Nadine Kessler, máxima responsable del fútbol femenino en la UEFA: “El negocio no puede ser un copiar y pegar del masculino”
La directiva del organismo rector del fútbol europeo cree que para seguir creciendo se deberían aumentar el número de clubes fuertes en liza
Nadine Kessler (Landstuhl, Alemania, 34 años) estaba llamada a dominar el fútbol. Lo hizo en el campo, en 2014 ganó el Balón de Oro tras levantar la Champions y la Bundesliga con el Wolfsburgo; ahora también lo hace en los despachos. Tras no superar una lesión en la rodilla derecha, Kessler se retiró con 28 años y saltó a la UEFA, primero como embajadora y después como máxima responsable del femenino.
Pregunta. ¿Qué ha cambiado en el fútbol femenino?
Respuesta. Los...
Nadine Kessler (Landstuhl, Alemania, 34 años) estaba llamada a dominar el fútbol. Lo hizo en el campo, en 2014 ganó el Balón de Oro tras levantar la Champions y la Bundesliga con el Wolfsburgo; ahora también lo hace en los despachos. Tras no superar una lesión en la rodilla derecha, Kessler se retiró con 28 años y saltó a la UEFA, primero como embajadora y después como máxima responsable del femenino.
Pregunta. ¿Qué ha cambiado en el fútbol femenino?
Respuesta. Los diferentes tipos de organizaciones e instituciones, como los clubes, la UEFA, la FIFA, los medios de comunicación y los patrocinadores han comenzado a poner esfuerzo en el femenino. Eso le ha generado una visibilidad que nunca había tenido. Y se puede ver en eventos como el último Mundial o en esta Eurocopa. También antes había solo un puñado de países que le daban bombo. Ahora son más.
P. ¿A la afición le ha comenzado a gustar?
R. Ahora a la gente le gusta mirar el fútbol femenino. El nivel del juego y los estándares que lo rodean son incomparables con los que había cuando yo jugaba.
P. ¿Cómo era en su época?
R. La mayor atención la tenían la Euro y el Mundial. No había algo grande de lo que hablar. Ahora se ha convertido en un tema regular en la sociedad. A la gente le interesa el femenino. Hoy, para las niñas, es tan natural jugarlo como simplemente seguirlo.
P. ¿Después del éxito que significó la cantidad de público en los estadios en la última Champions, sobre todo con los dos récords de asistencia en el Camp Nou, es viable una liga cerrada femenina para generar más afición?
R. Pienso exactamente lo contrario. Una liga cerrada no tiene sentido para el masculino y tampoco lo tiene para el femenino.
P. ¿Por qué?
R. Porque no tenemos ni suficientes niñas jugando ni suficientes clubes. Entonces, no tenemos una estructura masiva sostenible. La última Champions fue la primera en la que tuvimos una competición muy dura en los cuartos de final con algunos partidos realmente muy abiertos.
P. ¿Qué tiene que pasar para seguir creciendo?
R. Aumentar el número de clubes fuertes. No creo que sea interesante con solo cuatro o cinco equipos competitivos. Tenemos que focalizar los esfuerzos en fomentar ligas locales más fuertes que generarán partidos interesantes. La liga inglesa, por ejemplo, ha demostrado que es posible.
P. ¿El femenino debe copiar el modelo negocio del masculino?
R. Comercialmente hemos comenzado en una etapa completamente diferente. De hecho, todavía hay países europeos que todavía no la han iniciado. Recién han pasado cuatro años desde que hemos separado los derechos comerciales de los del masculino. Ahora lo vendemos como fútbol femenino y tenemos otros socios que trabajan distinto, con ideas diferentes respecto del negocio. El femenino es realmente importante y no es necesario hacer un copiar y pegar del modelo del masculino. Evidentemente, hay cosas de las que aprender pero debemos tener un enfoque diferente.
P. ¿Por qué hay tanta diferencia de dinero en los premios del masculino y del femenino?
R. En esta Euro se ha duplicado el premio respecto de la anterior [pasó de ocho a 16 millones]. Y, que yo sepa, no hay ningún otro deporte de equipo femenino en el mundo que tenga esta cantidad de premios a excepción del Mundial femenino. Sin embargo, el primer pensamiento es compararlo con la Euro masculina.
P. ¿Y no le parece normal?
R. Para nosotras la pregunta es: ¿cómo podemos hacer crecer la totalidad del fútbol femenino? Se necesitan inversiones en todos los niveles del juego, desde el fútbol base hasta la élite, en los entrenamientos y los torneos. Tiene que crecer la promoción y debe aumentar la visibilidad. Y, en última instancia, también tiene que crecer la cantidad de dinero en premios que ayudará a construir el femenino de forma sostenible.
P. ¿Pero aumentará?
R. Los premios son un mecanismo que utiliza la UEFA para desarrollar y profesionalizar el fútbol femenino. Estoy segura de que, con el aumento de la comercialización, pronto habrá aumentos significativos en los premios.
P. ¿Qué espera de la Euro?
R. Un torneo grande e interesante. Tanto en el juego como en la organización. Habíamos vendido cerca de 400.000 entradas en mayo. Una semana antes de que comenzara el torneo la cifra estaba en 500.000. Nunca había pasado. El interés crece de manera exponencial.
P. ¿Y a nivel futbolístico?
R. Una Euro muy abierta. Entre los primeros 16 equipos está todo muy parejo. Ahora toca apretar para que las demás selecciones eleven el nivel.
P. ¿Cómo analiza el progreso de la selección española?
R. España tiene claro a lo que juega y ha sido consecuente con su estilo en los últimos años. Eso le ha permitido progresar hasta el punto de llegar con la ambición de ganar esta Euro. Es lo que queremos: competencia abierta.
P. ¿Pero Alemania continúa siendo favorita ante España?
R. No, es difícil predecir qué puede pasar entre Alemania y España. Y eso, por ejemplo, es otra de las cosas que ha cambiado en el fútbol femenino en comparación con el pasado.
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