Un delantero de la segunda división japonesa decide para Australia su duelo ante Túnez
La exhibición de Mitchell Duke, del Fagiamo Okayama, permite a la selección oceánica alimentar las opciones de llegar a las eliminatorias
Un probo delantero de la segunda división japonesa decidió un intenso duelo para Australia, que venció a Túnez y se coloca en condiciones de optar a los octavos de final con una selección que atesora un talento muy inferior a las de pasadas citas mundialistas. Guarda, eso sí, la esencia del deporte australiano, el alma y la competitividad extrema que ayuda extraer las mejores condiciones de todos sus peones y, si es necesario, algo más. Por eso Mitchell Duke, un veterano delantero del Fagiamo Okayama que a lo largo de su carrera promedia un gol cada cinco partidos pareció Lewandowski o Benzema. El hombre jugó poco más de una hora, pero mejoró cada balón que le llegó, fue esencial en la presión que desnortó a Túnez, bajó al piso todo tipo de pelotazos, los descargó y los remató, se llevó incluso la marca del taco de la bota de un rival al que fue a encimar. Y marcó un gol de bandera, el único de un partido tan intenso como su despliegue.
A Túnez se le esperaba tras su interesante exhibición del partido anterior contra Dinamarca. Se aguardaba su codicia y su vigor, abanderado por Laïdouni, el mediocentro del Ferencvaros que es una suerte de Dennis Rodman futbolero y que celebra sus acciones defensivas con una arenga a la grada. Porque Túnez juega el Mundial en casa, sostenido por una bancada repleta que se alimenta de la gran diáspora de compatriotas que viven en la Península Arábiga, particularmente en los emiratos. Pero Australia acalló todo el estrépito, bien trabajada para aplicar una presión sobre los tres centrales rivales, un trío de titanes para fajarse en defensa, pero inanes con la pelota en los pies.
Túnez no salía con claridad desde atrás y no tenía un plan alternativo. Se le cerraron los caminos a sus talentos en ataque y con esa gasolina Australia despegó para golpear una y otra vez, para recuperar la pelota y lanzarse a por el gol. Le costó media primera parte encontrarlo, la mitad que al técnico tunecino arreglar el desaguisado. En el descanso desmontó la zaga de tres centrales, agregó a Sassi, un mediocentro con capacidad para mover la pelota, y empezó a encontrar a sus delanteros, en particular al excelente Msakni.
En realidad Msakni ya había aparecido en la última acción de la primera parte cuando remató cerca del primer palo un centro raso de Jebali tras una recuperación de Túnez en zona avanzada, un hito durante los primeros tres cuartos de hora. Msakni es un talentazo y a él se encomendaron sus compañeros. Australia tenía claro que las llaves del partido estaban ahí, así que se aprestó a negárselas. Se replegó, se aprestó a sufrir y con los centrales del Stoke City y el Heart of Midlothian montó una trinchera ante el meta Ryan. Túnez no dejó de meter madera en la caldera, pero se topó con demasiadas piernas ante la meta. Había leído mal el partido y cuando quiso aplicarse los renglones ya estaban torcidos. Ahora se queda expuesta a un milagro que pasa además por ganarle a Francia el próximo miércoles.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter especial sobre el Mundial de Qatar
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.