La URSS aumenta su influencia en Mozambique

Nicolás Podgorny presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS, dijo el lunes día 17 que la Unión Soviética «es solidaria con los pueblos de Africa austral que luchan contra la opresión colonial y la discriminación racial».Las declaraciones del jefe del Estado soviético que reproducían ayer toda la prensa de la URSS, fueron hechas durante un banquete en honor del presidente de Mozambique, Samora Machel, que visita oficialmente la Unión Soviética.

Por su parte, el presidente mozambiqueño declaró en el banquete que su país y el Frelimo están obligados a liberar Rhodesia, una vez que la URSS por boca de su jefe de Estado reconoce como «uno de los principios básicos de su política exterior» el apoyo a los movimientos de liberación.

En Moscú no se oculta que tras el éxito soviético en la guerra de Angola y el triunfo político del MPLA, la Unión Soviética desearía reforzar su influencia en. Mozambique en detrimento de la República Popular China En este sentido, la URSS cuenta con cierta ventaja sobre el régimen de Pekín por su mayor capacidad de ayuda. Mozambique es sensible a esta diferencia y así envió el pasado mes de abril a la capital soviética a de Defensa señor Chipande.

Aunque Podgorny no citó a China en su discurso, dejó entrever un ataque contra Pekín al referirse a que la distensión política no es contradictoria con la política de apoyo a los movimientos y regímenes progresistas, como sostiene China, sino que, al contrario, la distensión sirve para acelerar el proceso de liberación nacional y social de los pueblos.

Samora, Machel agradeció a la URSS «su contribución material en la lucha del pueblo mozambiqueño» y escuchó con agrado las palabras de Podgorny sobre la necesidad de reforzar la Organización para la Unidad Africana (OUA).

Aparte del agradecimiento, Samora Machel declaró el deseo de su país por establecer «relaciones modelo» con la Unión Soviética, subrayando que tales relaciones son las propias entre «luchadores por una causa común».

El presidente de Mozambique, que llegó a Moscú el lunes, mantuvo ayer una serie de entrevistas con Podgorny, Gromyko, ministro de Asuntos Exteriores y Ponomarev, miembro suplente, del Politburó. Todas las entrevistas se desarrollaron en un ambiente «amigable y bajo un espíritu de mutua comprensión».