El Gobierno está investigando la posible participación de Rumasa en la banca asturiana Masaveu
Desde la pasada semana está siendo investigada la eventual participación de Rumasa en la entidad asturiana Banca Masaveu, según informaron ayer fuentes próximas al Gobierno. Esta entidad reúne depósitos de clientes por valor cercano a los 9.000 millones de pesetas. Si se confirman los datos que creen tener los nuevos responsables del grupo expropiado a Ruiz-Mateos, dicho banco sería el decimonoveno a expropiar según el decreto-ley convalidado el miércoles pasado en el Congreso, afirman las citadas fuentes.
Las noticias reveladas por dichas fuentes no fueron confirmadas ni desmentidas por el Ministerio de Economía y Hacienda y por los nuevos administradores del holding de la abeja, e indican que la investigación se ha centrado en diversas partidas extraídas de la llamada Rumasa paralela o Rumasa B. La existencia de esta red de empresas y de depósitos fue dada a conocer por el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, quien habló de la existencia de varios hoteles y financieras e inmobiliarias dentro de este entramado. Una de ellas, relacionada también con Asturias, podría ser la productora de la popular sidra achampañada El Gaitero.
Personas interpuestas
Según las mismas fuentes, la presencia de Rumasa en Banca Masaveu habría sido lograda a través de personas interpuestas. Se recuerda al respecto que, en el verano pasado, hubo un cambio en los mayores accionistas y en la gestión de la entidad. Desde entonces ostenta la presidencia Jesús Aparicio Bernal (ex director general de Radio y Televisión), la vicepresidencia Juan de Arespacochaga y Felipe (ex alcalde de Madrid y senador por el grupo Popular), y el cargo de consejero-delegado Rafael García Fernández, quien había sido antes director general de varias entidades financieras, entre ella el Banco Condal, uno de los mayores del holding creado por Ruiz-Mateos.
Con motivo de la entrada de los nuevos accionistas, se informó que el caso había sido llevado por el despacho de Adolfo Suárez, ex presidente del Gobierno (véase EL PAIS de 1 de julio pasado) y que además de los citados participaba en la operación el ex ministro Jesús Sancho Rof.
Los intentos de hablar ayer con Aparicio Bernal y Arespacochaga resultaron infructuosos. Por su parte, uno de los mayores conocedores del grupo Rumasa ha indicado que durante el verano no trascendió interés especial alguno por parte de José María Ruiz-Mateos hacia Banca Masaveu.
Historia de la Masaveu
La Banca Masaveu fue fundada en 1840 y ha contribuido en gran medida al desarrollo de Asturias. Hacia 1860 fue uno de los pocos bancos españoles que tuvo el privilegio de emitir papel moneda. En el presente siglo penetró ampliamente en el sector industrial, a través de actividades cementeras, energéticas y ferroviarias (impulsó Ferrocarrilles de Vía Estrecha y la Fábrica de Luz y Gas, además de la Traída de Aguas a Oviedo), así como de otras numerosas empresas (Sociedad General Azucarera, Sociedad Industrial Santa Bárbara y Fábrica de Cementos de Tudela-Veguin).
Llegada la crisis económica de 1973, al igual que gran parte de la banca española, Banca Masaveu trató de desligar su suerte del grupo de empresas que la rodeaban, mediante su reconversión hacia actividades comerciales puras y su expansión para conseguir depósitos del público y mayor rotación de las inversiones.
Las noticias que trascendieron el verano pasado apuntaban a que Juan de Arespacochaga, quien antes estuvo en Renta Inmobiliaria, empresa ligada al grupo bancario-inmobiliario de José Miguel Garrigues Walker, era propietario de un paquete de acciones de Banca Masaveu y controlaba en la misma ya en julio un 10% del capital, a través de Elorrio, Salicrup, y Oficinas y Locales Comerciales. Otros accionistas de Masaveu, además de una serie de nombres desconocidos en el mundo financiero, eran las empresas Construcciones Hernando, Quimóvil, Alvay, Ingenieros Consultores. Intersoc y Mahogar.
El precio por el control de la banca fue de 1.500 millones de pesetas, sin que la operación incluyera la cartera industrial del banco ni una gran parte de los créditos concedidos a empresas del grupo, que se subrogó el pago de los créditos otorgados a sus empresas. Entre los principales accionistas de Masaveu figuraban tres cementeras (la citada, Cementos La Robla y Cementos Cantábrico), Gestora Interprovincial, Holding Masaveu, Doria González, SA, Masaveu Gestora de Valores, y Fletamientos y Consignaciones Marítimas.
El último balance del Consejo Superior Bancario apunta que, con 443 millones de pesetas de capital y 968 de reservas, Banca Masaveu reunía al terminar el pasado año 8.520 millones de pesetas en depósitos de clientes (de ellos, sólo 128 millones a más de dos años), otros 623 debidos a entidades de crédito y ahorro, y casi un millar de millones en efectos y demás obligaciones a pagar y en avales y créditos documentarios. Por otra parte, su cartera de créditos ascendía a 2.782, la de efectos a 2.645, la de títulos a 1.240, y el dinero pendiente de cobro de otras entidades de crédito y ahorro a 2.451 millones de pesetas.
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