Marc Bernal y el agujero del Barcelona en la medular
La demarcación de mediocentro, a la que opositan Casadó y Eric García, es capital en el juego azulgrana desde los tiempos de Johan Cruyff
“Vamos a echarle mucho de menos. Es sorprendente cómo ha entendido nuestro concepto de juego con solo 17 años. Todo lo que ha hecho en tres partidos ha sido increíble. He visto muchas cosas buenas en Marc Bernal y me ha encantado también la respuesta que ha tenido la plantilla a su lesión; la actitud, la mentalidad y la unión me hacen pensar que sabremos afrontar todo lo que pueda ocurrir”, se sinceró Hansi Flick, entrenador del Barcelona, en la rueda de prensa previa al partido contra el Valladolid (este sábado, a las 17.00 horas) cuando fue preguntado por la lesión que el mediocentro sufrió en Vallecas.
Nadie se ha lamentado más que Flick por la lesión de Bernal. El técnico contemplaba encantado a su equipo en el campo del Rayo. La entrada de Dani Olmo había tenido un impacto decisivo sobre el partido, el marcador y la articulación del juego del Barça. Olmo encajó como un guante en la posición de centrocampista adelantado –o media punta–, situado por detrás de Lewandowski, mientras Raphinha profundizaba por el costado izquierdo en el sitio del sustituido Ferran y Pedri maniobraba estupendamente en una sala de máquinas custodiada por Bernal. Muchos analistas advertían en el volante de 17 años movimientos parecidos a los de Busquets. El Barça disponía por fin de un jugador sobre el que intentar edificar el fútbol desde la salida del mediocentro a Miami.
Flick ni siquiera cambió a Bernal como en los dos partidos anteriores, en Mestalla y ante el Athletic, quizá por no poder disponer de Eric García, el jugador que siempre había salido en sustitución de Bernal. Eric no viajó a Madrid por una fascitis plantar y Bernal aguantó hasta que al final del partido su rodilla izquierda se quebró después de un cruce con Isi en un contraataque del Rayo. El sacrificio defensivo de unos minutos ha supuesto una lesión de un año para Bernal. La lesión afectó especialmente al barcelonismo y a Flick. Al técnico se le caía aquella pieza capital en la que pocos repararon para cuadrar la alineación titular a la espera de la recuperación de lesionados como De Jong y Gavi.
No le queda más remedio al entrenador que volver a dar vueltas sobre una demarcación clave en el Barça. Una vez descartado el fichaje de un sustituto por las dificultades financieras, la alternativa es Marc Casadó –ya jugó contra en Valencia en el debut liguero junto a Bernal– o Eric García, que continuará en el Barcelona a pesar de que su intención era regresar al Girona. No hay más candidatos porque Christensen es baja por una lesión de larga duración y no se sabe cuándo reaparecerá De Jong –“espero que no se tenga que operar de su tobillo y pueda volver después del parón de selecciones”, especificó Flick.
El técnico, en cualquier caso, avaló tanto a Casadó como a Eric García. “Tengo confianza en que ambos puedan cubrir perfectamente la posición y, aunque Eric es defensa y su demarcación natural es la de 4, también lo puede hacer muy bien como mediocentro”, apostilló Flick. El agujero, de todas maneras, es tremendo por el significado que tiene el puesto para la identidad del Barça y las garantías que ofrecía el joven Bernal por su madurez, excelente lectura del juego y capacidad para coser al equipo, ahora entrenado por Flick.
La progresión de Bernal ha sido espectacular hasta ahora si se tiene en cuenta que ascendió del cadete A al filial sin pasar por el juvenil después de llegar a con siete años a La Masia. Quizá porque además de ser un excelente central supo ser un buen mediocentro en el Barça, fue Rafa Márquez quien reparó la temporada pasada en aquel interior que destacaba por su excelente promedio goleador en las categorías inferiores del Barça. El técnico del filial, ahora en México, centró un poco más su posición, le dio continuidad —disputó 35 partidos— y no pasó precisamente desapercibido —mide 1,91 metros—, hasta el punto de que en julio pasado formó parte de la expedición de la plantilla profesional dirigida por Flick que viajó a la gira de Estados Unidos.
Tampoco fue casual que Guardiola reparara en el juego de posición de Bernal. “Me ha parecido extraordinario, cómo controla, cómo juega”, afirmó el extécnico y exjugador azulgrana después del partido que enfrentó al Barça con el City en Orlando. El hoy entrenador del equipo inglés ha sido uno de los mejores mediocentros del Barcelona y, además, llegó al fútbol base procedente de Santpedor desde el Gimàstic Manresa, igual que Bernal, nacido en Berga. La figura del mediocentro se mantiene como capital para vertebrar el fútbol del Barça. Aunque siempre se asoció al número 4 desde que Cruyff encumbró a Milla, Flick la asigna al 6. Cruyff avaló precisamente a Busquets después de ser descubierto en el filial por Guardiola.
La rueda de sustitutos del hoy jugador del Miami ha sido imparable hasta la llegada de Bernal. Ningún futbolista expresa mejor el desconcierto que Oriol Romeu, de vuelta a Girona un año después de fichar por el Barça. Ahora es el turno de Marc Casadó y Eric García, dos futbolistas que conocen también el solfeo futbolístico de La Masia y las exigencias del Barça, al igual que Pau Cubarsí y Lamine Yamal, miembros de la generación del 2007 junto con Bernal. “A pesar de ser juveniles parecen adultos”, recuerda el excoordinador de la cantera Jordi Roura, “porque llevan tiempo en el club; han aprendido a competir y a vivir con presión por la necesidad de ganar y seguir después de superar muchas cribas en los equipos inferiores; y ya se saben las claves del juego del Barcelona”. El reto ahora para Marc Bernal es seguir los pasos de Gavi para volver en un año al puesto de mediocentro del Barça.
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