Alan Jones ganó por segunda vez consecutiva
El australiano Alan Jones, sobre Williams, consiguió en el Gran Premio de Austria, disputado en el circuito de Zeltweg, su segunda victoria consecutiva en esta temporada, que representa la tercera de su vida. A sus 33 años recién cumplidos, Alan Jones se ha convertido en la gran figura de esta segunda mitad del campeonato, y sus victorias pueden repetirse en las cuatro carreras que restan por disputarse. El segundo lugar de Villeneuve, precediendo a Laffite y a Scheckter, da a la clasificación del mundial una emoción inusitada.El poderío de Alan Jones y de los Williams es la gran sorpresa de esta segunda mitad de temporada en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Jones debutó en la fórmula 1 en el Gran Premio de España de 1975, pero hasta ahora nunca había contado con un coche que pudiera permitirle alcanzar los puestos de honor. A pesar de ello, Alan Jones pudo demostrar su enorme calidad, sus grandes dotes su auténtica valía. Eso le permitió ganar, precisamente en Austria, hace ahora dos años, su primera y hasta hace poco única victoria.
Pero, esta temporada, Frank Williams, manager y propietario del equipo -que costea el dinero árabe- para el que corre Alan Jones, estrenó un nuevo modelo, una vez más en la carrera del Jarama, que era la primera realización de Williams siguiendo la técnica wing-car inventada por Colin Chapman, el propietario de Lotus, y que ya habían seguido el resto de las escuderías. Desde entonces, los Williams no han dejado de asombrar, pudiendo -y debiendo- haber ganado el australiano dos carreras más, lo que habría hecho si la fortuna no se hubiese puesto en su contra.
De cualquier forma, estos coches han conseguido la victoria en las tres últimas carreras, dos veces de la mano de Alan Jones y otra de Regazzoni, y todo parece indicar que la racha victoriosa de Jones puede mantenerse en las próximas carreras, por lo que podría darse el caso paradójico de que el nuevo sistema impuesto esta temporada para la puntuación de los pilotos privase al australiano de un posible título mundial. Sea como sea, Jones está demostrando que él es el único capaz de mantener a raya a los Renault Turbo alimentados en los circuitos, en los que, como en Zeltweg, éstos deberían ser imbatibles, al contar con la ventaja suplementaria del turbocompresor. Los elevadísimos promedios, que casi alcanzan los 230 kilómetros por hora, no son obstáculos insalvables para un hombre como Alan Jones y un coche como el Williams.
Pero, de cara al título, la lucha está centrada en tres hombres, Jody Scheckter (Ferrari), Jacques Laffite (Ligier) y el compañero de Scheckter, el canadiense Villeneuve. En Austria, las posiciones entre ellos quedaron invertidas, por lo que la clasificación del mundial adquiere una tremenda emoción. Nada más darse la salida, Villeneuve sorprendía a todos para tomar el mando de la carrera, pese a que salía desde la tercera fila. Pero poco después era superado por Jones y, más tarde, por Arnoux. Cuando sólo se llevaban doce vueltas, Jabouille pareció resustir desde atrás, adelantando primero a Villeneuve, luego a Arnoux y acercándose peligrosamente al líder Alan Jones. Sin embargo, el embrague de su Renault cedía instantes después y obligaba al francés al abandono.
La carrera quedó así estabilizada, hasta que, a pocas vueltas del final, Amoux tenía que detenerse en su box, para repostar gasolina. Un error de sus mecánicos en el llenado de su depósito le iba a costar un segundo puesto casi ya conseguido, dejando éste para el canadiense Villeneuve. Por detrás de él, Laffite rebasaba a Scheckter en las últimas vueltas y lograba cruzar la meta en tercera posición, a sólo medio segundo del Ferrari de Villeneuve. Por su parte, Scheckter pudo aguantar su cuarto lugar de los ataques de Regazzoni, que precedió al francés Arnoux en la entrada en meta.
Terminada la carrera, el comisario deportivo suizo Kurt Schild ordenó la incautación del Williams de Alan Jones, para ser enviado a Londres, donde se le hará una verificación a fondo de su motor. Teniendo en cuenta que el motor del coche ganador es un Ford Cosworth, cuya preparación corre a cargo directamente de la casa Cosworth, la actitud del comisario suizo no deja de ser sorprendente. O lo que busca es notoriedad o trata de poner en un aprieto a Cosworth, cuyo prestigio está avalado por muchos años de competición y más de cien victorias en carreras de fórmula 1 en los últimos años.
Tras esta prueba, y cuando sólo faltan ya cuatro por disputarse (Holanda, Italia, Canadá y Estados Unidos-Este), sigue siendo el súrafricano Jody Scheckter el líder de la clasificación del mundial, con 38 puntos. Pero ahora es su compañero de equipo, el canadiense Villeneuve, quien ocupa la segunda posición, a sólo seis puntos, mientras que el francés Laffite es tercero, igualado a 32 puntos con Villaneuve. Más atrás, pero ya prácticamente sin posibilidáes de acceder al título, figura Alan Jones, con veinticinco puntos, seguido por su compañero de equipo, el veterano Clay Regazzoni, con veinticuatro. La próxima carrera se disputará en Zandvoort (Holanda) el día 26 de este mes de agosto.
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