismo tiempo, la selección es campeona del mundo júnior, subcampeones en juvenil y finalistas en el Europeo absoluto. ¿Ayuda esto a salir del pozo?
R. En cuanto a resultados podemos pensar que es una situación positiva para el futuro. No hay duda de que tenemos un déficit en la competición doméstica y muchos de los jugadores que aspiran a ganarse la vida tienen que salir fuera. Es una situación complicada, con muchos clubes con problemas. La competitividad de la Liga ha cambiado desde hace 10 años, cuando podíamos pensar que había muchísimos equipos con potencial para ganar en Europa. La situación es la que es. Los jugadores intentaremos luchar por nuestro balonmano, igual que los técnicos y federaciones. Vamos a intentar levantar esto entre todos.
P. ¿Es bueno para la selección que sus jugadores se curtan en otras ligas?
R. Individualmente es enriquecedor, añade características y recursos a tu juego. Pero creo que la esencia de nuestro balonmano, del tipo de jugador español, no se llega a perder nunca. Y eso es algo que cuando nos reunimos se nota. Muchos juegan fuera, pero es fácil encajar aquí porque el chip es siempre el mismo. Tenemos unas características muy definidas. Un estilo colectivo con mucha continuidad, porque no somos jugadores potentes para otro tipo de juego.
P. Esa identidad se ve también en otros deportes, como en fútbol.
R. Pero no creo que sea solo en el fútbol. En los deportes colectivos España tiene un gen bastante característico. Tenemos facilidad para hacer grupo, para funcionar muy bien en equipo. Hacer piña rápidamente va en nuestra forma de ser y esto resulta muchas veces más importante que el propio juego. Todo fluye mejor.
P. España tiene dos oros mundiales, ¿por qué se le resiste tanto el europeo?
R. Porque hay otros equipos que también lo quieren, ¿no? La plata es un gran éxito, pero no es lo mismo. Es duro cuando haces un trabajo como este, llegas lejos y tienes que marchar con el segundo premio. Estamos aquí para ganar. Tenemos que actuar con la misma humildad, filosofía, trabajo y ambición.
P. Muchos se van pero usted no y lleva ya ocho años en el Barcelona.
R. He podido desarrollar mi carrera en España y eso es un privilegio, tal y como está la situación. Aunque he tenido opciones de salir, siempre he valorado muchísimo eso. Estar en un club como el Barcelona es lógicamente lo máximo para cualquier deportista, un equipo que aspira a todo, un club grande que te da la posibilidad de competir con toda la tranquilidad y el respaldo. Pocas veces me he planteado salir, porque cuando estás bien en un sitio y te da la posibilidad de disfrutar jugando no hay mucho más que añadir.
P. ¿Cuántos grandes torneos le quedan?
R. No lo sé. No miró más allá de este, no pienso en esto ahora. Soy consciente de que tengo una edad en la que los años que me quedan ya son menos. Intento disfrutarlo. Físicamente me encuentro bien y creo que aún tengo balonmano. De momento, a disfrutar y a saborear este campeonato y la temporada que viene volveremos otra vez a arrancar.
Suecia, defensa dura y un estilo físico
La final del Europeo de Croacia refleja la igualdad extrema que ha reinado en el torneo. Los dos protagonistas, España y Suecia, han llegado a la cumbre después de encajar varias derrotas. Los Hispanos cedieron ante Dinamarca y Eslovenia; mientras que su rival cayó ante Islandia, Noruega y Francia en la fase de grupos. “No es ninguna sorpresa. Suecia ha demostrado que está en un buen momento. Ha hecho un gran torneo ganando a Croacia en su pista”, aprecia Entrerríos. “Como contra Alemania y Francia, nos tocará hacer un partido completo. Hay similitudes respecto a la defensa dura, con buena porteriá, y al juego físico con jugadores potentes que nos van a exigir mucho a ambos lados de la pista”, añade el capitán.
“Si están aquí es porque han demostrado ser mejores que sus rivales”, indicó ayer el seleccionador español, Jordi Ribera. “Su defensa es muy ordenada y de mucho contacto y en ataque son rápidos”. El técnico destacó que ambos son equipos “de conjunto”. Y matizó: “Aquellos con líderes destacados no están aquí”. Ribera aseguró que hay jugadores tocados, pero todos están preparados para jugar.
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