Ancelotti: “Hemos jugado muy mal”
El entrenador italiano admite sin dar muchas explicaciones la floja actuación del Madrid en una noche que dejó algo más que un partido con cánticos contra Rusia y Putin. Rüdiger recibe 20 puntos de sutura
Que algo tan infantil como el aterrizaje en el césped de un avión de papel blanco fuera jaleado por un fondo entero del estadio del Legia, ocupado en una parte importante por refugiados ucranios, dio cuenta de las connotaciones tan especiales que rodearon la noche en Varsovia tras el recrudecimiento del ataque militar ruso al otro lado de la frontera. Que no solo iba a ser un partido de fútbol había quedado claro en cuanto los jugadores saltaron al campo. Una bandera ucrania y otra polaca se dibujaron en las gradas con cartulinas —luego aviones— como recibimiento a ambos equipos y mensaje al m...
Que algo tan infantil como el aterrizaje en el césped de un avión de papel blanco fuera jaleado por un fondo entero del estadio del Legia, ocupado en una parte importante por refugiados ucranios, dio cuenta de las connotaciones tan especiales que rodearon la noche en Varsovia tras el recrudecimiento del ataque militar ruso al otro lado de la frontera. Que no solo iba a ser un partido de fútbol había quedado claro en cuanto los jugadores saltaron al campo. Una bandera ucrania y otra polaca se dibujaron en las gradas con cartulinas —luego aviones— como recibimiento a ambos equipos y mensaje al mundo en unos momentos tan críticos. “El futbol nos ha unido a todos”, sonó por megafonía en la previa de una noche a la que le sobraron 30 segundos para que terminara en un cuento de hadas perfecto del Shakhtar.
Cuando empezó a rodar la pelota, sin embargo, no todo lo que llegaba de las gradas tenía ese aire naif. “Ruska kurwa” (“Puta Rusia”) y “Jebac Putina” (“Que le jodan a Putin”) bramaba la inmensa mayoría, cánticos también habituales en la liga polaca. Las referencias al régimen ruso resultaron constantes, sobre todo en una primera parte más plana sobre el campo. Después, con el 1-0 de Zubkov a los 30 segundos de la reanudación, el fútbol puro se abrió hueco en medio de la reivindicación.
Sobre su negociado, Carlo Ancelotti no se anduvo por las ramas. “Hemos jugado muy mal esta noche”, sentenció el técnico blanco que, sin embargo, no se extendió en los motivos. “A veces pasa, explicarlo es bastante difícil. El partido estaba controlado, pero con el 1-0 perdimos el equilibrio y sufrimos en las contras. Lo bueno es que ganarnos es muy difícil. Lo importante es no rendirse. Estamos en octavos y hemos cumplido”, resumió aliviado. “En defensa hemos sufrido bastante porque nos han pillado muchas veces a la contra”, amplió Nacho, que admitió las dificultades del Madrid también en ataque. “Nos está costando meter gol en los últimos partidos”, avisó.
En tareas ofensivas anduvo Eden Hazard, un exiliado futbolístico desde hace tres años que volvió a salir muy tocado de la noche. Después de cinco partidos seguidos sin oler el verde y repartiéndose con sus compañeros las butacas del banquillo, al belga le reclutaron en una cita de rotaciones y lo situaron por el centro, detrás de Benzema. Su banda izquierda hace tiempo que la perdió en beneficio de Vinicius y, si no, del creciente Rodrygo, como este martes. Al ex del Chelsea solo le queda la vida errante, en el mejor de los casos, y esperar una luz, que volvió a estar muy lejos de llegar en el viaje a Polonia.
El vacío de Hazard
Su fútbol resultó igual de plano y la paciencia de Ancelotti, igual de escasa. En cuanto se vio por detrás en el marcador, fuera Hazard y dentro Vinicius, como un acto reflejo, sin apenas tiempo para que el brasileño calentara. “Él y Benzema tuvieron problemas porque ellos se cerraban bien. Eden hizo lo suyo, cumplió. Estaba planeado cambiar a los 60 minutos, en el banquillo tenía mucha energía”, justificó Carletto tras otra decepcionante actuación del fichaje más caro de la historia del club (115 millones). Desde que llegó en 2019, ha disputado el 23% de los minutos posibles y esta temporada apenas ha rematado dos veces a puerta, según cifras del analista de datos MisterChip. Hace un mes, una actuación más que discreta de Hazard ante el Mallorca en casa precedió a cinco encuentros al sol. “No ha cambiado nada para el futuro”, respondió esa tarde el técnico italiano, una contestación y unas decisiones técnicas posteriores que dejan caer la falta evidente de expectativas de Carletto con el belga.
Nos está costando meter gol en los últimos partidosNacho
Fracasó Hazard y a punto estuvo también de hacerlo el Madrid, aliviado con una de las tácticas más viejas del fútbol: mandar al central al área a cazar los balones a la olla. Se lo pidió Kroos a Rüdiger, le puso el balón por el aire y el central remató a puerta y, de paso, al portero ucranio, Trubin. Gol y 20 puntos de sutura junto al ojo izquierdo. Hoy o mañana le habrán pruebas para ver si sufre algún tipo de fractura. “Está consciente, habla y sonríe porque ha metido un gol importante”, apuntó Ancelotti.
Un tanto que le dio al Madrid la clasificación a octavos (no ha fallado en ninguno de sus 31 intentos) tras un despliegue pobre, nada que ver con la versión dinámica y presionante de hace una semana en la Castellana, donde descargó 36 disparos (14 a puerta). Solo con las prisas y ya con todos los actores principales incorporados por la vía de urgencia (Vinicius, Modric y Alaba) fue capaz de atrapar el empate. “En el descanso hablamos de empezar bien y nos meten el gol. Nos costó trenzar por dentro y nos hicieron daño a la contra”, analizó Lucas Vázquez. Contuvo daños el campeón y se despidió orgulloso el Shakhtar. Su grada siguió todo el encuentro intentando volar aviones de papel, sin mucha suerte. A punto estuvo de cerrar un cuento de hadas casi perfecto. ”Estoy orgulloso y triste a la vez. Dadas las circunstancias de los últimos días, no es fácil para los jugadores hacerlo como lo han hecho”, comentó el técnico de Shakhtar, Igor Jovicevic.
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