El presidente de Zaire afirma que no desea fricciones con Angola

«El fin de las operaciones militares en la región de Shaba será anunciado en cuestión de pocos días», manifestó el presidente Mobutu, en Lumumbashi, al concluir la visita oficial realizada a Zaire por una delegación de la República Federal de Alemania, encabezada por el vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher.

Mobutu reveló que se propone asistir a la próxima «cumbre» de la Organización de la Unidad Africana en Libreville, con la intención de exponer en ese foro las «enseñanzas políticas» que el Gobierno de Zaire ha sacado de los acontecimientos de Shaba.El dirigente zaireño dijo que, aunque la producción minera de Shaba no ha sido afectada en ningún momento por la invasión de los katangueños, este país no hubiera podido soportar las implicaciones económicas del conflicto sin la intervención financiera de Gobiernos amigos.

Haciendo uso de expresiones comedidas, que contrastan con los términos empleados por la prensa zaireña, Mobutu aseguró que Zaire no mantiene ninguna animosidad contra Angola, a la que considera «un simple peón de los soviéticos», por lo que la expulsión de los ex gendarmes no debe originar motivos de fricción con Agostinho Neto.

Genscher reiteró en la capital de Shaba que la política africana de su Gobierno se centra invariablemente en la no injerencia en los asuntos internos de cada país, así como en la integridad de los Estados.

Alemania Federal concedió ayer a Zaire un crédito de once millones de marcos (unos 340 millones de pesetas) a título de asistencia financiera.

Retirada katangueña

En Kolwezi, donde está instalado el cuartel general que dirige las operaciones militares de Shaba, se insiste en el carácter desordenado que toma la huída hacia Dilolo de los katangueños, a pesar de que no se hace mención de enfrentamientos desde la toma de Kasaji, ocurrida el pasado 12 de mayo.

El carácter fragmentario de las informaciones que trascienden en esa localidad no permite determinar cuáles son las posiciones reales de los tres frentes en que Kinshasa afirma estar combatiendo.

Los frentes de Sandoa y Kapanga serían ahora responsabilidad exclusiva de los efectivos zaireños, mientras que la progresión hacia Dilolo se efectúa en unión del contingente enviado por Marruecos.

La tranquilidad en esa zona es total, y la misión básica de los zaireño-marroquíes consiste en neutralizar las minas que han sembrado los katangueños en su retirada.

Sin embargo, los observadores occidentales, sin negar que los ex gendarmes parecen haber perdido militarmente en toda la línea, consideran que el retroceso de los rebeldes no es tan desordenado como se ha dicho, puesto que se realiza sin abandonar el grueso de su armamento principal y llevándose incluso a sus muertos y heridos.

Es notorio, a menos que se demuestre lo contrario, que ni un camión, ni un jeep en buen estado, o armamento pesado ha podido ser recuperado por los zaireño-marroquíes en el terreno de batalla.

Por otro lado, el general Mobutu recibió ayer en KoIwezi al ministro de Relaciones Exteriores de la vecina República del Congo, Teophile Obenga, quien le hizo entrega de un mensaje personal del presidente Yhombi Opango.

El contenido del mensaje es desconocido, pero con toda probabilidad concierne a los acontecimientos que se desarrollan en Shaba y a las relaciones entre Kinshasa y Luanda.

El anterior dirigente congoleño, Marien Ngouabi, había sido el artífice de la reunión sostenida el año pasado en Brazzaville por Mobutu y Agostinho Neto con el propósito de reconciliarlos.