La Federación de Asociaciones de Vecinos se incorpora al planteamiento urbanístico

La plana mayor del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, con el ministro Garrigues a la cabeza, se reunió en amistosa cena -como ya adelantamos ayer-, durante la noche del jueves, con la junta directiva de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, presidida por Julián Rebollo. Este primer contacto estaba previsto para el pasado viernes, pero hubo de aplazarse porque dos altos cargos del Ministerio quedaron bloqueados por la nieve en el puerto de Pajares.

El motivo de la reunión, que tuvo carácter de encuentro amistoso más que de sesión de trabajo, se centra, por parte del Ministerio, en la política ya iniciada de participación con las fuerzas políticas y sociales para el planeamiento urbanístico; y, por parte de la FPAV, en incorporarse a este proceso de coparticipación, siempre que el desarrollo de la misma no repugne a sus objetivos. La cena resultó cordial y el principal acuerdo radicó en iniciar próximamente los contactos de trabajo.Esta reunión se ha llevado con bastante reserva por ambas partes. Parece como si, tanto el Ministerio como la FPAV, no las tuvieran todas consigo en cuanto al resultado de la misma, y prefirieron silenciarla hasta que se hubiera producido. El ministro llegó en un discreto Seat 124-D, matrícula M-0556-CC, y sin más escolta que un solo funcionario de policía. Solamente EL PAÍS estuvo en el restaurante de la calle de Rafael Herrera, donde se celebró la cena, y, ante el hecho irreversible de la presencia de la prensa, los comensales invitaron a los periodistas a ser testigos de la conversación a la hora de los postres. Al final de la jornada, los directivos de la FPAV parecían haber olvidado sus resquemores de que la llamada del Ministerio no fuera más que salvas de pólvora para lavar su cara y dar imagen democrática; así como los altos cargos del MOPU también parecían satisfechos de no haber encontrado en sus invitados rostros hostiles, sino una nutrida y cordial representación vecinal, en contra de lo ocurrido días pasados con la reunión de parlamentarios, escasa en concurrencia de éstos. En total se juntaron veinte personas a la mesa -más de las previstas- y se tuvieron que trasladar de saloncito en el discreto restaurante, pues en el primero en que se instalaron no cabían, El menú fue a la carta. Y los puntos que la FPAV planteó al ministro como sus más urgentes preocupaciones fueron los siguientes:

1. Participar en Coplaco y no en una subcomisión de estudios.

2. Revisar el decreto de ocupación de viviendas. Trabajo paralelo a fijar un censo de todas las viviendas de la Obra Sindical del Hogar o de protección oficial que estén desocupadas.

3. Aclarar la situación de la OSH. La fórmula de cesión que ofrece la Administración no convence a nadie. Se pide que los hogares y locales de la OSH pasen a ser propiedad municipal y que se cedan a las entidades ciudadanas de los barrios.

4. Saber qué dotaciones están previstas para paliar viviendas deterioradas en el casco antiguo y el papel asignado a las cajas de ahorro.

5. Estudiar el decreto de viviendas sociales, en base a las recientemente adjudicadas y la posición mayoritaria de los barrios. Que las asociaciones ejerzan control en las. adjudicaciones.

6. Saber cuál es el suelo público del Area Metropolitana y en la provincia.

7. Intervención de la FPAV en la comisión que revisa la ley de Arrendamientos Urbanos.

8. Saber cuántas viviendas fueron construidas en 1977 y dinero que costaron. Y previsión para este año.

Esta lista de asuntos, según lo acordado en la cena, deberá concretarse más y sistematizarse mejor a la hora de iniciar las sesiones de trabajo. La estructura de participación, al igual que con los parlamentarios, todavía no está definida.