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Jomeni convoca para hoy manifestaciones anticolonialistas y antinorteamericanas en todo Irán

El ayatollah Jomeini ratificó ayer su propósito de que los 49 rehenes norteamericanos de la embajada de Estados Unidos en Teherán sean juzgados como espías. Por el momento, los rehenes van a ser trasladados a la prisión de Evin, antigua sede de la policía política del sha, la temible Savak. El líder islámico iraní convocó para hoy manifestaciones «anticolonialistas», fundamentalmente antinorteamericanas, en todo el país. En Teherán se espera hoy una manifestación monstruo frente a la sede diplomática de Estados Unidos.

Este «día de manifestaciones» coincidirá con el mes santo musulmán, en el que se conmemora la Regada de Mahoma desde La Meca a Medina, en Arabia.En Teherán, los grupos de manifestantes partirán de nueve puntos diferentes, para congregarse, durante la mañana, frente a la sede diplomática estadounidense y condenar la política de Washington contra Irán.

Aunque se desconoce cuándo serán juzgados los rehenes no liberados -hasta ahora han abandonado el país trece de ellos-, los observadores señalan que eljuicio, de celebrarse, se efectuaría, por lo menos, dentro de dos meses, cuando culmine el proceso constitucional iraní.

Los testimonios de los liberados, tres de los cuales se hallan ya en una base norteamericana cercana a Francfort, en Alemania Federal, y los otros diez en París, con destino a esta base, resultan confusos. Una joven secretaria liberada el lunes reveló a los estudiantes islámicós que la embajada norteamericana en la capital iraní había recibido, días antes de la ocupación, una fuerte suma -150 millones de dólares falsificados, así como moneda turca y riales persas, falsificados también-. Las revelaciones de la secretarla añaden un punto de confusión a la situación, lo mismo que los testimonios de otros liberados, que perjudican a los rehenes que permanecen en poder de los estudiantes islámicos, por cuanto fortalecen las hipótesis barajadas -por sus captores sobre la utilización de la embajada para asuntos de espionaje.

Las autoridades islámicas establecen que la única medida que puede impedir el juicio como espías de los rehenes es la extradición del sha Reza Pahlevi, que convalece de su enfermedad en el piso 17 del Cornell Hospital Center, de Nueva York. Las autoridades neoyorquinas, por su parte, han redoblado la vigilancia alrededor del ex monarca iraní y han desmentido la posibilidad de que Reza Palilevi abandone a corto plazo Estados Unidos.

Otro aspecto del conflicto, la negativa de las autoridades iraníes a aceptar el dólar como moneda de pago de su petróleo, surgió nuevamente ayer cuando el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abolhassan Bani Sadr, afirmó en Teherán que desde ahora la compra del crudo iraní se abonará en francos suizos, marcos alemanes o francos franceses. Con esta medida, agregó Bani Sadr, el dólar comenzará su camino de descenso como unidad cambiaria y acabará su predominio monetario mundial.

Pese a que Estados Unidos recibió favorablemente la liberación de los trece rehenes norteamericanos, la preocupación en Washington sigue presente, agravada todavía más por los propósitos anunciados por Jomeini. Washington insiste en que si Teherán juzga a los rehenes por espionaje cometerá una gravísima violación del derecho internacional. Asimismo, fuentes autorizadas han responsabilizado a las autoridades islámicas de todo cuanto pueda suceder a los rehenes, en manos de los estudiantes islámicos.

A las protestas internacionales se ha unido la del secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim.

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