Lucha de facciones en el MPLA
El desenlace de la prueba de fuerza lanzada la pasada semana contra la facción Nito Alves-Van Dunen, puede resultar determinante para el futuro de Angola, generalmente calificado por las agencias occidentales de «radical», después de haber sido considerado «pro-soviético», Nito Alves representa el sector más «racista» dentro del MPLA. Agostinho Neto hizo una clara referencia a este último punto en el discurso pronunciado después del anuncio de la expulsión de Alves y Van Dunen del comité central del MPLA, acusándoles de «fraccionalismo», y poniendo en guardia a los angoleños contra la «concepción sectaria», según la cual «todo blanco que se encuentre en Angola es un PIDE (ex policía política portuguesa), todo mestizo es un pequeño burgués, y todo negro un proletario». Neto dijo que existen también obreros blancos y mestizos, pero también «burgueses negros que andan en coches que suscitan sorpresa y provocan preguntas».Neto, que se hacía acompañar ostensiblemente por su esposa, desafió las críticas de que es objeto, recordando que «hay quien dice que el camarada que os habla no puede defender la clase obrera angoleña porque tiene una mujer blanca e hijos mestizos».
Una victoria de la facción Nito Alves en Luanda significaría, se estima en Lisboa, el fin de la política moderada defendida por Neto en relación a la «africanización» y al problema religioso, entre otros, y cerraría definitivamente la puerta a una mejoría de las relaciones con, antigua metrópolis.
Los acontecimientos de Luanda pueden significar una clarificación de la situación, en víspera del congreso del MPLA. Agostinho Neto parece haberse desprendido de las presiones de un radicalismo negro atribuido, en Lisboa, a las ambiciones personales de sus portavoces.
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