"La mediocracia es aplicable a cualquier bando ideológico"

Ditirambo, Fausto, Aooom, Morbo, Al diablo con amor, La loba y la paloma, La regenta, Beatriz y Parranda constituyen la filmografía de Gonzalo Suárez, un director de cine que procede de la literatura y el periodismo, incluso con ciertas vinculaciones -en tiempos- al mundo del boxeo. Un hombre que intentó realizar «las nueve películas de hierro del cine español», que fue, sin duda, uno de los realizadores más vanguardistas y que ahora acaba de estrenar su última película, Parranda basada en una novela de Eduardo Blanco Amor.

«Empecé haciendo películas cuyo punto de partida era lo más libre posible. Ya había publicado cinco libros. A partir de Morbo empecé a adaptarme a mis propios guiones, si bien los tomaba como pretexto, intentando recuperar la libertad de antaño. Creo que todos eran insuficientes, no estaban todo lo trabajados que debían ni escritos con la suficiente convicción. En una última fase vienen las adaptaciones de novelas, para abocar en la adaptación de La parranda, que considero sin ambajes, mi mejor película. Creo que es la culminación de todo este proceso que ha sido muy duro.»«Proviniendo de la literatura yo reclamaba del cine, entre otras cosas, el emanciparme de la letra. Todo lo que había que escribir previamente entendía que me restaba libertad de ejecución. Sin embargo ahora creo que es necesario trabajar mucho en el guión para gozar después de esa libertad narrativa . Es una de las paradojas de las muchas que me he encontrado. »

«Creo que tropecé con el inevitable aprendizaje que supone afrontar una nueva técnica narrativa corno es la cinematografía; que si bien en sí misma puede parecer no excesivamente compleja, el entorno la hace complicadísim. Hay que pensar que el coste medio de una película es de quince millones de pesetas. Creo que no es fácil aprender a escribir en cine ni, por supuesto, a manipular en la medida de lo posible todos estos aspectos paralelos.»

Censura

«Pienso que se habla muy frecuentemente de la censura y confío en que ya de una vez no se necesite volver a hablar de ella, pero me gustaría decir que considero que, desgraciadamente, la censura del ministerio es un síntoma y cometeríamos un error si pensáramos que con acabar con ella acabaríamos con la causa. Hay toda una mentalidad que precisamente hizo posible y reclamó esa censura. Ha sido una mentalidad del poder dominante, que en este caso fue el resultado de una dictadura. - La consecuencia de este régimen no consiste sólo en el hecho de que se corte o no una película, sino que creó una especie de mentalidad ,predominante que curiosamente podríamos denominar «mediocracia», en contradicción con el término «democracia». Desgraciadamente la realidad, demuestra que esta mentalidad mediocre se puede aplicar a cualquier bando ideológico».

Recreación

«Por lo que respecta a Parranda creo que en este caso es un conglomerado afortunado de circunstancias. En la base, un libro con el que me sentí identificado hasta el extremo de no plantear la adaptación cinematográfica como una adaptación del mismo, sino que pretendí revivirlo en una película. Para ello tuve que tomar decisiones difíciles como fue el hecho, por ejemplo de rodarla en Galicia. Quise evitar, precisamente, el aspecto más contemplativo, contextual, incluso a nivel iconográfico que dada la fuerte per sonalidad mitológica de lo gallego, suponía un peligro de sacralización que según pude compro bar en Beatriz me restaba vitalidad y me abocaba a un enfoque peligrosamente cercano a la visión del turista cultural. También quise eludir enérgicamente cual quier posibilidad de interpreta ción demagógica.»