Más de cien muertos en el frustrado golpe de Estado en Kenia
Más de un centenar de personas perdieron la vida durante el intento de golpe de Estado sufrido por Kenia el pasado domingo. El presidente, Daniel Arap Moi, se reunió ayer con su Gobierno para analizar la situación, y decretó un toque de queda en la capital y en la región donde se halla la base aérea foco de la intentona. Al parecer, aún no se han rendido todos los golpistas.
Nairobi vivió ayer una tensa jornada, en la que podían oirse disparos esporádicos, a pesar de los comunicados emitidos por La Voz de Kenia, en los, que se aseguraba que la situación era normal. Durante toda la jornada, numerosas patrullas de policía, del Ejército y de la GSU (Servicio General Unico, cuerpo paramilitar) recorrían las calles de la ciudad, pidiendo a los transeúntes que se retiraran a sus casas.
El Gobierno decidió en su reunión establecer un toque de queda y cerrar la Universidad de Nairobi, donde los golpistas contaron con gran apoyo. Cerca de las instalaciones universitarias, que están próximas a las de la radiotelevisión, blindados ligeros ,jeeps y soldados tomaban posiciones a primera hora de la tarde.
"El Gabinete está satisfecho con las acciones emprendidas por las Fuerzas Armadas para contener la rebelión y ha prorrogado el toque de queda en Nairobi y Nanyuki (cuartel general del Ejército del Aire, cuerpo al que pertenecen los golpistas) entre las seis de la tarde y las siete de la mañana" informaba la agencia keniata de Prensa (KNA) en un breve despacho, en el que también daba cuenta de la lealtad de los ministros al presidente Moi.
El Gobierno hizo saber, asimismo, que los rebeldes que no entreguen sus armas "serán tratados con rigor".
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