Las películas menos conocidas de Gene Kelly
La segunda cadena de TVE inicia esta noche un ciclo dedicado a las películas menos conocidas o desconocidas aquí de uno de los cineastas más singulares de¡ cine norteamericano: el actor, coreógrafo, bailarín, cantante y director de escena Gene Kelly, nacido en 11912, en Pittsburgh (Pensilvania), formado en escuelas de danza clásica -él mismo fundó una en 1936 con su hermano Fred- y, entre 1938 y 1942, fecha de su enrolamiento en Hollywood con la Metro Goldwyn Mayer, actor y bailarín de carrera meteórica en los escenarios de Broadway, donde estrenó, entre otras, Pal Agey, una opereta de gran popularidad.El cielo que TVE dedica a Gene Kelly se inicia con Du Bary era una dama, rodada en 1943 por Roy del Ruth, en la que Kelly actúa acompañado por Lucille Ball y Red SkeIton. Los títulos inmediatamente posteriores serán Thousands Cheers, dirigida por George Sidney en 1943, con Mickey Rooi,,ley, Judy Garland y Kelly; La cruz de Lorena, de Tay Garnett, tarribién de 1943, en la que actúa junto a Jean-Pierre Aumont, y Vivir a lo grande, de 1947, dírigida por Gregory la Cava, en la que actúa con Marie McDonald.
Ninguna de estas cuatro películas contribuyó, que yo sepa, a la fama española de Kelly. Si se estrenaron en España, lo cierto es que dejaron pocas huellas y, en cualquier caso, no hay muchas referencias concretas sobre ninguna de ellas. Por tal razón, el ciclo está muy bien planeado, ya que va a llenar lagunas serias en el conocimiento de la obra de este gran hombre de cine.
Imagen popular
En estos cuatro filmes, Kelly nos ofrece su imagen más popular, la de bailarín, actor y cantante. Sobre todo como bailarín fue inimitable. Pero su brillantez en este terreno no debe hacer olvidar que su nombre está ligado como director a películas como Invitación a la danza, El camino feliz, Mi marido se divierte, Gigot, Guía del hombre casado y Hello Dolly.
Y como codirector, junto a Stanley Donen, de Siempre hace buen tiempo -una película con momentos excelentes, que decepcionó en su tiempo, año 1955, pero que merecería la pena volver a ver y, tal vez, revisar- y de dos filmes unánimemente considerados no sólo como momentos insuperables del género musical, sino como indiscutibles obras maestras del cine: Un día en Nueva York y Cantando bajo la lluvia, rodadas en 1949 y 1952, respectivamente. Sólo haber participado en la creación de estas dos maravillas le proporciona a Kelly un lugar entre los más grandes cineastas de la historia.
La vida profesional de Gene Kelly es un rosario de éxitos. Entre 1942 y 1960, es decir, mientras duró su trabajo en la Metro Goldwyn Mayer, intervino en los filmes musicales de mayor presupuesto, prestigio y calidad de esta firma, de la que se convirtió en una especie de emblema y talismán en su vertiente musical. Así, Kelly protagonizó Zieffield Follies en 1946, Elpirata en 1947, Un americano en París en 1951 y Brigadoon en 1954, todos ellos grandes filmes musicales de Vincent Minnelli. También intervino en For me and my gal y To the bal game, de Busby Berkeley; Levando anclas (1945) y Los tres mosqueteros (1948), de George Sidney; The Girls y El multimillonario, dirigidas en 1957 y 1960 por George Cukor. Y en medio centenar más de filmes.
La aportación de Kelly a la historia del cine musical es, evidentemente y a tenor de los títulos en que intervino, incalculable. Su labor como director, bailarín y coreógrafo marca una época de esplendor de este hermoso y rico género, probablemente ya irrecuperable, en la medida que depende de figuras irreemplazables, hoy casi extinguidas, y una de cuyas reliquias mayores es Gene Kelly.
Du Barry era una dama se emite hoy, a las 21.50, por la segunda cadena.
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