Un leve respiro
Por fin ha reaccionado el mercado de valores, tras casi un mes de evolución negativa después de conocerse la declaración programática del Gobierno y sus primeras medidas económicas.Esta recuperación de los cambios que se perfiló el Jueves y se consolidó el viernes se ha debido, al parecer, a la intervención del vicepresidente económico en Radiotelevisión, aunque también en el parqué madrileño se comentaba que no había aportado nada nuevo. Otra razón es lo que en argot bursátil se llama una reacción técnica, que se produce cuando las cotizaciones bajan tanto (v. gr.: Petróleos por debajo de los doscientos), que eso sólo ya es un estímulo para «entrar» de nuevo, aunque sea en plan puramente especulativo.
Habría otras dos razones de fondo para esta reacción. Un abandono de la total inhibición de los grandes grupos financieros, cuyos líderes bancarios tuvieron un movido almuerzo el jueves con los ministros de Economía y Hacienda, y, de otro lado, la esperanza de que el Gabinete no olvida la parcela bursátil, ya que al menos ha nombrado una comisión para su estudio, presidida por una persona seria y muy competente.
Pese a la reacción, el saldo intrasemanal del índice general madrileño es negativo en 1,68%, siendo los grupos más afectados las sociedades de inversión, cuyo futuro en una nueva Bolsa va a cambiar mucho, y los bancos, que arrastraban papel y que, en algunas ocasiones, no pudieron casar operación por falta de contrapartida.
Los únicos grupos que ven mejorar sus respectivos índices parciales son el Eléctrico, gracias a la reacción de Iberduero y el Químico, por la recuperación de Petróleos, quizás el valor más dinámico de nuestro estrecho mercado.
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