Reabierto el diálogo entre el Gobierno polaco y Solidaridad Campesina
La reapertura de las negociaciones entre las autoridades de Varsovia y el sindicato de agricultores Solidaridad Campesina, ayer, en la localidad fronteriza de Rzeszov, y la visita del dirigente de los comunistas polacos Stanislaw Kania a la capital checoslovaca, se interpretan como el comienzo de una etapa de normalización de la situación política en el interior de Polonia, tras el nombramiento del general Jaruzelski como jefe del Gobierno polaco y como exponente del deseo de las autoridades de Varsovia de tranquilizar a sus vecinos de la comunidad socialista, inquietos por la anterior evolución de los acontecimientos en Polonia.
Las negociaciones entre el Gobierno polaco y el sindicato de agricultores Solidaridad Rural se reiniciaron ayer en la localidad polaca de Rzeszov, al sureste del país, muy cerca de la frontera con Checoslovaquia y la URSS, informó una fuente sindical en esta ciudad.Una comisión gubernamental encabezada por el viceministro de Agricultura, Andrej Kacala, llegó ayer a Rzeszov poco después de la llegada a esta localidad del presidente del sindicato Solidaridad, Lech Walesa.
Las negociaciones se desarrollan a puerta cerrada en la sede de los antiguos sindicatos oficiales, que fueron ocupados al comienzo de este año por más de doscientos agricultores afiliados a Solidaridad Rural, y por un elevado número de obreros industriales.
Una primera ronda de las conversaciones reiniciadas ayer se realizó entre el 1 y el 6 de febrero, pero quedó interrumpida tras el rechazo de las autoridades al reconocimiento del derecho a formar sindicatos propios a los agricultores.
Esta reanudación de los encuentros entre el Gobierno polaco y los dirigentes sindicales se produce en un momento en el que todos los observadores destacan el propósito del nuevo Gabinete de Varsovia, que encabeza el general Wojciech Jaruzelski, de aprovechar el efecto psicológico favorable creado en el país por su entrada en funciones y su petición de un cese de las huelgas durante tres meses.
Sobre los tres principales temas dejados en suspenso por el Gobierno anterior, la ley sindical, el problema campesino y al acceso de Solidaridad a los medios de comunicación, el diálogo se ha reanudado a partir de ahora en el punto en que había quedado.
La comisión creada por el Consejo de Estado para preparar el proyecto de ley de los sindicatos, que no había realizado sesiones desde hace más de dos meses, reinició sus tareas el sábado con la participación de Lech Walesa y de ,otros once miembros de Solidaridad. Las precisiones formuladas sobre el proyecto inicial por diversos órganos estatales y por las organizaciones sociales fueron examinadas nuevamente, y se ha fijado para el próximo 21 de febrero otra reunión.
En este marco se ha producido el reinicio de las negociaciones, en Rzeszov. El eje de las conversaciones es el conjunto de reivindicaciones de los agricultores propietarios de tierras. El problema del registro sindical de Solidaridad Campesina, que fue rechazado por la Corte Suprema de Varsovia, podría ser tratado otra vez. Los jueces han esbozado los términos de un posible compromiso.
El relanzamiento del diálogo en Polonia se produce en un clima de relativa distensión, según el portavoz de Solidaridad, Karol ModzeIewski, y que constituyen la primera reacción oficial del sindicato de Lech Walesa al discurso de investidura del nuevo primer ministro.
Por otra parte, la visita del primer secretario del Partido Obrero Unificado,de Polonia, Stanislaw Kania, a Praga, iniciada el domingo, pone de manifiesto la voluntad del Gobiemo polaco de mostrar a los dirigentes checos y a sus vecinos y aliados que tras la denominación del general Jaruzelski como nuevo jefe del Ejecutivo, el poder se ha afirmado en Varsovia.
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