Alcaraz: “Todavía no me considero un campeón”
El murciano desconoce dónde están sus límites y dice que Djokovic sigue siendo “un Superman”, mientras el serbio reconoce haberse sentido “inferior en todo”
Sintomático el paseo de Carlos Alcaraz a primera hora de la mañana, tras el calentamiento que precede a la final. Rodeado por un cinturón de seis guardias de seguridad, el tenista recorre los 500 metros de la arteria principal del All England Club con una sonrisa de oreja a oreja. Nada del rictus serio o incluso apesadumbrado que suelen mostrar algunos tenistas. Él sonríe, atiende a los vítores de la muchedumbre que lo rodea y enseña el pulgar, con ganas de abordar a Novak Djokovic y convencido de batir al serbio, como así sucede. Ya por la tarde, después de redondear su obra, el murciano se expresa como uno de los seis jugadores que han sido capaces de conquistar en un mismo año Roland Garros y Wimbledon desde el nacimiento de la Era Abierta (1968). Antes que él, Laver (1969), Borg (1978, 1979 y 1980), Nadal (2008 y 2010), Federer (2009) y Nole (2021).
No obstante, y he aquí lo que más impacta, Alcaraz transmite la idea de que esto solo acaba de comenzar y emite el mensaje ambicioso de los marcianos. Lejos de mostrar indicios de relajación, transmite puro inconformismo. “Es un honor formar parte de los jugadores que han ganado estos torneos en la misma temporada. Es increíble estar en la misma mesa que Novak y que otros grandes campeones, pero yo todavía no me considero un campeón, o al menos no como ellos. Intento seguir construyendo mi camino”, indica el murciano, convertido a la vez en el tercer tenista de 21 años o menos que logra alzar más de un trofeo de Wimbledon tras el sueco Björn Borg y el alemán Boris Becker.
Pese a su corto recorrido en la élite, en la que ingresó de pleno derecho en 2021 tras lo insinuado antes del estallido de la pandemia, en 2020, Alcaraz ya ha elevado 15 títulos, los mismos que Emilio Sánchez Vicario; de este modo, ahora está a solo uno de los que obtuvieron José Higueras y su entrenador, Juan Carlos Ferrero, en toda su carrera. Magnífico es lo que se ve, pero todavía más suculento lo que se vislumbra. Sin dejar de lado los cepos de todo tipo que han truncado tantas trayectorias, pinta excepcionalmente la del murciano, al que el diario The Times lo calificó recientemente como “el salvador del tenis”. Niega él, pero lo cierto es que su vuelo y su juego son el gancho perfecto para un deporte que precisaba de una renovación del escaparate y conectar con las nuevas audiencias. Nacido en 2003 y predispuesto a alimentar los nuevos lenguajes comunicativos (hot shots, highlights), su éxito ha supuesto una bendición.
“Obviamente veo y escucho todas las estadísticas, pero intento no pensar mucho en ello. Es un gran inicio de carrera, sí, pero tengo que seguir adelante porque, si no lo hago, todos estos torneos no importarán”, expone; “quiero seguir mejorando y creciendo. No sé cuál es mi límite y no quiero pensar en ello. Solo quiero disfrutar mi momento y seguir soñando. Veremos al final de mi carrera si son 25, 30, 15 o cuatro grandes. Lo único que sé es que quiero seguir disfrutando”, prosigue el campeón, quien sigue percibiendo en Djokovic “un Superman” porque, recalca, “lo que ha hecho Novak en este torneo, con una operación justo unas semanas antes de que empezase, es realmente increíble”.
Federer y Court se salvan
Cree Alcaraz, en todo caso, que es positivo para su deporte que surjan “nuevas caras” como las de él y Jannik Sinner, y recuerda que la semifinal perdida el curso pasado contra Daniil Medvedev en Nueva York le ayudó mucho. “Me di un poco por vencido, y eso es inaceptable”, subraya. También cedió luego en los cuartos dela Open de Australia, contra Alexander Zverev, pero se relanzó a lo grande en la arcilla de París y vuelve a entronizarse en la hierba de Londres. De nuevo, contra Djokovic. No suele reparar en elogios el balcánico hacia él, consciente de que el tenis ha dado con un superdotado llamado a ascender a la planta más noble de la pirámide. Camaleónico, el español se perfila como un tenista total, capaz de saltar de una superficie a otra y calcar el rendimiento sin excusas.
“Carlos fue mejor en todos los aspectos: en movimiento, en la manera de golpear la pelota, increíble, su gran servicio… Todo. Yo he hecho todo lo que he podido para preparar este partido y el torneo en general; si alguien me hubiese dicho que jugaría la final hace tres o cuatro semanas, no me lo habría creído. Pero siempre encontraré defectos. Desde el principio hasta el final se podía ver que él estaba un paso por delante de mí en todos los aspectos. Obviamente estoy decepcionado, es amargo perder así”, admite el campeón de 24 grandes, cuya derrota —tercera en seis pulsos con Alcaraz— le impide alcanzar el récord del suizo Roger Federer en Wimbledon (ocho cetros) y desmarcarse de la australiana Margaret Court, también 24.
Cuenta Djokovic que, obviamente, la articulación que se dañó en París y que le obligó a pasar por el quirófano el 5 de junio le ha condicionado estos días, pero que no necesariamente ha sido determinante. También descarta que otra apuesta táctica le hubiera conducido hacia un lugar mejor. “Sinceramente, no lo creo. Siempre puedes analizar el partido después y decir: ‘podría haber hecho esto o aquello’, pero, en general, me he sentido inferior. Eso es todo. Ha sido mejor jugador, ha jugado cada golpe mejor que yo y no creo que hubiese podido hacer algo más”, concluye el de Belgrado, que ahora apunta a los Juegos de París, al igual que Alcaraz. El murciano regresará unos días a casa y próximamente formará parte de la expedición del equipo español. Lo hará a lo grande, con un doblete en la mochila.
DE MURCIA A PARÍS
Este lunes, Alcaraz atendió a los enviados especiales en el club londinense y posteriormente se hizo la protocolaria foto del campeón. Después, el deportista se reunió con su familia y regresó a Murcia para disfrutar de un breve descanso. Un par de días para recargar pilas y vuelta a los entrenamientos.
Tras la estancia en casa pondrá rumbo a París, donde se coronó por primera vez en julio. En concreto, viajará allí acompañado por su agente, Albert Molina, ya que Juan Carlos Ferrero no se reincorporará hasta el inicio de la gira estadounidense sobre cemento, a partir del 6 de agosto.
Alcaraz volará el día 22 y participará tanto en la modalidad individual como en la de dobles. Formará pareja con Rafael Nadal, 17 años mayor que él (38 y 21 respectivamente) y que esta temporada apenas ha podido jugar 12 encuentros, distribuidos en cinco torneos. Será su primera cita olímpica.
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