Felipe González: "El ejército está asumiendo el proceso democrático"

Felipe González, secretario general del PSOE, concluyó su visita a Viena, donde estuvo invitado por el canciller Bruno Kreisky. Una referencia a la incidencia del Ejército en el proceso democrático español, junto con la manifestación de una rotunda oposición a la entrada de España en la OTAN y aclaraciones sobre el tema del marxismo en el PSOE constituyeron varios de los temas analizados en una rueda de prensa, primero, y en una conferencia, después.

«El socialismo -dijo- no puede ser igual a marxismo. El marxismo es una parte del todo, pero no es la totalidad. Marx fue un gran pensador que hizo grandes aportaciones al socialismo, como Freud a la psicología, pero yo no estoy dispuesto a ponerlo en los altares como un dogma, e igual digo sobre sus discípulos.»«Marx está en la raíz del socialismo, pero no todas sus actitudes se las puede compartir con el socialismo: por ejemplo, la dictadura del proletariado o la desaparición del Estado. Marx es muy importante, para el conocimiento y análisis de la historia, pero no se puede interpretar como una imagen de totalidad. Tampoco se puede renunciar a Marx y tirarlo por la ventana, como los comunistas españoles hicieron con Lenin. No se trata de renunciar a Marx, sino de situarlo en su contexto y sacarlo de la dogmatización del siglo XIX.»

«Yo no he querido nunca hacer una renuncia expresa del marxismo. Quien hiciera esto no merece llamarse socialista. Pero lo que he dicho es que no es justo que al PSOE se le llame simplemente marxista. El PSOE es marxista y algo más. En el partido hay cristianos que no son marxistas, hay campesinos y militantes que no han leído a Marx, que no lo han visto ni en una foto de recuerdo»

«En cuanto al leninismo, puedo decir que tenemos muy poco, por no decir casi nada que ver, con el discípulo de Marx.»

En torno a la incidencia del Ejército en el proceso democrático español, Felipe González dijo: «El comportamiento del Ejército es el de asumir el proceso democrático. El Ejército fue uno de los sectores de la sociedad española peor tratados por el franquismo en sus niveles económico, social y de dignificación. Las nuevas generaciones militares, aunque educadas de manera conservadora, no se identifican con el pasado.»