Schmidt critica la falta de disciplina en la coalición social-liberal
Ante el Gabinete federal, reunido ayer en Bonn, el canciller Helmut Schmidt apeló "en términos serios" contra la "tendencia al protagonismo" y criticó la "falta de discipfina" en las filas de la coalición social-liberal que gobierna en la República Federal de Alemania (RFA).El nerviosismo en las filas del Gobierno crece cada día en Bonn. La noticia difundida por la agencia alemana de noticias DPA de que se había descubierto un nuevo déficit en el presupuesto de 1982 de 8.000 millones de marcos (unos 340.000 millones de pesetas) fue desmentida categóricamente por el portavoz del Gobierno federal, el secretario de Estado Kurt Beeker.
La noticia sorprendió al Gabinete, reunido, y el ministro de Hacienda, Hans Matthoefer, reaccionó "electrizado e indignado", según el portavoz. De confirmarse una noticia de este tipo, sería la tercera vez en poco tiempo que el Gobierno tiene que rehacer el presupuesto y la puntilla definitiva para la "agónica" coalición.
Un pueblo poco dado al humor como el alemán ha puesto en circulación esta vez un chiste sobre el Gobierno, que "sólo durará hasta el 31 de diciembre, porque ese día se acaba el año de los disminuidos".
Entre los socios de la coalición, socialdemócratas y liberales, no acaba de apagarse el tira y afloja sobre la necesidad de un programa coyuntural contra el paro, reclamado por los socialdemócratas y sindicatos, y rechazado completamente por los liberales.
El canciller federal parece consciente plenamente de la debilidad de la coalición, y ayer lanzó un rapapolvo a sus ministros, criticó la falta de disciplina de la coalición y las tendencias al protagonismo de algunos.
Un periodista preguntó al portavoz si algún ministro se había puesto colorado, y Becker respondió que "no tuve ocasión de verlo, porque la sala del Gabinete es muy grande".
Razón frente a emoción
Schinidt apeló a que predomine "el raciocinio sobre las emociones" a la hora de discutir el tema de la difícil situación económica del país, y destacó que en la crisis actual de la economía, todos los Estados están afectados y sólo los pequeños países europeos, Austria y Suiza, han salido mejor librados que la RFA".El canciller dio una de cal y otra de arena en su arenga al Gabinete, cuando dijo que grandes empresas habían tenido importantes pérdidas el año pasado, pero que no puede dejar de comprender las exigencias y preocupaciones de los sindicatos por la situación social.
Schmidt negó que las consecuencias de la stagnation, crecimiento económico reducido y al mismo tiempo inflación, se carguen sobre los más débiles.
El canciller hizo una advertencia para que no se consideren representativas protestas regionales aisladas de los sindicatos.
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