Polémica en Portugal por la actitud del Ejército en la descolonización de Timor
Las fuerzas armadas portugesas "sabrán mantener la serenidad en todas las circunstancias y actuarán al servicio exclusivo del interés nacional", se dice en un mensaje dirigido ayer a todas las unidades militares por el jefe del Estado, Mayor, general Nuño Melo.Después de una jornada de intensas discusiones entre los altos mandos militares y con el presidente de la República y el Gobierno, la jerarquía castrense parece haber decidido aceptar las explicaciones dadas por el Consejo de Ministros acerca de las circunstancias en que fueron divulgados informes militares secretos sobre las jornadas que precedieron a la invasión, en 1975, del territorio portugués de Timor Oriental por Indonesia.
Dos sectores políticos permanecen disconformes con la decisión oficial de contener, al menos de momento, el escándalo Timor. Por un lado, la extrema derecha, que no renuncia a sus intenciones d e azuzar a la opinión pública contra el régimen democrático, acusando a civíles y militares de izquierda del crimen de lesa patria que constituye la "liquidación del imperio y la entrega de las provincias ultramarinas al imperialismo. soviético".
Por otro, el partido socialista -que tomó la iniciativa de exigir del Gobierno y del presidente de la República la publicación del dossier Timor para defender la honra de tres de sus dirigentes, acusados de complicidad con la anexión de Timor por Indonesia- protesta ahora contra la actitud del Gobierno y de Alianza Democrática de acudir en defensa de la institución militar para conservar "el triunfo de unas fuerzas armadas políticamente dóciles".
CMocidas por todos las relaciones con los militares de izquierda moderada y su intervención directa en el proceso de descolonización, que fue, en otros tiempos, motivo de orgullo para Mario Soares, el Partido Socialista (PS) no supo encontrar otro argumento para justificar el poder revolucionario que responsabilizar a la ínstitución militar, "podrida por trece años de guerra colonial", y su colaboración con la dictadura salazarista.
Para no comprometer su. estrategia de acercamiento con Alianza Democrática en materia constitucional, la actual dirección socialista debe encontrar otro responsable para la "campaña en curso contra el partido y contra Mario Soares". Tres comunicados publicados en menos de una semana por la comisión permanente, exclusivamente compuesta de miembros de la tendencia Soares, han llevado al principal partido de la oposición portuguesa al borde de la ruptura.
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