Carlsen sale del ataúd y gana a Dúbov en la muerte súbita
El noruego, muy enojado consigo mismo, se enfrentará a Vachier, con So y Radyábov en la otra semifinal
Magnus Carlsen ha vuelto a sentir lo duro y difícil que es ejercer siempre como campeón. Danil Dúbov, quien ya le eliminó en el torneo rápido anterior, lo ha tenido contra las cuerdas. Tras dos derrotas seguidas y un recital de gestos de enorme irritación, el noruego tuvo que imponerse en la muerte súbita y se medirá al francés Maxime Vachier-Lagrave, el jueves y viernes, en las semifinales del Opera Euro, tercera prueba del Champions Chess Tour; el estadounidense Wesley So y el azerbaiyano Teimur Radyábov disputarán el otro duelo.
Era evidente que Carlsen estaba haciendo un gran esfuerzo de contención cuando compareció ante la cámara para ser entrevistado por los comentaristas de Chess24: “Estoy muy enfadado. Lo que me ha pasado es sumamente desagradable. La sensación que tengo es que la fase previa fue un paso adelante para mí [tras el fracaso en Wijk aan Zee] y en cuartos de final he dado dos pasos hacia atrás. Aunque esto es mucho mejor que ser eliminado, lo único que quiero es olvidarme cuanto antes de lo ocurrido hoy”.
Dúbov parecía mucho más tranquilo, e incluso más contento: “No tengo sensaciones especialmente fuertes en este momento. Estaba muy cansado por el tremendo desgaste de la fase previa para clasificarme. Todo dependía de quién cometía el mayor error, y en ese terreno él ha sido un poco más consistente que yo”.
Lo último que dijo Carlsen el martes tras su victoria en la primera manga fue que solo había hecho la mitad del trabajo y que no sería fácil terminarlo. Pero su juego y su comportamiento en la 2ª manga indican que fue incapaz de evitar un exceso de confianza, a pesar de que Dúbov le había amargado el fin de año, eliminándole del torneo Airthings Open el 30 de diciembre.
El noruego sufrió ya en el primer asalto (5º del duelo) cuando, en la jugada 28, Dúbov omitió una idea que le daba un juego muy confortable y ventajoso, así como muy molesto para su rival. Carlsen reaccionó bien para aprovechar esa imprecisión, y el empate llegó 25 lances después.
El segundo combate fue muy raro, casi insólito en el ajedrez de élite. Sobre todo, porque el campeón se desternilló de risa tras su decimocuarto movimiento, magnífico por otra parte. Dado que las relaciones entre ambos son muy buenas –Dúbov ha trabajado como analista para Carlsen en Campeonatos del Mundo- está totalmente descartado que el escandinavo quisiera ofender o molestar al eslavo; tal vez se estaba acordando de algo que le hacía mucha gracia. Quien sabe, él no lo aclaró después porque dijo que no se acordaba; lo cierto es que salió de esa combinación con ventaja objetiva, pero en una posición que requería extremar las precauciones porque Dúbov tenía cierta compensación por las casillas blancas, y además es muy peligroso en ese tipo de posiciones.
Y ahí empezó el viaje de Carlsen a los infiernos. Impreciso primero, lo que ya le descentró visiblemente, con gestos de gran desagrado), y cometiendo un error gravísimo después, Carlsen fue aniquilado por el ruso. Según la presentadora de la edición de Chess24 en inglés, Kaja Snare, noruega de nacionalidad, las palabras que pronunció el campeón ante las cámaras no eran precisamente flores.
Pero lo peor, y no solo por el resultado deportivo, vino en la siguiente partida. Esta vez con blancas, Dúbov salió con ventaja de la apertura. Y entonces se vio que Carlsen había perdido por completo el control de sus nervios. Su posición no era tan mala, aunque inferior, pero la sensación de que estaba jugando mal por segunda vez consecutiva pudo más que él. Esta vez, el noruego llegó incluso a levantarse de la silla, giró sobre sí mismo y volvió a sentarse, como si fuera incapaz de dominar su cuerpo, y menos aún su mente. Pronto llegó otro error táctico muy grave, que le obligó a rendirse un par de lances después.
Es rarísimo que Carlsen pierda dos partidas seguidas. Le ocurrió en el Memorial Gashímov de Shamkir (Azerbaiyán) en 2014, frente a Caruana y Radyábov; luego reconoció que en ese momento quería mandar el torneo al infierno y marcharse a casa. En la situación de hoy ya estaba en casa, y el desempate rápido (dos partidas de cinco minutos iniciales y tres segundos adicionales por jugada) pudo ser aún peor para el campeón del mundo porque su novedad teórica en la décima jugada, con blancas, fue magistralmente respondida por Dúbov con una combinación electrizante.
Pero fue el ruso quien no supo entonces estar a la altura de las circunstancias. Primero fue impreciso y luego no se dio cuenta de que ya no estaba mejor, siguió jugando a ganar y quedó perdido de inmediato porque Carlsen fue letal en la ejecución.
Dúbov, modesto y tenaz, encajó bien el golpe y volvió a lograr una posición ventajosa tras la apertura del segundo asalto del desempate. Pero volvió a ser impreciso, y esa ventaja se evaporó. Todo parecía encaminado para que Carlsen lograse una de las victorias más sufridas de su carrera. Pero el campeón volvió a errar y entonces se llegó a un final muy favorable para el ruso, mas técnicamente difícil (alfiles de distinto color) de convertir en victoria. Con menos de medio minuto por bando, esta vez fue Carlsen el inexacto, y quedó perdido.
Y así, el duelo entre el campeón y su verdugo llegó a la muerte súbita, que en ajedrez se llama Armagedón: cinco minutos para las blancas (Carlsen), obligadas a ganar, y cuatro para las negras, sin incremento para ninguno. Pero lo que se suponía que iba a ser el clímax de un duelo de infarto se perfiló de pronto como una gran decepción: Dúbov cometió un fallo garrafal y quedó perdido poco después de la apertura. Sin embargo, el campeón reconfirmó que hoy no era su día y no encontró la manera de entrar a matar. Dúbov se recuperó y quedó en una posición inferior, pero defendible. Mas la tensión era enorme, igual que la presión del reloj. El ruso volvió a fallar, y esta vez el noruego no perdonó. Sin embargo, la rendición de Dúbov no fue recibida por gestos de alegría de Carlsen sino con una gran mueca de desagrado. Pocas imágenes son tan expresivas sobre la dureza de ser un gran campeón.
Cuartos de final (martes y miércoles): Carlsen elimina a Dúbov: 2,5-0,5, 0,5–2,5, 1-1, gana la muerte súbita con blancas; Radyábov elimina a Giri: 2-2, 2-2, 1,5-0-5; So elimina a Duda: 2,5-1,5 y 2-0; Vachier Lagrave elimina a Aronián: 2,5-1,5 y 2-2.
Semifinales (jueves y viernes): Carlsen – Vachier Lagrave; So -Radyábov.
Portal oficial: https://championschesstour.com/
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