Inquietud mundial por los riesgos potenciales de la ingeniería genética

La Comunidad Económica Europea (CEE) acaba de organizar una reunión científica sobre Seguridad en la investigación genética, en una de cuyas conclusiones se señala que, aunque por el momento las medidas de seguridad son satisfactorias, «se corre el riesgo de que en un campo científico de tan acelerado desarrollo como el de la ingeniería genética las normas de seguridad sean sobrepasadas inadvertidamente ».

En muy pocos días, científicos y expertos de todo el mundo han estudiado o van a estudiar las posibles consecuencias del acelerado progreso de la biología molecular, más comúnmente denominada ingeniería genética.La posibilidad de actuar sobre el ácido desoxirribonucleico (ADN) de las células, que contiene toda la información genética de cada especie, ha abierto perspectivas muy prometedores en medicina, pero también en agricultura, en el campo de la alimentación y en la búsqueda de nuevas fuentes energéticas. Expertos europeos anunciaron, en la reunión organizada por la CEE, la posibilidad de crear un ordenador vivo, consistente en una especie de computadora con capacidad de autorregeneración a partir de microorganismos capaces de mutar según el ritmo binario, típico de los ordenadores.

Finalmente, de la citada reunión de la CEE cabe deducir una sensible inquietud acerca de la ausencia de un «agente de seguridad microbiológica» en todos los laboratorios de investigación genética, y también se detecta la necesidad de crear comisiones de seguridad que sean capaces de activar los dispositivos de control en caso de riesgo probado en el curso de las investigaciones.

Un grupo de expertos de Estados Unidos y Canadá, reunidos el pasado martes en un hotel de Nueva York, llegó a la conclusión, por su parte, de que la ingeniería genética brinda unas aplicaciones potenciales en agricultura diez veces superiores a su empleo en medicina, y que puede llegar a ofrecer una auténtica revolución agrícola.

Los expertos americanos prevén que la manipulación de genes modificará el sector agrícola mediante sus posibles aplicaciones en todas las áreas de producción alimentaria, desde la crianza de animales hasta las alteraciones de las plantas para obtener un mayor rendimiento. Los especialistas criticaron al Gobierno de Estados Unidos por financiar muy escasamente a la ingeniería genética en sus aplicaciones agrícolas, en comparación con las aplicaciones médico- farmacéuticas (en una proporción de uno a cincuenta).