Informaciones divergentes sobre el supuesto cementerio de residuos radioactivos en Salamanca

Mientras la comisión antinuclear de Salamanca ha insistido en la posible existencia de un cementerio de residuos radiactivos en la mina de uranio de Saelices el Chico, próxima a Ciudad Rodrigo, por parte de la Empresa Nacional de Uranio (ENUSA) se ha desmentido categóricamente tal posibilidad. Según ENUSA, en los contenedores depositados en Saelices se encuentran 296 toneladas de uranio empobrecido en forma de hexafloruro de uranio.Según ha informado en una conferencia de prensa, la comisión antinuclear funda sus sospechas en los albaranes expedidos en el puesto francés de Saint-Avre el 13 de abril de 1979. Según consta en las fotocopias de los albaranes entregados a la prensa, la materia radiactiva transportada en cilindro de metal 48Y es «hexafloruro de uranio empobrecido, embalado (sólido). Actividad: 2,76 curies/cilindro. La naturaleza de la mercancía y el embalaje se encuentran conforme a las prescripciones de la RIT».

Otros datos aportados por la comisión antinuclear informan de que dos trenes con mineral de escorias radiactivas pasaron por Irún. uno el 21 de abril y otro el 9 de mayo pasados, en dirección hacia Ciudad Rodrigo. Cada uno de los trenes transportaba diez vagones con un peso de 15.000 kilos cada uno y se aporta la numeración de los vagones y la empresa que realizó el transporte.

A juicio de la misma comisión, estos hechos han sido ocultados a los salmantinos de forma sistemática. Se indicó que ni ENUSA ni las autoridades salmantinas les merecen una garantía, ya que aseguraron que su ocultismo ha sido permanente y de continuo reconocen situaciones que luego minimizan a toro pasado. Este es el valor que conceden a la nota hecha pública por ENUSA sobre el material almacenado en Saelices el Chico y que hoy publica la prensa salmantina.

Tres hipótesis ha manejado la comisión antinuclear. Por un parte, que los contenedores que se encuentran en la mina de uranio salmantina mantengan en su interior residuos líquidos vitrificados procedentes de reprocesamiento. Una segunda posibilidad es que se trate de residuos sólidos con alto contenido de plutonio destinado a centrales rápidas futuras o de interés estratégico. Y, por último, si lo almacenado es uranio empobrecido en forma de hexafloruro, se puso de relieve la peligrosidad del mismo en caso de producirse algún escape, ya que uno sólo de estos recipientes produciría 760.186,65 litros cúbicos de ácido fluorhídrico.

Por haber tenido noticias de la celebración de la conferencia de prensa, se presentaron en los salones del Ayuntamiento, donde ésta se celebraba, varios técnicos de ENUSA, que afirmaron deseaban dejar en claro el tema del contenido de los recipientes depositados en la mina de Saelices.

En respuesta a la denuncia del posible cementerio de residuos nucleares, ENUSA aseguró que «no responde en absoluto al concepto de cementerio ni a residuos radiactivos», lo que contienen los reciprentes transportados desde la Unión Soviética hasta Saelices. Después de negar que hubiera «ningún tipo de plutonio», se afirmó categóricamente que era uranio empobrecido el contenido de los envases. También aseguraron los técnicos de ENUSA que, si no se había informado sobre ello, es porque se estimaba que no encerraba ese transporte ningún riesgo, por considerarlo como algo «normal en la vida propia de la instalación».

En otro momento de su intervención, los representantes de ENUSA dijeron que «es muy fácil ir allí y ver lo que contienen», refiriéndose a la mina y a los contenedores. Luego invitaron a todos los salmantinos a visitar la mina y miembros de la comisión antinuclear afirmaron que realizarán la visita, si se les provee de un contador Geyger que les permita conocer la radiactividad. En este sentido, uno de los técnicos afirmó que una persona situada a un metro de cada contenedor recibiría una radiación de 0,5 milirem. La dosis considerada tolerable para el ser humano son cinco milirems.