Los pecados de juventud del Barça
El equipo de Koeman, con una media de edad de 23,4 años en el clásico, se estampa ante los partidos cumbre
Nada más acabar el encuentro, bajó las escaleras del estadio con cara de malas pulgas para ingresar al césped y recriminar al colegiado su actuación. “Estás esperando para rajar ahora, ¿eh?”, le salió al paso Modric. Pero nada detuvo a Gerard Piqué (33 años), que no jugó porque le duele horrores el esguince lateral interno que tiene en la rodilla. Pero Piqué estaba en su papel de veterano del equipo, enclenque en esa cuestión como recordó Griezmann tras caer en la Supercopa: “Nos falta hablar. Cuando sale el balón o hay que empezar a correr alguien tiene que gritar”. Así, sin Piqué en el campo y trufado el equipo de jóvenes —hasta seis tenían menos de 23 años—, el Barça evidenció sus pecados de juventud, un plantel tan orgulloso para ser competitivo contra quien se precie como incapaz de imponerse en los grandes escenarios, a excepción de la vuelta de la semifinal copera, cuando volteó la eliminatoria contra el Sevilla en la prórroga.
Al acabar los partidos pocas son las veces que Ronald Koeman expone su enfado, conforme con la entrega de unos jugadores que no bajan los brazos hasta que el colegiado pone el punto final. Tras el Madrid, sin embargo, dejó a un periodista de Movistar (Ricardo Sierra) con la palabra en la boca porque acumulaba un enfado morrocotudo con los colegiados y el VAR. Pero Zidane venció por segunda vez al Barcelona y se puso líder con permiso del Atlético. Entre otras cosas por la falta de experiencia de sus chicos. “Quien ha jugado estos partidos sabe que son diferentes al resto. Es indudable. Hay más presión, se deciden en pequeños detalles, hay que saber gestionar los tiempos… Sí, nos falta un poco de veteranía y más ante el Madrid, que es un equipo hecho”, resalta un trabajador de la ciudad deportiva azulgrana al tiempo que resalta los jugadores del centro del campo, con Modric (35 años), Casemiro (29) y Kroos (31) ante De Jong (23) y Pedri (18), con la veteranía de Busquets (32). El dato indica, además, que Kroos, Modric y Casemiro se han juntado en 115 veces de titulares por las 113 que alcanzaron Busquets, Xavi e Iniesta en su día.
La alineación de Koeman en Valdebebas fue la anunciada y tenía una media de edad de 23,4 años, por los 25 que registró el Madrid. Y, si se atiende al último lustro de los clásicos ligueros en el Bernabéu, la cifra es expresiva porque el año pasado la media de la alineación del Barça fue de 28,3. Hace dos, se quedó en 27,6 y las siguientes, hasta el curso 2015-16, fueron de 29,4; 27,2 y 28,4.
Exigido para nivelar unas cuentas que ya no hay por dónde cogerlas, el Barça puso en práctica el plan renove en verano a pesar de que las ventas fueran irrisorias. “Renovación deportiva profunda”, advirtió el expresidente Bartomeu tras caer ante el Bayern (8-2) en Europa. “Tras esa dolorosa derrota se exigía un cambio porque el equipo que tanto te dio ya no daba más. Había que generar un equipo nuevo”, aclaran fuentes del organigrama deportivo. Se marcharon Rakitic (al Sevilla por 1,5 millones más nueve en variables), Arturo Vidal (Inter y un millón en variables), Rafinha (PSG; 3 en variables) y Luis Suárez (Atlético y cinco fijos más seis en variables). Lo que supuso una quita de unos 80 millones en salarios. A cambio, se atornilló Ansu (18 años), subieron Ilaix (18), Mingueza (21), Riqui Puig (21) y Araujo (22) y se fichó a Pedri (18), Dest (20) y Trincão (21).
“Han generado un ambiente muy distinto, donde la alegría es lo primero. Es un grupo más jovial, menos jerárquico… Y está con muy buena energía… Aunque sigue faltando pegada, gol; faltan dos jugadores que sumen 25 goles más”, apuntan fuentes de los despachos de la ciudad deportiva. Y puede que Messi se sienta cómodo con la hornada de jóvenes que ascienden del filial, sobre todo porque son piernas que le restan esfuerzos y porque todos tienen hambre por recuperar el terreno perdido en los últimos años, cuando el equipo era el espejo del planeta fútbol. También se siente protegido por todos, como demostró Ilaix Moriba cuando Casemiro le cazó —el joven le increpó—, a imagen y semejanza de lo que hacía (y hace) Busquets cuando subió al primer equipo. Pero con eso no le alcanza al Barcelona para imponer su ley.
Así, el Barça ha caído ante el Madrid en las dos ocasiones que se han medido esta temporada como también perdió contra el Atlético, los rivales que le discuten la Liga. Lo mismo ocurrió cuando se jugaba las algarrobas en Europa en el último duelo de la liguilla —superado por la Juve— y más de lo mismo le sucedió cuando el PSG se cruzó en su camino. También cayó en la final de la Supercopa ante el Athletic y acumuló pifias ante el Getafe, Cádiz… Mal paso para coronarse al final del curso. Y eso para el Barça es mucho después de quedarse en blanco en la temporada anterior, aunque tampoco es una novedad para unos jóvenes que todavía están por atornillarse en la élite de verdad.
Puedes seguir a DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.