Juan Pablo II vuelve a condenar la anexión israelí de los territorios del Golán

El papa Juan Pablo Il insistió ayer, durante una audiencia privada concedida al ministro israelí de Asuntos Exteriores, Ytzhak Shamir, sobre la necesidad "de respetar los acuerdos internacionales", señala el comunicado difundido por la Santa Sede. Esta frase del Pontífice, en su primer encuentro con un ministro israelí, constituye una nueva condena de la anexión por Israel del territorio sirio ocupado del Golán.

En realidad, Shamir tenía que haberse entrevistado con el Papa hace exactamente diez meses, pero el retraso de su avión, procedente de Nueva York, y el inicio del descanso sabático prescrito por la religión judía le impidieron, al parecer, acudir al Vaticano en aquella ocasión.Los observadores mencionaron entonces el "empeoramiento de las relaciones entre la Santa Sede e Israel". Quizá por eso Shamir se apresuró esta vez en ir al Vaticano antes incluso de visitar al primer ministro italiano, Giovanni Spadolini. El protocolo vaticano prevé que la visita al Papa de un político sea siempre la última de las que efectúa en Italia.

Sin intérprete

El encuentro del ministro israelí con el Papa duró sólo 35 minutos, pero ello fue debido a que Shamir, que es de origen polaco, pudo hablar directamente con Juan Pablo II sin la pérdida de tiempo que supone un intérprete. Después, Shamir dialogó noventa minutos con el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli.La oficina de Prensa del Vaticano difundió un comunicado más largo que de costumbre. El texto recoge los puntos de vista de ambas partes y subraya "el ambiente de cordialidad y comprensión" enel que ambos interlocutores examinaron "la actual situación en Oriente Próximo y los intentos llevados a cabo para resolver el conflicto".

El Papa, "tras haber tomado nota de la aplicación progresiva del tratado de paz entre Israel y Egipto, expresó la urgencia de intensificar los esfuerzos para llegar a una paz justa y estable en beneficio de todas las poblaciones de la región".

Entre las "cuestiones no resueltas", el Papa mencionó el problema de los palestinos, "sean residentes en Tierra Santa o refugiados en países vecinos", y se pronunció por "un compromiso firme y una solución justa que, aunque tenga en cuenta el problema de la seguridad del Estado de Israel, dé al proceso de paz un impulso nuevo".

Juan Pablo II, que también pidió una solución para la crisis del Líbano, dijo que si "los palestinos de Cisjordania y Gaza disfrutan de una situación serena, en la que todos sus derechos sean plenamente respetados esto constribuirá eficazmente al proceso de paz".

El comunicado no menciona una nueva invitación al Papa para que visite Israel, pero todos los observadores creen que ésta fue formulada anteriormente