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Los socialdemócratas de Femández Ordóñez se resisten a integrarse en el Partido del Centro

El Partido Social Demócrata, que dirige Francisco Fernández-Ordoñez, sigue teniendo reservas ante el proyecto del presidente Suárez de transformar la coalición electoral Unión del Centro Democrático (UCD) en un partido único. Lossenadores y diputados socialdemócratas se reunieron en la mañana de ayer para valorar la situación tras el encuentro del ueves en el palacio de La Moncloa entre el presidente del Gobierno y los líderes de los partidos que integran la UCDLos parlamentarios socialdemócratas adoptaron el acuerdo de solicitar inmediatamente una entrevista bilateral y sin testigos del presidente del Gobierno con la comisión permanente del Partido Social Demócrata.Las condiciones que los socialdemócratas pondrían para dar su conformidad a la proyectada transformación de la UCD en un solo partido serían, entre otras, las siguientes: seguridad de que el nuevo partido no va a ser una especie de continuación del antiguo Movimiento, dados los numerosos parlamentarios (unos cien) procedentes de esa estructura que han sido elegidos en el seno de la UCD; clara orientación progresista del nuevo partido, que deberá tener una estructura democrática y, finalmente, conservación de la propia identidad de los parlamentarios socialdemócratas que no quieren estar confundidos dentro de un magma político de desdibujada identidad ideológica. Si estas condiciones no son garantizadas, los socialdemócratas estarían dispuestos a no firmar la constitución del, nuevo partido.

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Los problemas que plantea la transformación dela UCD en un solo partido proceden en parte del hecho de que el primitivo acuerdo entre los partidos que integran dicha coalición era de exclusivo carácter electoral, con el posterior compromiso de formar un solo grupo parlamentario dentro de las Cortes. La transformación de la UCD en partido sobrepasa, evidentemente, el marco del acuerdo electoral adoptado por los grupos políticos que integran dicha coalición, aunque después de las elecciones se hizo sentir la necesidad de llegar a algún tipo de organización unitaria cara, sobre todo, a las futuras elecciones municipales. Los partidos que forman la UCD son conscientes de que los millones de electores que han votado esta opción lo han hecho a la coalición en cuanto tal, no a los partidos y personalidades que. la integran.

Diferencias ideológicas

Sin embargo, al problema que supone ampliar el primitivo acuerdo electoral se añaden los propios de integrar en un solo partido a grupos ideológicos distintos y a personalidades independientes, que proceden en su mayoría del carripo político del franquismo. Entre los grupos políticos con más acusada identidad ideológica dentro de la UCD se encuentran, seguramente, los demócrata-liberales de Garrigues Walker, los socialdemócratas de Fernández-Ordóñez y los demócratacristianos de Alvarez de Miranda. En un momento dado se pensó en que la UCD se convirtiese en una federación de partidos, pero el presidente Suárez se opuso rotundamente a ello. Esta solución, por otra parte, hubiera exigido que las personalidades independientes que integran la UCD se hubieran organizado previamente en un partido lo cual hubiera planteado el probiema de encontrar un líder para el mismo. Los demó cratacristianos de Alvarez de Miranda han adoptado ya el acuerdo de integrarse en el gran partido de Centro proyectado por Suárez, siempre que este partido mantenga los principios del humanismo cristiano. Por su parte, los demócrata-liberales de Joaquín Garrigues Walker están también de acuerdo con la integración, pues no ven obstáculos serios que la impidan siempre que dentro de la misma los grupos, políticos conserven una cierta identidad. El Partido Demócrata Popular, que encabeza Ignacio Camuñas, tratará el tema de su integración el lunes o, el martes próximos con toda seguridad de manera afirmativa, ya que en los medios de dicho partido se estima que existen razones fundadas para realizar una operación unitaria siempre que la misma sea el resultado del auténtico consenso de todos los grupos. A este partido, y, seguramente, al Partido Demócrata Cristiano, de Alvarez de Miranda, se les plantea, además, el problema del reconocimiento de las internacionales liberal y demócrata-cristiana, respectivamente, en caso de que desaparecieran sus siglas dentro del partido único proyectado. Si de hoy al martes próximo se resolvieran favorablemente todos los problemas planteados, la constitución del nuevo partido se llevaría a efecto ese mismo día en el Palacio de Congresos y Exposiciones, en Madrid. Los senadores y diputados de la UCD firmarían el acuerdo por el que se constituye la unión parlamentaria de la UCD, y los partidos que integran dicha coalición firmarían una declaración manifestando su voluntad de integración en un partido unitario, en el que quedarían integrados a partir de ese momento. Para trabajar en la constitución y estructración del nuevo partido sería nombrado un comité en el que quedarían integrados todos los grupos.

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