George Russell llama a la puerta de Mercedes en el GP de Bélgica
El británico, que aspira a quitarle el volante a Bottas, aprovecha la lluvia de Spa para colocar un Williams en primera fila
George Russell ya no sabe qué más debe hacer para que Mercedes le ofrezca la oportunidad de demostrar qué sería capaz de conseguir al volante de una de las Flechas de Plata. De hecho, el chaval lo dejó todo claro en la penúltima carrera del pasado Mundial, en Baréin, donde solo la desgracia le apartó de la que habría sido su primera victoria en la F1 en su estreno con uno de los monoplazas de la marca de la estrella, en sustitución de Lewis Hamilton, contagiado por Covid. En aquella ocasión, ...
George Russell ya no sabe qué más debe hacer para que Mercedes le ofrezca la oportunidad de demostrar qué sería capaz de conseguir al volante de una de las Flechas de Plata. De hecho, el chaval lo dejó todo claro en la penúltima carrera del pasado Mundial, en Baréin, donde solo la desgracia le apartó de la que habría sido su primera victoria en la F1 en su estreno con uno de los monoplazas de la marca de la estrella, en sustitución de Lewis Hamilton, contagiado por Covid. En aquella ocasión, el desparpajo del piloto de Williams, que pasó por encima de Valterri Bottas, supuso el punto de partida de un movimiento que pretende hacer llegar al chico de Norfolk al equipo más potente de la parrilla actual. Este sábado, en Bélgica, Russell volvió a darle a su comunidad de seguidores un arsenal de munición para que redoblen su presión.
En una sesión cronometrada alterada por la lluvia, y que llegó a estar neutralizada cerca de una hora como consecuencia del accidente de Lando Norris, Russell identificó otra oportunidad de oro para dejar claro que la próxima temporada merece meterse en el coche de Bottas, empequeñecido desde hace tiempo, sin pegada y muy fallón. El Williams está a años luz del Mercedes, que corre y se aguanta más, por más que la lluvia minimice un poco esas diferencias insalvables con el asfalto seco. Por eso llama tanto la atención que Russell fuera capaz de meter su coche en la primera línea de la parrilla de este domingo, en Spa, (15:00 horas, Movistar Fórmula 1 y Dazn), donde arrancará al lado de Max Verstappen –sexta pole para el de Red Bull– y por delante de Lewis Hamilton, que lo hará el tercero. Para encontrar a Bottas habría que desplazarse hasta la octava plaza, aunque las cinco posiciones que arrastra el finlandés de la última prueba (Hungría), en la que arrolló a varios rivales a final de recta, le recolocó el 13º. Carlos Sainz comenzará justo por delante del de Nastola, mientras que Fernando Alonso lo hará justo por detrás de él (14º), después de que ninguno de los españoles pudiera colarse en la tercera criba de la cronometrada (Q3).
Los destellos de Russell ensombrecen a Bottas, incapaz de cumplir su función de escudero de Hamilton porque ni siquiera logra acercarse a él. Este es el peor curso del nórdico desde su llegada al fabricante de Stuttgart, precisamente procedente de Williams, en 2017. Nunca hasta ahora sumaba tan pocos puntos (108) en su casillero y estaba tan alejado de su compañero (87 puntos), algo que empieza a ser difícil de justificar por parte de Mercedes en estos momentos, en los que Red Bull planta batalla. “Normalmente no estamos en la Q3, de modo que no tenía nada que perder y me la jugué. Guardamos toda la potencia para esa vuelta y pensé: vamos a ir zumbando”, convino, pletórico, Russell, que en Budapest, antes del parón veraniego, logró sus primeros puntos con Williams al cruzar la meta el octavo.
Hamilton, que siempre ha defendido la presencia de Bottas al otro lado del garaje, opina que el gran momento de su compatriota puede no ser un argumento suficientemente potente como para desprenderse de su vecino. “George está llevando a cabo un gran trabajo, eso está claro. Pero no necesariamente tiene que cambiar nada”, declaró el líder de la tabla.
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